Agresivo. ©

CAPÍTULO 11

Trataba de caminar lento, el tobillo le dolía ligeramente pero había dejado de usar los muletas y sus costillas operadas le impedían hacer algún esfuerzo. Aún debía descansar, sabía que tenía todos los permisos necesarios para las clases y que al salir del hospital se mudaría a un hogar comunitario, la sola idea de tener que vivir con desconocidos que sentirían lástima por él, lo aterraba. Pero de alguna forma le aliviaba el hecho de que no había sido un asesino, los doctores le informaron que al ingresar su padre de emergencia, el bolígrafo se encontraba peligrosamente cerca de su yugular pero no había hecho daños colaterales que afectara gravemente su salud.

Danny ya no era tan monstruo, y era algo que ansiaba comunicarselo a alguien, a Louis.

Por ello al fin decidió activar el wi-fi del hospital e ingresar a la cuenta de Katherine, a quien pronto le llegaron notificaciones y mensajes.

Louis: Kat, ¿estás bien?

(2) ¿Por qué no apareces?

(3) Han pasado unos días.

(4) ¿Estás molesta?

(5) Te extraño, es raro, pero me gustas y quisiera hablar contigo en persona.

(6) Me gustarían unas respuestas.

(7) ¿He hecho algo malo?

(8) He decidido buscarte.

(9) Necesito hablar contigo.

(10) ¿Por qué nadie te conoce?

(11) Los profesores me dicen que no hay ninguna Katherine Ferreira.

(12) ¿Qué está pasando?

(13) He preguntado por los demás cursos y nadie te conoce.

(14) ¿Quién eres?

(15) Ha pasado mucho tiempo, he visto las noticias de Danny.

(16) Dijiste que quizás el me sorprendería. Tenías razón, no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

(17) No puedo evitar recordarte. Me pregunto muchas cosas, pero sé que me mentiste.

(18) Creo que merezco explicaciones.

(19) En serio me gustabas...

(20) Me siento como un idiota.

(21) Aún quiero hablar contigo.

(22) Espero que estés bien.

(23) Ha pasado casi un mes.

(24) No te supero.

(25) ¿Me dirás Louser de nuevo?

(26) Te extraño.

Danny no era de los que huía, quería enfrentar esto. Quería arriesgar sabiendo que podría perder, ¿Pero qué más daba si perdía o no? Era una carga que debía soportar, debía dar la cara. Aunque estuviese nervioso, con el corazón en la mano y al borde de las lágrimas como lo estaba ahora.

¿Por qué la vida se empeñaba en ser tan cruel? No tenía sentido, no entendía nada, no quería estar solo, pero el tiempo de ser otra persona ya se había acabado.

Louis sí que merecía una explicación, y se recogería las pelotas para dársela.

Le dio ternura, sustos y espasmos al leer cada letra, leía una y otra vez los mensajes.

Su corazón se deslocaba.

Su respiración se aceleraba.

Su piel se calentaba.

Y sus lágrimas se deslizaban.

No estaba siendo débil, estaba enfrentando el dolor, y aunque lo hiciera con lágrimas, lo estaba haciendo. Tenía miedo, estaba desesperado. No quería perder a su único amigo aunque en el fondo sabe que esto es lo que había tenido que ocurrir. De hecho, nada de esto hubiese pasado si no fuera por la culpa de Michael y sus tonterías.

Pero no importaba, ya nada de eso importaba. Agradecía que el asunto no había llegado a un punto grave y que Louis no le haya dado algún nude, sólo sería un asunto que con toda la esperanza del mundo esperaba que quedase entre ellos.

No quería pensar mal de Louis, él era diferente.

Pero siempre esperaba lo peor de todos.

Katherine: Necesitamos hablar, ven al hospital central, habitación 206.