Capítulo 41

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Narra Shay

Me despierto en la cama de Harry y sólo veo oscuridad. El reloj de la mesita de noche marca las cuatro de la mañana. Aun con los ojos cerrados extiendo mi mano intentado alcanzar a Harry pero no hay nadie al otro lado de la cama. Recorro con los ojos toda la habitación en busca de mi hombre sin éxito. Me inquieto preguntándome dónde estará.

Me levanto de la cama desnuda, sólo llevo puesta la pulsera de Harry. Ese día hacía dos semanas que me la había dado y todavía me quedaba sin respiración cada vez que la veía en mi muñeca. Cojo una camiseta de Harry y me la pongo. Estamos él y yo solos en su casa, Lou y Nat se han ido de fin de semana romántico al haber cancelado las vacaciones a Salou que teníamos preparadas. Como Ashton y yo ya lo habíamos dejado no me parecía bien hacer ese viaje.

Me recorro la casa de arriba abajo pero no está, no aparece por ninguna parte y comienzo a preocuparme, jamás se había ido sin avisar. De repente, escucho los acordes de una guitarra que proceden de la terraza. Es una melodía lenta y llena de dolor, está cargada de sentimiento. La voz de Harry resuena a pocos metros de mí y se me ponen los pelos de punta escuchándole. Me acerco poco a poco hasta apoyarme en el marco de la puerta que separa la terraza del interior de la casa.

Harry está sentado en una banqueta de madera llevando sólo sus pantalones de cuadros de pijama. Su pelo largo le llega casi hasta los hombros, está sumamente sexy bajo la luz de la luna. Sus manos acarician las cuerdas de la guitarra y ésta suena embelesada por su contacto. Hasta la guitarra se ve afectada por el efecto Styles. Su voz ronca y rasgada se clava en mi pecho y me hechiza por completo.

“And we won’t be going home for so long, for so long, but I know that I won’t be on my own, on my own. I’m feeling like…”

Su boca se cierra cuando capta mi presencia. Se da la vuelta quedando sentado frente a mí. Sus ojos esmeralda recorren mi cuerpo desnudo de arriba a abajo.

-          No sabía que estabas aquí-dice. Yo aun sigo sorprendida por lo que acabo de ver-y mucho menos que no llevarías nada de ropa.

Me sonrojo y cojo una manta que hay en el sofá del salón. Me tapo con ella y continúo apoyada en la puerta.

-          Sigue, por favor. No dejes de cantar.

-          ¿Te ha gustado?-pregunta. Parece no darse cuenta del talento que tiene.

-          Más que eso. Necesito más. Canta para mí.

Me sonríe dejando a la vista su perfecta dentadura. Miro su hoyuelo y de nuevo esa voz angelical me hipnotiza llevándome a su terreno, poseyéndome sin piedad y haciendo que deje de pensar completamente.

“Right now, I wish you were here with me. Cause right now everything is new to me. You know I can’t fight the feeling and every night I feel it. Right now I wish you were here with me.

And i could do this forever, and let’s go crazy together. Lights go down and I hear you calling to me, yeah…”

-          Y ahora vendría el estribillo otra vez. Eso es todo

-          Dios, es perfecta. ¿La has compuesto tú?-pregunto.

-          Sí, hace unos meses. Está dedicada a…

-          Tu madre-respondo rápidamente sin dejar que sea él el que termina la frase.

-          Sí, ¿te decepciona eso?

-          Para nada. Me parece un gesto precioso por tu parte.

-          Ven aquí-me dice apoyando la guitarra contra la pared y señalando a sus piernas para que me siente encima.

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