El Diario de Don _ IchiKara FanFic Au Mafia

Capítulo 33

A provechando que aun me queda algo de tiempo e inspiración~ Ahora si, bye~ c:

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Porque a veces, las muestras más simples de piedad o consideración, calaban más que una herida en la piel. No había nada más doloroso que una alma herida... ¿Cuándo fue que aprendiste a destruirme más de lo que llegué a imaginar?

... ...

Aun pensaba en las cosas que pasaban dentro de la mansión, habiendo noches en las que no pudo dormir pese a que todo parecía seguir igual. Incluso luego de aquel encuentro y al contactar con Oyabun, este no pareció tener interés por todo lo que hubiese sucedido tiempo atrás. Era demasiado extraño, en extremo extraño pero de alguna manera lo averiguaría. Por lo pronto se dirigía a donde su hermano menor, llevando entre manos algunos bocadillos como obsequio por no haberle visitado antes.

Hizo un gesto de fastidio cuando quien abrió la puerta era aquella chica odiosa para él, escandalosa y que a su pensar, solo buscaba atención al verse tan... ¿Rara? Como sea, de todas las personas con las que su hermano pudiese haberse juntado tenía que ser con alguien precisamente así. Suspiró, aunque le irritara, le había prometido a Kara el no pelear con ella aunque era difícil cuando la chica en cuestión hacía lo posible por acercarse.

- ¡Eres tú! –Jyushiko casi saltó encima cuando vio a Karasu en la puerta, rodeándolo con ambos brazos.

- ¡Ah! ¡¿Qué haces? Aléjate! –Se quejó de inmediato, podía tolerar que Kara lo abrazara de la misma forma, eran hermanos después de todo pero que esta extraña lo hiciera era odioso, más aun esa estúpida felicidad como si viese a alguien importante o especial.

Jyushiko rió ante su reacción y se apartó de inmediato llamando a Kara para recibir a su hermano. No es que le agradara molestarlo, Jyushiko se sentía en una especie de deuda ante él cuando los ayudó aquella ocasión en el local por lo que intentaba al menos agradecerle con atenciones o algún detalle al recibirlo aunque fuese apenas la segunda vez que le veía.

- ¡Hermano, viniste! –Kara se apresuró a él y aunque no le abrazó tan eufórico como la chica, lo hizo escasos segundos al conocer bien el carácter de su hermano- ¿Me haz traído dulces? –Miró radiante aquella cajita a lo que Karasu se la entregó.

- Si, si, ahora cómelo antes de que cambie de opinión –Suspiró con cierto fastidio, dejándole el presente para después sentarse en el sillón de la sala, Kara de inmediato fue por pequeños platos para dividirlos aunque terminó llevándolos a su habitación al estar viendo unas series antes.

- Hey, mujer –Llamó a la chica, sin importarle lo irrespetuoso que pudiese ser.

- Puedes llamarme Jyushiko –Por el contrario de los demás, no se enfadaba ya que extrañamente encontraba esa actitud algo curiosa.

- Dime, ¿Oyabun ha venido por aquí o alguien extraño? No quiero que me ocultes nada así que habla –Dijo mirándola serio, ella por su parte tomó asiento a su lado aunque en el extremo del sofá, negando con la cabeza- ¿Dónde está tu hermano? –

- Salió buscando trabajo –

- Agh, les he dicho que no es necesario, les daré dinero cada semana así que no tienen por qué salir de este sitio. Su trabajo es cuidar a mi hermano ¿es tan difícil eso? –Masajeó sus sienes, pese a que les daba suficiente como para vivir sin problema un mes entero, el chico no parecía muy contento con ello.

- Trataré de convencerlo, le he dicho que no deberíamos movernos tan a la ligera pero quizá es para no sentirse una carga –Sonrió un poco nerviosa, tampoco le gustaba vivir a las anchas del otro pero siendo que estaban en medio de un terreno peligroso no tenían tantas opciones.