Nota: Antes de empezar, quería deciros que me voy a centrar solo en un par de personajes concretamente ahora mismo, Cassandra, James, Edward, Byron, Torunn y Raina. Esos son los principales. También quiero disculparme por no actualizar, necesitaba estar un poco alejada de esta historia porque estaba un poco quemada, pero espero que os guste es capítulo.
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Cassandra
—¿Qué te ha dicho? —le preguntó Raina a Leila cuando entró por la puerta sin mirarla, yo giré mi cabeza hacia ellas y vi como un par de lágrimas corrían por sus mejillas.
Raina y yo nos levantamos rápidamente cuando a mi amiga de rizos morenos le fallaron las piernas y se cayó de rodillas, rompiendo a llorar. Ni siquiera lo pensé, di un par de pasos grandes y la abracé, Raina hizo lo mismo. Miré a mi amiga rubia quien fruncía el ceño bastante enfadada. Sabía lo que estaba pensando, sabía lo que quería hacer, yo también quería hacerlo pero sabía que no podíamos, al menos no ha su manera.
Negué con la cabeza, abracé más fuerte a Leila mientras lloraba y se protegía el estomago. Le aparté el pelo de la cara para mirarla y limpiarle un par de lágrimas, inútilmente, ya que no paraban de correr por sus mejillas.
—Ahora vuelvo, Raina se quedará contigo —dirigí mi mirada a la rubia quien asintió con la mandíbula tensa.
Me levanté dispuesta a buscarlo yo, no me fiaba de Raina, conociéndola seguro que le parte las piernas, literalmente.
Me dirigí directa a la sala, donde sabía que se encontraba. No entendía como Dylan podía ser así, ese no era él, para nada. Desde que empezamos la academia, no incluso antes, en la torre de los Vengadores fue cuando comenzó a cambiar, aunque realmente todos comenzamos a cambiar.
Mientras caminaba pensé en lo que ocurrió justo después de la misión simulada y de la discusión con mis padres, después de eso volví a discutir con James, no llegamos a las manos como la otra vez, pero cuando se marchó y me dejó con la palabra en la boca, me enfadé tanto que fundí las luces de toda la Academia.
La expresión de Byron no me había dejado en un par de días, ya ni siquiera me miraba. Solo era una misión simulada, quería guardarme mi misión, podíamos hacerlo, y quise hacerlo.
Estaba cabreada con mis padres, por mentirme, por engañarme, quería que supieran lo que es ver como yo también se mentir y engañar, lo que no había contado era, que no estaba mintiendo a mis padres, sino a mi amigo, con el que, además sentía algo.Cerré los ojos a la vez que me regañaba a mi misma, sin embargo, no nos habíamos besado, ni siquiera sabía si a Byron le gustaba, aunque Ray ya me había insinuado un par de veces que sí sobre todo en la conversación que tuve con ella el día de las 20 vueltas, de la clase de mi padre, justo antes de que me enterara de todas las mentiras que me habían contado y todos los engaños y secretos que me habían ocultado.
Cuando llegué a la sala de estar, vi a Dylan jugar con Byron al billar, me mordí el labio, ni siquiera sabía que era lo que le iba a decir sin revelar el embarazo de Leila a Byron. Al final, el chico estaba tan enfadado el otro día y decepcionado conmigo que no nos había llevado al hospital, nos la tuvimos que apañar para ir y volver.
Me acerqué a ellos, que todavía no me habían visto y carraspeé. Los dos se giraron rápidamente hacia mi sorprendidos. Byron me miró misteriosamente, como si intentara descifrar con quién estaba intentando hablar. Me quedé mirando sus ojos azules con los que siempre me hipnotizaba. Por alguna razón, los comparé con los de Edward, que eran de un azul más intenso y una gama de tonos azules, mientras que los ojos de Byron, eran claros que te dejaban hipnotizada o en una especie de trance. Volví a carraspear y miré hacia la mesa de billar intentando distraerme y a la vez tratando de pasar desapercibida.
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Avengers Academy
أدب الهواةCuando los Vengadores se dan cuenta de que sus hijos podrían ser muy poderosos, deciden fundar una academia en la que, no solo estan sus hijos, sino casi todos los hijos de los superhéroes. Los Vengadores desean entrenarlos para que sean los sigui...