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Su mano sostenía con fuerza la bocina del teléfono, su voz había dicho firmemente un 'No' pero las palabras que rompieron el silencio le dejaron en claro que no podía rechazarlo más. La voz al otro lado de la línea fue firme, contundente y neutra, dándole una detallada descripción de su vida en el campus, las actividades que realizaba e incluso la amistad que tenía con Kara. Esto último le arrebató el aire de los pulmones de manera súbita, ¿desde cuándo, cuánto tiempo que no se dio cuenta de la vigilancia?
A pesar de haberle tratado peor que mierda la última vez, su padre sabía todo de él y vaya que el hombre no perdía tiempo, ni si quiera había pasado un día de su deceso e Ichimatsu ya tenía a dos hombres frente a sus ojos exigiéndole ir de vuelta a Sicilia.
Después de todo, Don no permitiría que nadie ajeno a la familia se hiciera con el poder. Intentó de varias maneras convencerles de no querer tomar aquel lugar pero fue inútil, estos amenazaron con hacerle daño a Kara si no accedía. Al final, no tuvo más opción que obedecer, su valentía no servía de nada si no podía enfrentarse a los hombres de su padre o a la Cosa Nostra misma, era solo un chiquillo que terminaría muerto en caso de seguir rehusándose, y no solo era el hecho de morir, Kara sería asesinado también.
Ichimatsu maldijo miles de veces, desordenó la habitación, estrujó la almohada y las sábanas, gritó, lloró, hizo todo lo que pudiera mitigar un poco la frustración y el coraje, y luego pidió unos momentos para despedirse pues no tenía caso seguir prolongando la agonía.
Ahora Kara le miraba confundido, tratando de entender el porqué de ese 'Adiós' que Ichi dejó salir de sus labios, sosteniendo con fuerza el gatito de peluche porque muy dentro sabía perfectamente que no volvería a verlo más.
- No quieres ser un mafioso, lo dijiste –El pequeño lo miró fijamente- Dijiste que no serías igual a tu papá –
- No quiero pero debo hacerlo –Desvió la mirada- A veces hay cosas contra las que no podemos enfrentarnos y no podemos cambiar –Regresó el rostro sonriendo levemente- Todo va a estar bien –
- No digas mentiras, Dino –Agachó la mirada- Sé que soy un tonto pero sé que no es lo que quieres... No serás feliz, yo quiero que tú seas feliz –Acercándose con pequeños pasos, Kara apoyó la cabeza en su pecho, esperando por un abrazo que no tardó en llegar.
- Seré feliz sabiendo que de alguna manera todo esto es necesario para que tú estés bien –Acarició sus cabellos. Rayos, ¿qué más debía decir? No quería fingir estar tranquilo ni mucho menos gustoso de esta basura, Ichi quería gritar y rehusarse hasta que no pudiera más, quería huir con Kara sin importar que solo durasen un par de semanas, quería ser libre como todos los demás, no seguir siendo un muñeco que su padre aun después de muerto podía manejar.
Aferró a Kara entre sus brazos, con fuerza, tanta como le fuera posible sin lastimarlo pero que pudiera transmitirle lo asustado que estaba y a la vez el amor que le tenía, de igual manera quería que algo le garantizara que aun él estando lejos, Kara estaría fuera de todo peligro.
- Volveremos a vernos –Interrumpió el pequeño.
- ¿Eh? –
- Volveremos a vernos, esto solo es temporal, ¿entiendes? Dino –Le miró con una sonrisa, sus ojos cristalinos y su voz temblorosa eran clara muestra de su tristeza pero aun en su inocencia, Kara entendía que no podía hacer algo para impedirlo o cambiarlo, por el contrario sabía que era mejor creer en una esperanza y mentira piadosa a dejarse consumir por lo deprimente que era todo.

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El Diario de Don _ IchiKara FanFic Au Mafia
FanficDisclaimer: Los personajes pertenecen a su correspondiente autor, Fujio Akatsuka. Resumen: "Madre me obsequió un pequeño libro antes de que se marchase de casa. En el, dijo que podía escribir todo aquello que se me ocurriera, vivencias, sueños, dese...