El día estaba siendo un poco dificultoso para Raúl y algo comprometido. Primero tuvo que tomar la decisión de tener que trasladar a otro hospital a Paula tras haber mantenido una reunión con más miembros de la gerencia del hospital. Tras una hora reunido, pudo convencerles que Paula sería trasladada. Pero al parecer los problemas continuaban. El gerente de administración, le informó lo sucedido con Azahara. Era evidente que en un hospital la seriedad y la disciplina de los empleados era fundamental para el trabajo que debían desarrollar.
Después de marcharse el gerente, Raúl hizo llamar Azahara, y por alguna razón pensó también en llamar a su sobrino.
Como bien suponía Raúl, el motivo de la discusión fue causada por Paula. Azahara intentaba convencer a Raúl que ella solo ha sido una víctima de lo sucedido.
—De verdad Raúl ha sido Paula la que me ha ido a buscar yo no tengo culpa de nada.
—Desde luego no sé cómo te atreves a decir lo que no es. Si Paula ha tenido que ser trasladada a sido por tu culpa. —Plantándose ante ella, clavó una mirada negra en ella culpándola por lo sucedido con Paula. Iñaki estaba furioso y más después de haberse enterado de la noticia.
—Te resulta más fácil echarme a mí las cosas por cara, antes de asumir que clase de mujer es Paula. Trata de seducirte mientras está embarazada de otro hombre, como puedes ser tan estúpido. ¿Acaso pretendes cargar con el hijo de otro?
—Se acabó Azahara. Todo tiene su límite y tú lo has rebasado. En estos momentos y por petición de tu jefe te irás del hospital. —Colocando unos papeles encima de la mesa manteniendo la compostura, Raúl empezó a teclear en su ordenador. Después le hizo entrega de unos papeles, donde Azahara firma su despido.
—Se acabó todo Azahara. —Le dijo Iñaki muy bajito.
—Sí, ya se acabó. Pero me voy contenta de que al menos yo no he sido la única que ha salido mal parada. A pesar de amarte, me voy con mi cabeza alta. Ahora espero que pienses bien las cosas antes de tomar una decisión, admite que ese hijo no es tuyo, y tres son multitud. —Colocándose un mechón de su cabello detrás de su oreja, Azahara le echó un último visto aquel hombre que tanto amaba y por el que el destino no ha querido que tuvieran una segunda oportunidad.
Con su cabeza alta, y orgullosa Azahara tomó los papeles que le hizo entrega Raúl y se marchó para siempre del hospital y de la vida de Iñaki.
Exhausto, Iñaki aceptó el café que le ofreció su tío, tomó asiento en uno de los sillones con su mirada puesta en el vacío.
—Iñaki tienes que ser fuerte. Verás como todo tiene solución.
—Eso espero tío, que todo esta historia se aclare, porque para serte sincero tengo mis dudas y miedos. En cierto modo Azahara lleva razón, una pareja es de dos. Y si Paula decide casarse con Maximilian yo acabaría perdiéndola.
—Iñaki, no debes de anticiparte a los acontecimientos, debes de ser paciente puesto que la última palabra la tiene Paula. Estoy seguro que ella sabrá tomar la mejor decisión.
Durante un rato después, Raúl e Iñaki continuaron hablando hasta que éste tuvo que irse a quirófano.
Después de prepararse para entrar en quirófano, Iñaki junto a otros especialistas comenzaron a operar al niño de Amigdalectomía.
Horas después, todo el equipo de cirujanos terminaba satisfechos con la operación. No hubo ningún tipo de complicación y el niño se recuperaría favorablemente.
Mientras se cambiaba de ropa y se lavaba, Iñaki pudo escuchar una conversación que mantenía Maximilian con otro compañero.
Se aproximó un poco más hacia la pared para poder escuchar mejor, necesitaba saber que pensaba hacer Maximilian respeto a Paula.
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CAMBIANDO EL DESTINO
RomanceNadie sabe lo que nos repara el destino. Siempre sueñas con querer casarte con la persona que amas y sin embargo de un día a otro la vida te puede cambiar. Para Iñaki era todo un sueño poder casarse con Azahara su novia desde hace años y la que lo h...