Veintiocho (*)

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Caroline

—No creo que sea necesario acondicionar una nueva habitación —pronuncio en dirección a Ben.

—¿Crees que sea buena idea que Sol comparta habitación? —cuestiona él. —Cuando el bebé despierte, tal vez ella lo haga también. —Añade —y creo que la casa es suficientemente grande como para poder darle una propia habitación.

—Creo que será una idea estupenda —aseguro —No creo que Sol despierte por los llantos de su hermanito, sabremos mantenerlo todo bajo control.

Ben sonríe.

—De acuerdo, entonces tal vez solo tenemos que hacer algunas modificaciones en la habitación —comenta —Y comenzar a ver lo necesario, no queremos que el tiempo se nos acabe.

—Definitivamente, tenemos que verlo pronto. —concuerdo. Ben se incorpora, había llegado de la empresa hace un par de horas y habíamos estado hablando sobre la forma de acondicionar una habitación para la llegada de nuestro bebé.

Cada vez faltaba menos para poder tenerlo con nosotros, y las ansias ante ese pensamiento era enormes.

—Tengo trabajo que hacer —informa mientras se incorpora del sillón —si necesitas algo, solo llámame. —pide.

Asiento, lo observo subir las escaleras y una vez que me quedo sola de nuevo, centro mi atención en el televisor.

Era increíble como el tiempo pasaba con demasiada rapidez, parecía ser ayer cuando me enteré el embarazado, y ahora, faltaba menos de mes y medio para que nuestro bebé estuviera con nosotros.

La fiesta de revelación de sexo era un hecho, le habíamos pedido ayuda a Mels y a Rachel, las cuales habían aceptado con gusto el hecho de organizarla. Rachel por otra parte parecía estar mejor, no sabía con exactitud si había hablado o no con Chace, pero esperaba que hubiera sido la primera opción.

El programa que se reproduce en la televisión no es lo suficientemente entretenido, así que tomo el control para apagarla y subir a la habitación, antes de llegar a las escaleras, el timbre de la casa suena.

Cambio de dirección para poder ir a abrir la puerta, no esperábamos a nadie, así que seguramente era algo en relación al trabajo de Ben, sin embargo, cuando abro la puerta, la persona que está detrás en realidad no tiene absolutamente nada que ver con el trabajo de Ben.

—Mamá —murmuro con algo de sorpresa, ella está de pie frente mí. Una sonrisa surca su rostro mientras abre sus brazos.

—Hola cariño —pronuncia, no me lo pienso demasiado, en cuestión de segundos estoy abrazada a su cuerpo. A pesar de lo ocurrido, tener a mi madre ahora frente a mí se sentía realmente bien.

—¿Qué estás haciendo aquí? —inquiero —quiero decir, no te esperaba, no llamaste.

Me hago a un lado, al mismo tiempo que le hago una seña para que se adentre a la casa.

—Ben me ha dicho lo que ocurrió y en verdad lamento no haber estado a tu lado, lo siento tanto —pronuncia con dulzura —quería asegurarme que estabas bien, y no quise llamar antes porque quería sorprenderte.

Una sonrisa radiante se coloca en mis labios.

—Me alegra mucho que estés ahora aquí —aseguro. Los pasos resuenan por las escaleras, y pronto Ben aparece. La sorpresa es demasiado evidente en su rostro, luego se apresura a bajarlas para poder llegar hasta donde nosotras nos encontramos.

—Realmente no esperábamos su visita —murmura luego de saludar a mi madre —¿se quedará con nosotros? Aún tenemos una habitación disponible.

Lo que más deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora