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- ¡Estamos de vuelta! –Jyushiko entró al pequeño departamento cargando algunas bolsas de compra, sonriente como era su costumbre y ruidosa, detrás de ella le seguía Kara quien llevaba también un par- Hermano, hemos traído varias cosas para pasar esta semana, por lo menos un plato de arroz no nos faltará –Dejó las cosas sobre la losa en la cocina para después acercarse al susodicho. Jyushi descansaba sentado en la pequeña sala y con un par de almohadas que le hacían cómodo el recargarse en la pared.
- Bienvenidos –Respondió hacia ellos mirándoles, por unos instantes su vista se posó sobre el chico, analizando un tanto las ropas que traía y luego soltando un suspiro compasivo- No entiendo por qué torturas al chiquillo así –Hizo un gesto hacia su hermana.
- ¿Eh, por qué? –Miró a Kara y sonrió- ¿A qué no es mono? –Jyushi hizo un gesto de incomodidad.
- Jyushiko, no a todos les gustan tus modas ra-extravagantes –Se apresuró a corregir de nuevo fijando la vista en Kara, el chico llevaba un par de ropas que la chica se empeñó en prestarle. Un suéter corto en color negro, debajo un blusón animalprint, unos shorts negros algo ajustados que le quedaban a la mitad de sus muslos y unas botas negras, no hubo poder humano que hicieran a Jyushiko cambiar de opinión ya que según ella, le quedaban perfectas, además se había tomado a la tarea de buscar maneras en ocultar la identidad de Kara... Según ella, unos rayitos rubios y unas lentillas mieles serían suficientes. Jyushi protestó y trató de convencerla de lo contrario pero como se mencionó, Jyushiko sostuvo sus ideas no dejándole más opción al otro que resignarse.
Karamatsu no dijo absolutamente nada, no era de los que tuvieran exigencia hacia la ropa y no daría problema alguno a quienes se arriesgaban tanto en ayudarle, él estaba bien de esa manera y así sería. No le costaba demasiado adaptarse a los sitios, en un par de días pudo convivir perfectamente con ambos, ya sabía que Jyushiko era mucho más extrovertida que Jyushi y que no tenía pena alguna en decir lo que quería o pensaba, su hermano por el contrario analizaba antes sus palabras o acciones aunque también tenía sus momentos sueltos.
Por el momento todo estaba bien, tenía días tranquilos y no le faltaba comida o un lugar donde dormir, apretados pero al fin y al cabo bajo techo, pronto se acostumbró a los mimos de la chica, sus abrazos y caricias, también a la cercanía de sus pechos pues Jyushiko le abrazaba de tal manera que lo estrujaba contra su cuerpo, incómodo al principio pero se resignó sin más.
Ayudaba a ambos en el local de comida, desgraciadamente después del altercado la clientela disminuyó, sabía que pasaban problemas económicos y no podía evitar sentirse una carga por lo que junto con Jyushiko ideaban maneras de atraer la atención de la gente así retribuir un poco de su ayuda. A veces salían repartiendo propaganda del local o incluso bailando en la puerta con tal de que les vieran.
Aun así, en las noches a veces despertaba a mitad de esta, tal como ahora, pensando en qué podría hacer para encontrar a Dino, no pretendía quedarse con ellos para siempre, o tal vez si, no estaba seguro. Deseaba ver a Dino pero también se preguntaba si su hermano pensaba en él y si le buscaba, ¿estaría preocupado? Nunca fue cariñoso, no le decía cosas lindas pero a su manera siempre le tuvo al pendiente, lo recordaba bien. Incluso las veces que no entendió por qué discutía con Oyabun por abrazarle tanto, aquellas veces notó a perfección las miradas de Karasu llenas de odio hacia Oyabun... Ahh, Osomatsu, que tristeza sentía al darse cuenta que nada era lo que parecía.
Su interior se estrujó, a pesar de la buena compañía y el cariño que ambos chicos le daban, extrañaba a su hermano, era su única familia y añoraba un toque suave si quiera a su mano o mejilla, de igual manera la incertidumbre hacía mella en él, Oyabun había sido claro, Karasu planeaba asesinar a alguien, la sola palabra le causaba un repelús enorme y aun en su vaga ignorancia deseaba evitar que su hermano se manchara las manos con ello, no importaba si era alguien que lo merecía como según dijeron o que solo fuera un capricho, era un crimen y rehuía a la idea de que fuera llevado a cabo.
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El Diario de Don _ IchiKara FanFic Au Mafia
FanfictionDisclaimer: Los personajes pertenecen a su correspondiente autor, Fujio Akatsuka. Resumen: "Madre me obsequió un pequeño libro antes de que se marchase de casa. En el, dijo que podía escribir todo aquello que se me ocurriera, vivencias, sueños, dese...