ALIVE

Capítulo 7

Zayn está sangrando por el labio y me acerco a él rápidamente para ver cómo está. Las últimas palabras de Harry continúan rondando mi cabeza pero tengo que callar a mis pensamientos, ahora Zayn es lo importante.

-          Dios mío, ¿estás bien?-acaricio su mandíbula y me acerco a ver la herida.

-          No es grave, tranquila. Menudo hijo de puta, ¿de qué lo conoces?

-          Si te digo la verdad, de nada.

-          ¿Y cómo se ha puesto así de celoso si apenas os conocéis?

-          No se, yo tampoco lo entiendo, ignorémosle, no quiero perder el tiempo hablando de él-respondo.

-          ¿Quieres que volvamos a la fiesta?-pregunta.

-          La verdad es que se me han quitado las ganas, quiero volver a casa.

-          Te acompaño entonces-dice y salimos rápidamente de la fiesta.

Zayn me acompaña hasta el portal, apenas hablamos, nos hemos quedado un poco cortados desde la escena con Harry, ninguno de los dos sabemos muy bien qué decir. La noche había empezado muy bien pero el final no me había gustado nada, me había dejado un mal sabor de boca y sobretodo muy confusa y frustrada.

Saqué el móvil y le mandé un mensaje a Ashley diciéndole que me iba a casa con Zayn para que no se preocupara.

-          Siento que la noche acabara así-dijo Zayn.

-          No pasa nada, hasta el momento me lo había pasado genial-le sonrío pero rápidamente bajo la mirada, él lo nota y me rodea la cintura con el brazo.

-          Lo siento, de verdad quería hacer las cosas bien contigo, me gustas, Shay y creo que te lo he demostrado.

Si esas palabras me las hubiera dicho hacían un par de días en esos momentos estaría saltando de felicidad pero en ese momento sólo sentí una mínima ilusión, ni siquiera sonreí, era como si no pudiera hacerlo.

-          Di algo, por favor-dice mirándome con ojos suplicantes.

-          Quiero seguir viéndote-soy sincera, claro que quiero conocerle más, no le estoy engañando en ningún momento, ni si quiera hablo de lo que siento por él, más que nada porque ni yo misma lo se.

-          Yo también quiero que nos veamos, ¿quieres que quedemos mañana para tomar algo? Es sábado, te invito a cenar en mi casa si quieres-sus palabras me hacen sonreír, ¿de verdad quiere invitarme tan pronto a su casa?

-          ¿Sabes cocinar?-pregunto.

-          ¿Lo dudas? Me encanta, soy un hacha de la repostería, ya verás lo que te tendré preparado, más te vale venir con hambre.

-          Está bien-respondo entre risas.

Al poco rato llegamos a mi portal y surge ese momento incómodo en el que no sabemos cómo  despedirnos.

-          Te invitaría a subir pero están mis padres y…

Mis palabras son interrumpidas cuando sus labios besan los míos, la llama vuelve a encenderse, Zayn sabe cómo incitarme.

-          Hasta mañana, Shay. Te llamo y concretamos la hora.

No digo nada porque aun sigo algo mareada después del beso pero como Zayn sea para todo como es para besar las chicas que hubieran estado con él anteriormente serían muy afortunadas.

Contemplo cómo se va hasta que da la vuelta a la esquina y dejo de verlo. Cierro los ojos y suspiro, había sido una noche de emociones demasiado intensas y estaba agotada, el alcohol por fin se había bajado por completo y estaba casi totalmente sobria.

Entro en casa y voy directa a mi habitación, por suerte mis padres duermen y no tengo que contarles nada de la noche. Me pongo el pijama y me meto en la cama, por suerte me sumerjo rápidamente en la inconsciencia.

“No eres consciente de lo mucho que deseo tus labios” Sus ojos recorren la comisura de mi boca y pasa su dedo por mi labio inferior, siento la tentación de morderlo pero en lugar de eso acaricio su pecho con las manos intentando quitarle la camiseta, él me detiene sosteniendo mis manos entre las suyas.

“Todavía no, hoy soy yo el que quiere hacerte disfrutar” sus labios se posan en mi frente dándome un beso casto, descienden lentamente por mi nariz y llegan a mis labios, devorándolos casi por completo. Su lengua busca la mía y en nuestras bocas se produce una ardiente danza. Siento la humedad entre mis muslos sin poder evitarlo, sentir su cuerpo cerca de mí me provoca de una manera sobrehumana.

Se separa ligeramente de mí y suelto un gruñido de desaprobación, lo quiero cerca de mí. Contempla mi cuello y una sonrisa pícara surge en su rostro. “Voy a morderte el cuello hasta que te desmayes de placer” mis ojos se abren como platos ante sus palabras, ¿de verdad será capaz de hacer eso? Se lanza sobre mí como una bestia en celo y presiona fuertemente sus labios en mi cuello, gimo ante el contacto y me entrego a las sensaciones que él me produce.

Siento sus dientes clavarse en mi piel y no me importa en absoluto, es un dolor excitante que consigue volverme loca. Comienza a succionar mi piel con delicadeza pero presionando sin piedad y doy un grito ahogado. “Eso es, nena. Quiero oírte gritar por mí” sigue centrado en mi cuello, parece que tiene una obsesión con él. Sin embargo siento cómo su mano desciende por mi vientre hasta llegar a la cara interna de mis muslos, los acaricia con sus manos fuertes y se cuela entre mis pantalones cortos de pijama.

“Estos pantalones blancos te quedan muy bien, pero estarás mejor sin ellos” las palabras que susurra en mi oreja me producen escalofríos y me provocan un placer indescriptible cuando ni siquiera está tocándome. Desliza la suave tela por mis piernas y mi tanga de encaje negro sigue el mismo recorrido, ahora tiene vía libre para hacerme lo que quiera y no cabe duda que lo hará.

“Así está mejor” dice contemplando mi desnudez mientras me quita la básica de tirantes negra que llevo puesta, ahora sí quedo totalmente desnuda. Siento la necesidad de cubrirme pero él me sujeta los brazos fuertemente y comienza a descender por mi cuerpo.

“Quiero comprobar qué soy capaz de causar en ti” pronuncia esas palabras mientras introduce uno de sus largos dedos en mí y lo mueve despacio pero profundamente. “Estás más húmeda de lo que creía, dios, me estás provocando demasiado, Shay” acerca sus labios a mi clítoris y puedo sentir su aliento golpeándome, tengo que morderme el labio inferior para no gritar, tengo miedo a perder el control.

Su boca se apodera de mí por completo mientras continúa moviendo sus dedos cada vez más rápido, introduce otro esta vez haciendo que lo sienta todavía más. “Dios” gimo envuelta en sensaciones que jamás habían sido tan intensas. “Eso es, nena, déjate llevar” y eso es exactamente lo que hago, su lengua es la que me penetra esta vez y sus dedos masajean el centro de mi feminidad haciendo que llegue al orgasmo en escasos segundos mientras grito su nombre…Harry.