Capítulo 33

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Alex abrió sus ojos lentamente, tuvo que adaptarse a la luz del día.

¿Dónde estoy?

No sentía sus piernas, volteó a mirárselas y notó que la mano negra ya no estaba, ya no escuchaba voces ni nada. Pero también notó que sus piernas estaban cubiertas de sangre. Había algunas personas rodeándolos, estaban en la calle. 

¿Qué...?

Se sentía débil, sin fuerza alguna, notó que estaba sobre Frank, el cual sólo vestía su ropa interior, pero estaba lleno de sangre, y su cabeza estaba rodeada de un charco de ésta.

-¿Frank...? –Llamó asustado, pero éste no despertaba.

Una de las personas que los observaba se acercó y se agachó al lado de ambos, puso dos dedos sobre el cuello de Frank. Los miró a ambos. Y, con una expresión de tristeza, se dirigió a otro hombre que estaba ahí.

-El pequeño está débil... pero el muchacho se ha ido...

¿¡Qué!? ¿¡Se ha ido!? ¿¡Tal y como Eva lo hizo!? ¡No!

Alex quería gritarlo, pero estaba realmente débil.

-Ven, niño, tenemos que llevarte al hospital.

-No... no quiero... quiero ir con él –Dijo en un tembloroso susurro, con lágrimas en sus ojos, no quería estar solo.

-Muchacho por favor, te puedes salvar... -Volvió a decir el hombre, intentando tomarlo en brazos.

-Váyase... se lo suplico... déjeme volar con él... -Abrazó el cuerpo, ya inerte, de su novio.

-No puedo hacer eso.

-George, déjalo –Le pidió el otro hombre-. Déjalo ir...

El hombre comenzó a soltar lentamente a Alex, quien mostró, como pudo, una sonrisa.

-Gracias... muchas gracias... -Susurró cerrando sus ojos.

Síndrome de Cotard | StaxxbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora