-¿Qué intentas pequeño? –Intentó hacer sonrojar al menor
-Hacer que me beses –Sonrió, sorprendiendo gratamente a Frank-, creí que estaba siendo obvio.
-Demasiado.
-Entonces...
Sus coqueteos fueron interrumpidos por el sonido del móvil de Frank, el cual desde la mesa mostraba cómo estaba recibiendo una llamada de Guillermo. Ambos voltearon, algo molestos, a ver de dónde provenía aquel inoportuno sonido.
-Es Guillermo... -Informó con algo de pesar.
-¿Guillermo? –Murmuró levantándose y permitiendo que Frank cogiese el móvil.
Francisco se puso de pie y contestó en la cocina. Alejandro se quedó pensando, confundido.
¿Una llamada de Guillermo?
Estuvo con ese pensamiento rondando en su cabeza, creyendo que ya estaría llegando la hora de su amigo. Decidió ir a su habitación pero al llegar al segundo piso su vista se desvió a algo que llamó su atención en el balcón.
No puede ser...
Una muchacha de cabello castaño estaba de pie frente a la baranda, vestía delgadas prendas color blanco las cuales ondeaban con tranquilidad al igual que su cabello, estaba de espaldas, pero Alejandro sabía perfectamente de quién se trataba.
-¿Eva...? –Habló perplejo.
Se acercaba lentamente a aquel espectro, que no movía un músculo, sin dejar de mirarla, seguía igual de bella, recordaba su cabeza calva por las quimioterapias pero al parecer su cabello había vuelto, no usaba ese pañuelo en la cabeza que ella tanto insistía en llevar, a pesar de que él le decía que era hermosa de igual manera, pero debía admitir que su cabello ondeante era algo lindo de ver.
-Eva, no sabes cuánto te extrañé -Suspiró con una sonrisa, acercándose más rápido- ¿Por qué no fuiste a nuestra banca? Te estuve esperando tanto, qué bueno que ya estás aquí.
Alejandro estuvo a punto de tomar su mano pero la detuvo.
Si estás aquí ¿Frank se irá?
No había pensado en eso. No quería que Frank se vaya, pero quería estar con Eva, había esperado tanto por ello. A su mente llegaron varios bellos momentos con Eva al igual que con Frank, quiso convencerse que no estaba enamorado de Frank, pero, quisiese o no, era algo que ya le estaba pasando. Cerró sus ojos con fuerza, alejando todo pensamiento que involucrara a Frank.
Yo estoy aquí por Eva, a eso vine.
Se convenció a sí mismo de ello y volvió a abrir los ojos, pero al hacerlo se percató que la ánima ya no estaba.
Un fuerte mareo atacó su integridad. ¿Había sido aquello real o no? Alejandro retrocedió con las manos en su cabeza, intentando amenizar el mareo, pero éste continuó hasta tirarlo a suelo. Una vez su cuerpo se había desplomado en el suelo, comenzó a sentir un mal olor, además de sentir cómo algo bajaba por sus brazos.
-¿Qué...?
Alex deslizaba sus manos por sus brazos intentando quitarse aquella sensación, pero era inútil, se puso de pie y corrió escalera abajo, estando apunto de tropezarse. Al llegar a la sala notó que había comenzado a sudar frío. Comenzó a mirar hacia todos lados.
¿¡Dónde está Frank!?
Su casa parecía haber estado abandonada con años, ante sus ojos se menguaba cada vez más, las paredes se llenaban de moho, el piso crujía cada vez más bajo sus pies y las ventanas comenzaban a agrietarse. Alex daba vueltas desesperado, asustado, sin saber qué pasaba. Escuchaba voces, sentía cosas raras que bajaban por sus brazos, sus piernas temblaban, olía extraños hedores. Quiso correr lejos de aquel lugar pero sentía un peso en sus brazos, cerca de los hombros, algo extraño que lo sujetaba y le impedía escapar. Escuchó como aquellas voces y murmullos pronunciaban su nombre una y otra vez.
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Síndrome de Cotard | Staxxby
FanficEl síndrome de Cotard es un raro trastorno que hace creer al padecido que está muerto, se acompaña usualmente de alucinaciones de todo tipo, y en ocasiones arriesgar la vida sin saberlo. El padecido piensa que es un alma en vela vagando en el mundo...