Capítulo 17

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Enternecida por el apoyo recibido por parte de Iñaki, Paula le comunicó que seguiría con el embarazo. Él, conmovido por  esa intrepidez a la hora de buscar soluciones, volvió a estrecharla contra su pecho sonriendo de felicidad. Si aquello  que le estaba sucediendo a Paula era la señal por la cual debía permanecer a su lado, lo haría a pesar de notar dentro de él una pequeña tristeza de no poder expresarle en realidad cuando la desea y lo mucho que la quiere. En esos momentos, su amor hacia ella debía mantenerlo guardado puesto que estaba manteniendo una relación con Azahara.

La noche era cálida, y las parejas caminaban agarrados de sus manos enamorados, felices con la ilusión de que su amor no se marchite.

Esa misma noche, Marta había llevado con ella a Mariela para presentársela a Fidel. La cena estaba siendo un éxito. Mariela había congeniado perfectamente con Fidel. Tanto que él se había encariñado con Mariela. Era sin duda una niña muy dulce y tierna. Sin embargo la noche no estaba saliendo demasiada perfecta. Marta estaba abstraída jugando con su tenedor con la comida. El embarazo de Paula le hacía de pensar y a pesar de quererla ayudar no había encontrado aún la manera de hacerlo.

—Marta, te noto algo reflexiva. ¿Quieres contarme qué ocurre?—Los ojos azules de Fidel se posaron en ella que aún seguía pensativa sin percatarse de la pregunta.

—Marta.—Fidel tuvo que chasquear sus dedos para devolverla de nuevo a la realidad. Avergonzada Marta se disculpó. Tomó un sorbo de su copa mirando a Fidel contándole lo que sucedía, haciéndole prometer a éste que no contaría nada, puesto que Paula no quería que nadie se enterase de su embarazo.

—Vaya quien lo iba a decir. Sabes, me alegro por Paula, ahora en estos momentos está confundida, pero estoy seguro que tomará la mejor decisión. Y por supuesto no diré nada. Gracias por confiar en mí Marta, es un privilegio que aunque tan solo nos conocemos desde hace poco nos lleguemos a entender tan bien.

—Es todo un agrado poder desahogarme con alguien tan amable y gentil como lo eres tú. Aunque aún no sé cómo lo voy hacer para ayudarla.

—No estés triste Marta, ahora estoy yo aquí y por supuesto y si me lo permite Paula intentaré ayudarla. Es lo menos que puedo hacer después de haberme brindado su apoyo y haber sido sincera respecto a mi ex mujer.

—Eres encantador Fidel, comprendo que tu divorcio aun esté muy presente. Necesito que sepas que aquí estoy para lo que necesites, no dudes en pedirme algo me caes muy bien y esta noche te has portado muy bien con mi hija, no sé cómo agradecértelo.

—Tan solo déjame conocerte, seguir tratando contigo y con Mariela. Estoy seguro que podremos alternar nuestros compromisos para seguir conociéndonos.

Con afecto los dos se miraron, en verdad había cierto interés por parte de Fidel en seguir conociendo a Marta. Era una mujer hermosa, madura, inteligente, con un corazón bondadoso y se veía lo mucho que quería a su hija. Algo que deseaba él, poder tener algún día su propia familia.

Sin apartar sus ojos azules trasmitiéndole la devoción que le hacía llegar, se acercó hasta ella rozando suavemente con las yemas de sus dedos sus acaloradas mejillas siguiendo dibujando la comisura de sus labios. Lentamente se acercó a ella dándole un sensitivo beso. Un beso que le supo apacible para Marta, el cual recibió gustosa.

—Míralos, para que luego digan que el amor no tiene edad.—Le decía Paula a Iñaki que se encontraban en la ventana viendo como Fidel y Marta se besaban.

—Paula eres una maruja. Me parece bien que Marta por fin encuentre el amor. Ja,ja, ja y todo gracias a Azahara.

--Hey, cabrito no te burles. Yo lo veo tan hermoso, por fin después de tantos años soltera Marta por fin podrá vivir su momento de amor. Y Fidel se va llevar una buena mujer.

CAMBIANDO EL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora