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- Sei arrabbiato?! -Sus manos se azotaron con fuerza contra el escritorio, mirando al chico frente suyo con incredulidad a la par de enojo y decepción- ¡¿Cómo se te ocurre semejante estupidez?! ¡¿A caso no piensas? No, claro que no, no lo haces, stronzo! –Ichiko miró más que frustrada a Ichimatsu.
- Calmati, Ichiko –Levantó una de sus manos hacia el frente como un ademan que acompañaba a su petición, algo adolorido de sus heridas no recuperadas del todo, apoyándose en una muletilla mientras trataba de razonar con la chica.
- ¡¿Cómo me pides que me calme eh? ¿Cómo quieres que lo haga si esta mañana he recibido una notificación del banco y el buffet diciendo que has traspasado algunas de tus propiedades?! Y no me refiero a las pequeñas –Se contuvo para no cachetearlo ahí mismo.
Ichimatsu desvió la mirada con algo de vergüenza, sabía perfectamente que todo aquel movimiento financiero de la Familia Fossati era supervisado por Ichiko pero obviamente ella no aceptaría sus decisiones por lo que actuó a sus espaldas, causándole culpa y cierto temor.
- Mi dispiace, Ichiko pero si te lo mencionaba no estarías de acuerdo –Se excusó mirándole levemente.
- Ovviamente no!! –Otro golpe a la madera, tomando unos momentos para tratar de calmarse, frotando su sien derecha en un intento de mitigar el dolor de cabeza que le empezaba producto del coraje- Mira Ichi, no me molestaría si fuese por algo que tu quisieras hacer, al fin y al cabo son tus propiedades y bienes pero... ¿Debías ponerlas a nombre de ese maldito? –El desagrado era evidente en sus palabras.
- Aspetta un momento, no le digas así a Kara –Adoptó una pose defensiva- Ichiko, te aprecio tanto como no puedes imaginar pero no permitiré que te refieras a él de esa manera –
- ¿Es que no te das cuenta? Te está manipulando, te ha pedido que pongas a su nombre todo lo que posees ¿cierto? Por favor Ichi, no seas un idiota –
Aquellas palabras fueron dichas a oídos sordos, Ichimatsu no estaba dispuesto a escuchar nada que no fuera agradable sobre Karamatsu, aun siendo llamado un ingenuo o advirtiéndole sobre lo que sucedía, Ichimatsu creía fervientemente que era lo correcto, en sus adentros una pequeña compensación por el daño que le había causado al "corromperlo", sabía que no era suficiente por lo que se había prometido a sí mismo darle a Karamatsu todo lo que pidiese si eso aliviaba un poco la culpa. Además, aunque no se lo hubiese exigido, Ichi le daría el mundo de ser posible por el amor que le tenía.
Él sabía perfectamente que su vida no estaba asegurada, ni si quiera podía asegurar encontrarse con vida el resto del día, este mundo era así, algo podía suceder en cualquier momento y no dejaría a Kara desprotegido.
- ¡Ichi! –Llamó para captar su atención, el chico solo suspiró.
- Mi dispiace molto, Ichiko... Pero te pediré que no te entrometas en este asunto, no te quitaré autoridad alguna pero en lo que respecta a el traspaso de bienes, será solo asunto mío –Dio un leve asentimiento de cabeza y se apoyó en la muletilla con la intención de retirarse del despacho.
- Aspetta Ichi! –Quiso seguirle pero el chico se giró abruptamente, no importando la leve molestia en su pierna herida.
- Si tratta di un ordine. Obbeditemi –Dijo con un semblante tan serio como oscuro cuando de asuntos importantes se trataba, si, con Ichiko podía ser tan dulce y blando pero la molestia que crecía contra la chica al tratar con desprecio a su persona amada era suficiente para inclusive ser duro con ella.
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El Diario de Don _ IchiKara FanFic Au Mafia
FanfictionDisclaimer: Los personajes pertenecen a su correspondiente autor, Fujio Akatsuka. Resumen: "Madre me obsequió un pequeño libro antes de que se marchase de casa. En el, dijo que podía escribir todo aquello que se me ocurriera, vivencias, sueños, dese...