Capítulo 23

101 19 6
                                    


.-.-.-.-.-.-.-.

Temblaba en descontrol, cubriendo sus oídos y con el cuerpo encogido lo más que podía. Kara estaba lleno de miedo al pensar que en cualquier momento Choromatsu le encontraría, sabía perfectamente que al hacerlo este se desquitaría por haberlo agredido y que lo asesinaría, no sería una muerte piadosa no, sería lenta y llena de dolor.

Su estómago se estrujo, debía largarse de ahí y ahora pero... No tenía a dónde ir, no tenía dinero, no tenía nada, aun así quedarse era imposible, tampoco podía esperanzarse a la idea que Oyabun le diera otra oportunidad, ahora que veía la realidad de las cosas era un hecho que no podía confiar en nadie más que su hermano... O tal vez ni en él.

Escuchó a lo lejos a los perros ladrando y gritos inentendibles, debía ser Choromatsu reprendiendo a sus subordinados. Dando una profunda bocanada de aire Karamatsu se levantó, tanteando en la oscuridad las paredes y buscando una posible salida, parecía haber recorrido todo el sitio y ni si quiera una rendija o ventana.

- Rayos –Podía sentir la desesperación aumentar en él por lo que se detuvo unos momentos, pensando con toda su concentración posible hasta tomar una decisión.

Era muy, muy arriesgado pero no habían muchas opciones, tendría que subir, escabullirse y llegar al despacho de Oyabun, de ahí tomar dinero y huir. Ja, qué fácil sonaba todo aquello pero era eso o una muerte dolorosa, por lo menos si lo descubrían antes lo asesinarían de un tiro certero.

Se acercó con cuidado a las escaleras y poco a poco subió los escalones, paso a paso, rechinido a rechinido, con una tensión digna de una película de terror o suspenso, entre cortando su respiración con forme se acercaba a la puerta. Al estar a escasos centímetros de esta, Kara acercó el oído a la madera, tratando de escuchar el movimiento de fuera.

Parecía que no había nadie cerca, de hecho dudaba el que alguien lo hubiese visto entrar en aquel sitio pues al librarse de Choro, este se preocupó más por su herida que mirar la dirección en la que el chico corría. En fin, debía aventurarse a salir ya.

Aun con temor tomó el picaporte y le dio vuelta con sumo cuidado, llevando levemente la puerta hacia dentro, seguidamente asomó parte de la cabeza, el corredor estaba levemente iluminado y no había movimiento. Karamatsu no lo pensó más y salió completamente para luego pegarse a la pared, buscando la manera más rápida de llegar al despacho de Oyabun.

Casi dio un paso para empezar a correr cuando un par de custodios pasaron cerca del corredor, Kara regresó a su sitio y cerró los ojos temiendo que le vieran pero los hombres ni si quiera voltearon el rostro y cuando hubo de nuevo un vago silencio, Kara optó en ir en dirección contraria. Quizá era lo mejor, evitar lo más que pudiera a los hombres buscando la manera de llegar a otra de las habitaciones.

Rápidamente recordó las enseñanzas de Oyabun, al legar al sitio, Osomatsu se encargó de que Kara supiera de memoria los corredores y habitaciones conectadas entre sí por si algo sucedía, lo agradeció a sobre manera y por suerte el fondo del corredor le llevaría a la lavandería, de ahí solo tendría que utilizar el conducto falso de ventilación y así llegar a la habitación que compartía con Osomatsu.

Y así lo hizo, Karamatsu entró a la lavandería y empujando un poco el estante donde reposaban los detergentes encontró el conducto. Necesitó algo de fuerza pero pudo retirar la rendija y aprovechando su escuálido cuerpo y algo pequeño para su edad, Kara se adentró por la abertura, gateando y defendiéndose algunos momentos al escuchar voces y pisadas entre paredes.

Pareció haber recorrido metros y metros pero solo era el que estos tenían diversas curvaturas hasta que llegó al final del conducto, este de igual manera tenía una rendija por la cual observó el interior de la habitación sintiendo el miedo de nuevo puesto que no era la habitación que esperaba. Por el contrario esta era la que Choromatsu utilizaba, entonces ¿había confundido el camino o había olvidado la enseñanza de Oyabun? Fuere como fuere no había tiempo para pensar en eso, el tiempo se agotaba así que se arriesgó a entrar en la habitación.

El Diario de Don _ IchiKara FanFic Au MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora