Capítulo 2

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Si Iñaki pretendía descansar, le había sido imposible, una y otra vez todo lo que vivió junto Azahara y la manera de romper con la relación hacía que reviviera en su cabeza todos esos momentos.
La quiso. La amó como nunca hubiera imaginado que llegaría a amar a una mujer y sin embargo ella decidió dejarle una nota en forma de despedida. Aquellas palabras escritas sobre aquel palabra aún  podía recordarlas.
Y sin embargo, desde que supo que se casó supo inmediatamente que su corazón se ha dividido en dos. Y durante días, quizás meses se estuvo culpando qué fue lo que hizo mal para que ella tuviera que marcharse dejándole con un sabor agridulce y su autoestima vacía, ya que a nada le encontraba sentido.
Y ahora después de tanto tiempo, vuelven sus caminos a cruzarse de nuevo. Pero lo más le incomoda y al mismo tiempo  inquieta, es saber cuál ha sido el motivo de que el destino los ponga frente a frente.

Hasta el día siguiente, Iñaki no comenzó su trabajo.
Nada más entrar en su consulta, Paula pasó tras el con la excusa perfecta de poder revisar un caso de un paciente que debían operar. Aunque en realidad a Paula le atormentaba la idea de que Iñaki volviera a caer en la tentación y hacer como si no hubiera pasado nada entre su amiga y el.

—Paula buenos días, que tal te encuentras.—Con su habitual sonrisa, esa mirada jovial, Paula le respondía intentando sosegar los nervios que comenzaban a infiltrarse por sus hilos.

—Venía para que me ayudes con este informe. Tengo algunas dudas que desearía hablar contigo.

—Echo, ven y dile al tío Iñaki que te preocupa.—Pasando su brazo por sus hombros dándole un amistoso beso en su mejilla, Iñaki la invitó a sentarse, seguido comenzaron a leer el informe clínico del paciente.

En aquel momento Paula, se sentía
cómo la protagonista de un cuento de hadas. Su sonrisa se agrandaba a cada minuto que estaba cerca de Iñaki. Él con su ternura y carisma no solo la hacia de sentirse bien, sino que sus sentimientos hacia el fueran creciendo. Sin embargo por miedo a sentirse rechazada o llegar a perder ese cariño que durante los años que llevan trabajando juntos han ido formando, se deshiciera como un soplo de polvo.

En el momento que iban a salir para ver al paciente llegó Jairo.

—Que hay chicos.—Empezó saludando a Paula y después con un apretón de manos a Iñaki. Hablaron un rato referente algunos pacientes hasta que Jairo le anunció a Iñaki que Azahara había despertado.

Al escuchar de los labios de su compañero Jairo decir que su amiga había despertado y tener que presenciar como Iñaki se le borraba su sonrisa hizo que por un pequeño instante su corazón latira tan despacio que casi le costase respirar de la misma impresión.

—Gracias por avisarme. Después cuando termine mi turno iré a visitarla.

—Si no te importa yo voy ahora.—Interrumpió Paula deseando de irse.

Dejando atrás a Iñaki y Jairo comenzó caminando hacia la habitación de su amiga. Durante el tiempo que duró el paseo hasta llegar a la habitación tuvo que hacer un gran esfuerzo para sostener aquellas gotas rebeldes que necesitaban recorrer sus pómulos. Puesto que la idea de que su amiga estuviera cerca de Iñaki la entristecía. Para Paula Iñaki no era simplemente su compañero, era el hombre que la hacia volar sobre una nube cargada de alegría, cariño, esperanzas de que algún día llegase a ser algo más que simple amigos.

Al abrir la puerta y tras  hablar con una enfermera, Paula se quedó helada al escuchar que Azahara tenía amnesia temporal.
Abrió sus ojos al máximo sin poder creérselo.

Al acercarse a la cama, Paula susurró su nombre.

—¿Me conoces?—Con su mirada puesta en el vacío, Azahara le preguntó aquella chica castaña que la miraba como un bicho raro se tratase.

—Azahara soy Paula, tu amiga.

Azahara permaneció quieta como  una muñeca de plástico se tratara. Apenas podía hablar y sus ojos permanecían fijos en sus manos entrelazadas.

—Azahara amiga, acaso no sabes quién soy.

—No recuerdo nada. No sé ni cómo me llamo.

—Tranquila, yo cuidaré de tí.

—Pero yo tuve un pasado, una vida y no puedo recordar nada.

—Poco a poco, no te preocupes. Ahora dame tu mano y poco a poco te iré hablando de tu vida.

A pesar de intentar convencerla y que se sintiera mejor, Azahara seguía mirando a la nada dejando que sus lágrimas se resbalasen por sus mejillas.

Una mano se posó en el hombro de Paula dándole un pequeño susto. Al mirar esa mano, continuó   mirando hasta que se topó con un rostro serio, mirada brillante con signo de preocupación. Iñaki permanecía quieto, sin poder articular palabra observando aquella mujer que un día colmó su corazón de te quieros, y ahora aunque lo mirase no recordaba nada.

—Azahara. —Pronunciar de nuevo su nombre era como deshojar una margarita.
De nuevo encontrar se con ella había sido volver al pasado indagar en esas heridas que aún sigue cicatrizando se.

—Iñaki, Azahara padece de amnesia, por favor no hagas nada malo para entorpecer su recuperación.—Al notar como los dedos de Iñaki apretaban su hombro y su rostro se contrajo formando una línea en sus labios. Inmediatamente Paula se percató del enfado que seguía manteniendo Iñaki sobre su amiga. Y no era para menos después de cómo lo dejó tras un año de relación, sin decirle cual había sido la verdadera razón.
Casarse con un magnate de los negocios millonario. De aquella información se enteró meses después tras buscarla con la clara intención de recuperarla.

—Tranquila Paula, no diré nada. Debe agradecer que está sin memoria, si no ya hubiera mantenido un conversación con ella.

—Iñaki, olvida el pasado, ella rehizo su vida, haz tú lo mismo.

—Lo haré, pero antes debo quitarme está espina de mi corazón. —Lanzándole una mirada de odio, Iñaki se fue dejándolas solas. La presencia de Azahara le había afectado más de lo que el pudiera luchar contra el odio que creció después de dejarlo y el amor que aún sigue vigente en su corazón.

—¿Él también me conoce?—Preguntó Azahara tras haber escuchado la conversación que mantenían Paula e Iñaki.

Paula tragó saliva, su corazón empezó acelerarse y sus manos se cerraron en un puño. ¿Qué debía responder?
Ella ama en secreto a Iñaki, y Azahara es su amiga, y a la vez su rival. Puesto que  si llegase a enterarse de lo que pasó entre ellos, cabría la posibilidad de que Iñaki cayera de nuevo en su red. Conocía perfectamente a su amiga, como para entender que si la pelirroja se le metía algo en la cabeza deseándolo, no paraba hasta obtenerlo. Y Azahara, era una mujer agraciada en bella e inteligencia, por lo cual no le supondría ningún problema conquistar de nuevo a Iñaki.

—Iñaki al igual que yo somos tus amigos. —Fue lo único que pudo responder Paula. Cómo bien  sabía, una persona con amnesia hay que ir despacio hablándole de su pasado y su vida.

En ese momento llamaron a Paula, debía atender un caso. Se despidió de su amiga y se marchó aguantando las ganas de llorar.
Puesto que con su amiga de regreso, veía muy lejana la posibilidad de expresarle sus sentimientos ha Iñaki. De nuevo debía esconder su amor, y seguir interpretando el papel de compañeros y de amiga.

CAMBIANDO EL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora