Capítulo 23

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En ocasiones tomar una decisión puede o no ser demasiado fácil y más cuando el destino se ha empeñado en que lo que deseas se vaya transformando de ilusiones cargadas de felicidad a tener que llegar a conformarse con lo que la vida nos depara.

En ese momento Maximilian se encontraba terminando de abrocharse los botones de la camisa con su rostro serio y algo inquieto puesto que tener que decirle a la mujer que quiere y habiendo hecho planes de  casarse con ella, tiene que separarse por haber cometido un error. Para nada le resultaba fácil poder terminar con todo aquello. Iba a romper con su novia por casarse con la madre de su hijo. Tan sólo era eso, la madre de su hijo.

Haciendo un mohín sintiéndose decepcionado con el mismo, se marchó para buscar a Yvonne y llevarla al restaurante donde le daría la noticia.

Yvonne lucía preciosa con su vestido rosa. Su rostro brillaba de la misma felicidad, entendiendo que pronto se casaran empezó la conversación contándole todo referente a los preparativos y lo que esperaba de la boda.

Verla con sus ojos claros iluminados por la ilusión, hizo que él se sintiera cada vez más miserable. ¿Cómo le iba a decir que quería dejarla para casarse con otra mujer?

La velada continuó y Maximilian mirando a Yvonne fijamente a sus ojos, podía llegar a sentir como si una flecha lo traspasara. Nervioso, arrepentido por lo que iba hacer, buscó las palabras adecuadas para confesarle que esa misma noche terminaría su relación. El porqué no pudo decirlo, Yvonne comenzó alterarse y apenas lo dejó de seguir hablando de lo enojada que se encontraba en ese momento.
De la misma rabia que se percibía se levantó ofendida aguantando las lágrimas se marchó lo más deprisa que pudo del restaurante.

Mientras conducía a casa de Iñaki, Paula pensaba en la manera de arreglar las cosas con él. Al llegar a su casa tocó la puerta y lo que menos se esperaba Paula fuera que Azahara abriera la puerta.
Aquello le pilló por sorpresa, tanto que no podía ni atinar hablar.

—Si venías buscando a Iñaki él en este momento está en la ducha.

—Quiero hablar con él, no contigo.—Haciéndola hacia un lado, Paula pasó dentro del salón viendo a Iñaki con su pelo mojado. Efectivamente se había dado una ducha y ya puestos a pensar, por qué no habrá mantenido relaciones con Azahara. Aquello la decepcionó sintiéndose como idiota.

—Paula querías algo.— Se dirigió ha ella en tono evasivo.

—Solo quería hablar contigo e invitarte a cenar. Pero veo...—Sus ojos miraban hacia el sofá y después hacia su amiga que estaba  apoyada en el borde de la mesa.— Mirándolo bien he llegado en mal momento, creo que me marcho.

—Será lo mejor que puedes hacer Paula, como ves la cena estaba lista tan solo hemos empezado antes por el postre.

—¿Qué bien no? No veas cuánto me alegro de que os hayáis reconciliado. Porque estoy segura que a Iñaki sexo contigo no le falta, total es para lo que busca y tan amable se lo pones en bandeja. Os dejo chicos, yo tengo que irme nos vemos.

Alzando su barbilla manteniendo una sonrisa fingida. Paula salió de la casa de Iñaki hacia su auto sofocada. En verdad le había dolido demasiado saber que Azahara estaba cerca de Iñaki y más imaginarse que han estado juntos.

—Paula para, para.—Con su respiración agitada Iñaki logró darle alcance.

—Dime que te se ofrece.

—Paula no pienses lo que no es. Azahara había venido a llevarse sus cosas y tras haber discutido con ella me fui a la ducha pero te prometo que no habido nada. Créeme Paula, por favor.

—Iñaki, te creo. Aún así tú no tienes porqué darme explicaciones, eres un hombre libre. Yo...solo soy tú amiga.

—Paula tú eres más que mi amiga, eres la mujer que amo, la mujer que hace que todo se me olvide cuando estoy junto a ti y claro que quiero darte explicaciones de todo lo que hago. 

CAMBIANDO EL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora