Capítulo 17

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Quiero ir detrás de él y evitar que se vaya pero no lo hago. Me obligo a dejarlo marchar, quizás tenga razón y sea lo mejor para los dos, sería una aventura demasiado tóxica. Intento ser fuerte y dejar un lado todo lo que se me pasa por la cabeza en ese momento pero mis sentimientos son más fuertes y rompo a llorar. Oigo un portazo y deduzco que es Harry, ya se ha ido y ahora sí para siempre, o por lo menos eso parecía.

Me seco las lágrimas, no quiero que los demás entren y me vean así. Me levanto de la cama para ir al baño a lavarme la cara y entonces veo algo que me llama la atención en el escritorio de la habitación de Natalie. Me acerco y me doy cuenta de que es el cuaderno de Harry, ha debido dejárselo sin darse cuenta. Siento la tentación de echarle una ojeada pero en lugar de eso lo guardo en mi mochila y voy al baño como tenía previsto.

Decido irme de allí, es lo mejor, tengo ganas de estar en casa y ya son las ocho de la mañana. Voy al salón y me encuentro a Liam, Lou y Natalie dormidos, no quiero despertarlos por lo que escribo una nota despidiéndome y diciendo que no me encuentro muy bien y que me voy a casa.

Me pongo mi ropa de calle, cojo la mochila y me voy a casa. Una vez allí voy directa a mi habitación y me siento en la cama. Saco el cuaderno de Harry y aunque dudo un momento finalmente lo abro.

24-05-2013

Hoy he vuelto a pensar que el mundo estaría mejor sin mí. No hay nada que me haga feliz. Siento un vacío en el pecho que se que no se va a llenar nunca. Los recuerdos continúan atormentándome y sólo veo una única salida.

Ya no me queda nada, sin ella nada tiene sentido ya, la echo de menos a cada segundo, era la única persona que me quedaba y se ha ido. Estoy solo y quizás me lo haya merecido, supongo que la vida me la está devolviendo por todos los errores que cometí hasta ahora. Ya no puedo más.

Me quedo sin palabras, parece como un diario, paso unas cuantas páginas y sigo leyendo.

3-10-2013

El dolor no se va a pesar de que han pasado muchos meses desde su muerte. No he conocido a nadie que merezca la pena en este tiempo. Únicamente sigo viviendo gracias a Louis, me aferro a él porque es lo único que me queda.

No estoy haciendo nada con mi vida y estoy insatisfecho. Llevo meses sin sonreír y sin tener esperanzas, cada vez veo más cerca el final.

¿El final de qué? Dios mío, no quería ni pensar en lo que Harry sería capaz de hacer. Continúo pasando páginas hasta que veo una fecha que me resulta muy familiar, demasiado, es el día en que lo vi por primera vez.

22-11-2013

Es la primera vez en meses que siento algo, no sabría cómo describirlo pero es un sentimiento muy diferente a los que estoy acostumbrado a experimentar.

A escasos metros de mí hay una chica leyendo “Romeo y Julieta”, es preciosa y acaba de mirar en mi dirección, me he puesto hasta algo nervioso y no estoy acostumbrado a reaccionar así con ninguna chica. Parece que viene de correr o de hacer algo de ejercicio, tiene un cuerpo atlético y bien proporcionado, además de unos ojos negros que transmiten vitalidad.

El deseo de acercarme y hablar con ella es enorme pero me contengo, no puedo entrar en su vida, no sería justo para ella, se merece a alguien mejor que yo, a alguien que le pueda hacer feliz y no vaya a hundirla.

Sus mejillas se han puesto coloradas cuando hemos cruzado miradas y de nuevo he sentido esos nervios. Estoy confuso, no se qué es lo que me ha hecho sentir esta chica pero sólo se que es la primera vez que alguien consigue hacerme sentir VIVO.

Dios mío, lo que había dicho de mí en aquel diario me hizo sonreír, todo lo que había dicho eran cosas buenas a pesar de haberme dicho más de una vez que yo no era su tipo de chica. Me sentí un poco mal por haber invadido la intimidad de Harry, me obligué a cerrar el cuaderno y no volver a ojearlo más.

¿Qué le habría pasado para estar tan jodido? Quería averiguarlo pero quizás ya era demasiado tarde. Mi teléfono suena y me sobresalto, es Natalie, descuelgo.

-          ¿Ya estás  despierta? ¿Qué tal has pasado la noche?-pregunto.

-          Vaya borrachera tía, cuando Harry y tú os fuisteis a la habitación me quedé yo sola con esos dos y todavía bebimos más.

-          ¿Pasó algo de lo que tuvieras que arrepentirte?

-          No me acuerdo de mucho la verdad pero creo que me lie con Louis.

-          No me sorprende, después de las indirectas en el “yo nunca” que te lanzó no me esperaba otra cosa.

-          Me acaba de llamar Harry, por eso quería hablar contigo.

-          ¿Qué te ha dicho?-pregunto alterada.

-          Se ha puesto como un loco diciendo que había perdido una agenda o algo así, miré por toda la casa y no aparece. Me dijo que si la tenías tú que me la trajeras a mí para devolvérsela.

¿Ni siquiera estaba dispuesto a quedar conmigo ni para que le devolviera el cuaderno? Menudo cobarde. Miento a Natalie y le digo que no se de qué me está hablando.

-          Que va, yo tampoco vi nada.

-          Vaya. ¿Y qué tal con él anoche?

-          Pues nada, al final quedamos en no volver a vernos y casi mejor-miento, no quiero que me mate a preguntas.

-          ¿Estás segura?

-          Segurísima, no es bueno para mí, eso lo tengo muy claro. Tengo que dejarte Natalie, mi madre me está llamando-miento otra vez.

-          Está bien, Shay. Ya nos veremos.

Cuelgo el teléfono y marco el número de Harry. Necesito verle aunque sea una última vez para despedirme de él. Pienso en la cantidad de tonterías que estoy haciendo por culpa de un tío como él y me doy cuenta de que Harry se está convirtiendo en una necesidad.

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