Avengers Academy

23 Especial

Hace 30 años

Steve

Natasha y yo huíamos de SHIELD, junto con el pen drive del Director Furia, muerto hacía un par de semanas, asesinado por un hombre llamado Soldado de Invierno. Íbamos hacía un centro comercial vestidos de incógnito, ella llevaba una sudadera con capucha puesta y unas zapatillas. Y yo llevaba una gorra y unas gafas.

Cuando entramos nos acercamos a la tienda de Apple, Natasha metió el pen drive y tecleó.

-¿Qué es lo que intentas?

-Busco el lugar de donde ha salido el pen drive, la persona que lo ha encriptado es un poco más lista que yo. Solo un poquito. Tenemos unos diez minutos antes de que sepan donde estamos.

Yo miraba a todos lados, un empleado de la tienda se acercó. Tenía el pelo largo y gafas.

-¿Os puedo ayudar? -nos preguntó cuando vio que Nat estaba tecleando.

-Ehh...

-No se preocupe, mi prometido y yo -la miré cuando pronunció la palabra marido-, estamos buscando un sitio para ir de luna de miel.

-Sí, vamos a casarnos -dije con una sonrisa y una voz de tonto.

-¿A Nueva Jersey? -preguntó cuando miró la pantalla del ordenador. Los dos miramos hacia la pantalla.

-Claro -dijo Natasha mientras me abrazaba. Yo para seguir la tapadera le pasé un brazo por el hombro.

Mi corazón comenzó a acelerarse, y cuando se separó de mí, algo me molestó. El hombre se me quedó mirando.

-Yo tengo unas gafas igualitas a esas.

-Vaya sois igualitos -dijo Nat.

-Más quisiera, pedazo de cuerpo -dijo el hombre señalandome entero-. Si necesitan algo soy Aaron.

El hombre se fue.

-Has dicho diez minutos.

-Tranquilo -me dijo-. En Wheaton.

Me acerqué más a la pantalla.

-¿Lo conoces?

-Lo conocía.

Quitó el pen drive y salímos caminando rápido. Ella aflojó el paso.

-¿Nunca has ido de incógnito, Rogers? -dijo en tono burlón.

-No, pero estas zapatillas se me salen -dije, ella se rió y a mi se me escapó una sonrisa.

Cuando bajábamos por las escaleras mecánicas, Natasha iba delante y de repente se giró.

-Besame.

-¿Qué? -pregunté perplejo y un poco nervioso.

-Dar gentos de amor y cariño en público suele incomodar a la gente -habló.

-Normal -dije cada vez más nervioso.

En ese momento vi a uno de los agentes de SHIELD. Él no me había visto, Natasha me cogió de la nuca y me besó, tardé en reaccionar pero le cogí suabemente de la cintura. Cuando estabamos ya en la planta de abajo nos separamos, ella sonrió.

-¿Estas incómodo Rogers? -preguntó con burla.

Yo sonreí. Incómodo no es la palabras que usaría. Habíamos despistado a los agentes y salido del centro comercial sin que nos vieran. Pero ahora el que tenía un problema era yo en mi corazón.

Robamos un coche y nos fuimos hacia Nueva Jersey. Al sito al que íbamos era mi antiguo campamento, de cuando me alisté a la guerra.

Natasha puso los pies encima de la guantera del coche.