Avengers Academy

26. Familia

Raina

-Mamá, ya estamos aquí -dije yo entrando detrás de mi hermano y cerrando la puerta.

-Estoy en la cocina -dijo ella.

Dejé las llaves en el recipiente del mueble. Mi madre había alquilado un apartamento, no le gustaba mucho vivir en la Base de los Vengadores, aunque tenía una habitación, prefería mucho el silencio, y el apartamento nuevo estaba en una zona bastante tranquila.

-Pensaba que íbamos a comer fuera -dijo Andrew.

Cuando llegué al comedor, la mesa estaba puesta para cinco personas. Dos a los lados y uno al extremo de esta.

-Lo sé, pero... -calló de pronto.

-Mamá -dijo Andie entrando en la cocina. Yo lo seguí, mi madre no estaba sola.

Había un hombre rubio y un chico rubio, un poco mayor que nosotros, aunque no mucho. Al chico lo había visto en alguna parte pero no me acordaba.

-¿Quiénes son? -preguntó mi hermano.

-Andrew -le regañó mi madre.

-¿Qué? -le salió la voz de pito, yo ne reí.

-Ray, Andie, ellos son Dorrick y...

-¿Qué haces aquí? -le dije al que se supone que era mi padre.

Andrew levantó una ceja, él no sabía quien era, pero yo jamás me olvidaré del hombre que nos abandono para irse a otro planeta.

-Me alegra que me recuerdes -dijo Walter Lawson o Mar-Vell.

-Como te tenemos que llamar, señor, Walter, Mar-Vell o papá -dije enfadada.

-¿Papá? -habló mi hermano, abrió los ojos y lo miró-. Papá -le salió una sonrisa y a mi padre también, Andrew fue a abrazarle.

-Hijo -dijo él devolviendole el abrazo-, cuanto os he echado de menos.

Todos me miraron.

-Yo no pienso darte un abrazo -dije enfadada-, despues de 10 años apareces aquí -miré a mi madre- y tu le abres la puerta, ¡mamá! -dije regañandola.

Ella se encogió de hombros con una pequeña sonrisa. Yo negué enfadada con ella.

-¿Podemos hablar, mamá? -la miré-. A solas.

Ella asintió, nos fuimos al pasillo a hablar.

-Me lo prometiste -le dije enfadada-, me prometiste que no le abrirías la puerta, me prometiste que si volvía nunca le responderías, y sin embargo, aquí está, después de todo este tiempo.

-No se si una vez te conté la historia en donde casi lo pierdo -negué con la cabeza-, intentábamos salvar a todo el mundo, pero no podíamos. Tu padre se despidió de mí, en el fondo de mi corazón sabía que nunca más lo iba a volver a ver, pero aún así lo dejé marchar, además yo tenía otra misión. Tu padre salvo a mucha gente, no fue después de dos años que supe que estaba vivo.

La escuché atentamente, mi madre estaba profundamente enamorada de mi padre, y yo sabía que para ella, admitirlo era muy difícil. Así que decidí que por ella le iba a dar una oportunidad. Le di un abrazo a mi madre.

-Estoy dispuesta a... -me interrumpió.

-No he terminado -dijo con una sonrisa-, me enfadé con él por no intentar contactar conmigo en esos dos años, fue porque no podía levantarse de una cama, estuvo un año y medio recuperándose y el otro medio buscándome.

-Mamá, le voy a dar una oportunidad, pero lo que hizo no se lo puedo perdonar tan rápido -le dije cruzandome de brazos.

-Lo sé, cuando se despidió de ti antes de marcharse, se lo dijiste, le dijiste que no se lo perdonarías. Al contrario que tu hermano, que solo le dijo que le trajese algo del otro planeta cuando regresase, se dio la vuelta y se marchó a su habitación. Nunca he entendido eso de tu hermano.