Capítulo 42

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Narra Harry

Al final siempre acababa cediendo. Siempre había sido un tío con las cosas claras y con unas opiniones marcadas que rara vez cambiaba. Sin embargo, ella conseguía ponerme a su merced en cuestión de segundos. Conseguía que una idea malísima se convirtiera en algo aceptable con sólo pronunciar dos palabras. Todavía me preguntaba cómo había permitido que aceptase el trabajo en el bar de Zayn, ya llevaba casi cuatro meses trabajando allí y seguía sin gustarme, ese tío y yo no encajábamos.

Shay siempre hablaba del poder que yo ejercía sorbe ella, pero no era consciente de lo que me provocaba, prácticamente me anulaba por completo.

Juntos éramos una bomba de relojería a punto de explotar. Éramos dos polos opuestos unidos por una atracción fatal que acabaría por consumirnos. Ella había sido la única capaz de controlar mis demonios pero por desgracia, éstos comenzaban a despertarse de nuevo, y yo sabía cuál era el motivo.

Faltaban un par de días para que “el día” llegara, y no podría hacer nada por evitarlo. Aunque intentase huir como siempre hacía, no serviría de nada. Intentaba no torturarme pensando en ello pero los recuerdos volvían a aparecer. Rescaté del último cajón de mi cómoda aquel diario que había dejado de utilizar prácticamente desde que había empezado a salir con Shay. Necesitaba desahogarme y con ella no podía hacerlo, no quería que cargara con mis movidas.

Empecé a escribir descargando sobre el papel de nuevo pensamientos demoledores.

15-11-2014

Llevo pensando en “ese día” desde hace un par de semanas y tengo miedo a que llegue. No se si podré enfrentarme con cordura a ese momento, estos malditos demonios no consiguen callarse.

 Pensé que ella era lo que necesitaba pero no se hasta qué punto me está ayudando. La amo, pero mi temor a que se vea afectada por todo esto me supera. Mis emociones está a flor de piel y no se cómo voy a reaccionar en cualquier momento. Tengo tanto acumulado dentro de mí que cuando estalle no quiero ni imaginar las consecuencias.

Arrasaré con todo y soy consciente de ello. Arrasaré con todo lo que se encuentre cerca de mí, incluida ella.

Narra Shay

El verano se había pasado demasiado rápido y por desgracia las clases habían empezado. Ya estábamos a mediados de noviembre y tenía que empezar a ponerme las pilas, no quería tener problemas con los exámenes de enero, necesitaba aprobarlo todo como fuera.

Continuaba trabajando para Zayn, ya llevaba casi cuatro meses y me encantaba. El sueldo era muy bueno y no debía esforzarme mucho, servir copas es bastante fácil. Harry seguía sin soportar que mi jefe fuera Zayn pero me daba igual. Con el dinero que había ahorrado me había ido a vivir sola, había alquilado un apartamento pequeño cerca de mi facultad y Harry y yo nos pasábamos allí la mayor parte del tiempo, era una buena forma de aislarnos del mundo.

No quería que la relación avanzara demasiado rápido, había aprendido la lección con Ashton, lo de ir a vivir juntos podía esperar, ninguno de los dos queríamos lanzarnos a la piscina, aun éramos demasiado jóvenes.

Harry estaba muy raro. Llevaba unos días de aislamiento total, diría que incluso se inventaba excusas para no verme y no sabía qué le pasaba. Sentía como si nunca contara conmigo para nada, si tenía algún problema podía contármelo, ya le había dejado claro millones de veces que estaba ahí para él pero seguía en sus trece y tragándoselo todo solo.

Aquel viernes me tocaba trabajar y como llevaba sin ver a Harry en toda la semana le mandé un mensaje desde el bar de Zayn.

“Seré toda tuya a las 3, vente un poco antes y te invito a unos chupitos. Tengo muchísimas ganas de estar contigo a solas para demostrarte lo mucho que te he echado de menos. Aquí te espero, guapo. No tardes mucho.”

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