Avengers Academy

24. Verdades

Natasha

Mis dos hijos se habían enterado de la verdad, y habían salido corriendo uno enfadado y otra decepcionada. Me tuve que sentar, me empecé a marear.

-Nat, lo siento -me dijo mi todavía marido, se sentó a mi lado y me pasó una mano por el hombro.

-¿Estas contento? -le dije enfadada a mi padre.

-Sí, ellos se merecían saberlo. Y vosotros no podéis seguir viviendo así. Si estáis casados tenéis que actuar como tal.

-Es mejor que te vayas, papá -dije-. Vete al hotel, ahora mismo necesito pensar en lo que ha pasado y como vamos a arreglarlo.

Mi padre asintió y se marchó por el lado contrario por el que mis hijos se habían ido. En ese momento, me eché a llorar. Steve me atrajo a su pecho, me dio un beso en la cabeza. Estábamos casados, pero no vivíamos una vida matrimonial, y que hiciera eso, me reconfortaba mucho. Me levantó la cara y me limpió las lágrimas.

Nos quedamos así un rato. Lo echaba de menos, echaba de menos los momentos con la persona que quería, intentamos estar separados, funcionó durante un tiempo, pero después llegaron los celos, los niños crecieron, y la relación se quedó en un punto muerto. Lo miré a los ojos y él a mí, le besé. Sus besos eran como los de siempre, cálidos. Dios, lo echaba de menos.

-¿Qué vamos a hacer, Steve? -coloqué mi cabeza en su hombro.

-No lo sé. No lo sé.

Nos levantamos, teníamos una reunión, pero si soy sincera, eso es lo menos que quiero hacer ahora.

En la reunión, Clint dejó unos papeles encima de la mesa.

-A.I.M. está reclutando a criminales -cogí la carpeta y miré todas las fotos que había, una en particular que me llamó la atención-, no sé que es lo que está tramando, pero la semana pasada alguno de ellos atacaron una institución biológica, todavía siguen buscando lo que se han llevado.

Le pasé la foto a Steve. Él la cogió y la miró, la dejó en la mesa y me miró.

-Perdonad -dije y salí de ahí agobiada.

-Nat, ¿estas...

-No, no estoy bien, Steve. Pensaba que ella había desaparecido de nuestras vidas, pero no es así.

-Oye, todo va a salir bien, ven aquí -me atrajo a si y me abrazó para tranquilizarme-. Volveremos a tener a nuestros hijos y Yelena no nos separará esta vez.

Cassandra

Salí a los jardines, no había nadie. Me senté con una sola idea en la cabeza, quería ir al ayuntamiento, pero no me atrevía, quería ir al cementerio, pero no me atrevía. Levanté la cabeza, mientras me limpiaba una lágrima. Vi a James acercarse.

Se sentó a mi lado.

-Así que somos hermanos -dije yo-. Vaya, 16 años sin saberlo, eso es mucho tiempo.

-Lo sé -dijo derrotado-. Sabes ahora entiendo mejor porque me estaba pasando esto -levantó la mano y le salió alguna que otra chispa.

Yo levanté la mi mano, también había chispas. A veces me costaba mucho controlarlo, la velocidad si lo podía controlar pero a veces no aguantaba, ya que no lo controlaba bien del todo.

-Voy a ir al registro de nacimientos de Brooklyn, ¿quieres acompañarme? -le pregunté.

-¿Crees que nos darán nuestras partida de nacimiento?

-Eso espero, no tenemos 21 años pero tenemos derecho, ¿no? Además quiero pedir en el ayuntamiento los papeles del matrimonio de nuestros... padres -dije-. Necesito comprobar que es verdad, necesito saber porqué nos han separado y ellos han seguido juntos. No es justo. Nos merecemos una familia, nuestra... esta rota. No hemos crecido juntos, no... -agaché la cabeza.