Capítulo 19

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Ambos se quedaron caminando, unos largos minutos. Frank decidió tomar la mano de su chico y entrelazar sus dedos, como resultado obtuvo un sonrojado chico. Estaba claro para ambos que amigos, en todo su esplendor, ya no eran, era obvio su cariño mutuo, y se sentían bien. Alex se apegó más al mayor y abrazó su brazo con ternura.

-Llévame a algún lugar bonito –Pidió con una tierna voz.

-Como lo ordene mi pequeño –Respondió depositando un beso en su frente.

Tiró un poco de la mano del menor y lo dirigió al último piso del edificio en donde estaba su apartamento. Frank amaba ese lugar, sobre todo cuando el sol estaba bajando, como ahora, era todo un espectáculo. Se detuvo una vez salieron y soltó la mano de Alejandro, él se acercó a la baranda y observó embelesado.

-Es muy bella la vista Frank –Sonrió.

-Mis vistas también lo son –Alex se sonrojó cuando se volteó y notó que Frank tenía sus ojos sobre él.

-¿Cómo conoces este lugar?

-Vivo aquí, me encanta subir cuando algo me angustia, cuando necesito pensar o a veces sólo para ver esto.

-Entiendo por qué, es fascinante.

Se sentaron en la banquita que yacía en aquel lugar contemplando la hermosa vista que el sol les regalaba, Alex estaba fascinado, era tan bonito de ver el cielo rojizo y los rayos de sol desaparecer lentamente, toda su atención la tenía aquella obra de arte, cuando sintió como Frank lo rodeaba con uno de sus brazos y besaba su frente, no podía evitar enamorarse de cada gesto que él hacía, lo cuidaba mucho, lo protegía, le quería, no había ninguna duda de eso. Dejó reposar su cabeza en el hombro del mayor y continuó mirando los últimos rayos de luz.

-¿Qué te gusta de mí? –Soltó de pronto Alex.

-¿Por qué la pregunta, pequeño?

-Sólo... quiero saber –Frank sonrió.

-Pues ¿Por dónde empiezo...? Me encanta pasar tiempo contigo, sentir tu presencia, saber que estás ahí... adoro mirar cada rasgo de ti; tus ojitos obscuros, tu sonrisa blanca, tu cabello... disfruto tanto simplemente abrazándote, sintiéndote en mi pecho... notar lo tierno que eres, y lo adorable que es tu estatura...

-¿Te gusta mi estatura? –Cuestionó, levantando la mirada hacia Frank, pues él realmente detestaba su estatura.

-Sí, es perfecta –Dijo acariciando su hombro mientras dejaba reposar suavemente su cabeza sobre la de su chico- ¿Y a ti pequeño? ¿Qué te gusta de mí?

-Lo atento que eres, que estás conmigo siempre... me gusta tu mirada profunda y tu sonrisa contagiosa... me encanta cuando me abrazas, amo tu actitud protectora... me tratas como si fuese lo más valioso del mundo, amo como me haces sentir, Frank.

-¿Y cómo no hacerlo? Yo te quiero mucho...

-Yo también te quiero... -Los dos se miraron a los ojos con sus respiraciones mezclándose, queriéndose mutuamente- Creo que... -Se alejó sonrojado- deberíamos irnos... está haciendo frío.

Se puso de pie, notando que el sol ya se había ocultado y que la obscuridad y frío de la noche ya se estaban haciendo presente. Ambos comenzaron a bajar para continuar caminando por las calles de Madrid.

-¿Quieres hacer algo? ¿Ir a algún lugar tal vez, o sólo volver?

-¿Qué te parece si vamos a un antro?

-Hecho –Sonrió el más alto.

Síndrome de Cotard | StaxxbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora