Detrás De La Corona

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Puedo contar con los dedos de una sola mano las cosas en las que soy bueno y ser un buen gobernante no entra dentro de esas cualidades, siempre supe que cuando creciera por derecho de nacimiento debia ascender al trono ponerme la corona y dirigir a Calor. Yo nunca le temi a una pelea, de haber una guerra sin duda me alistaria entre las filas para pelear porque soy bueno en ello, se que soy bueno pero cuando mi padre me da sus típicas charlas de rey a futuro rey solo quiero salir huyendo, esconderme en un lugar lejano para jamas volver a pisar el reino porque sentarme en ese trono me aterra. Cuando era niño solia quemar casi todo lo que tocaba porque mi don era volume, la flama me controlaba, un rey puede tener días malos, muy malos y estresantes pero nunca debe dejar que eso le afecte a la hora de diriguir el reino, hoy en día con dieciocho años de edad mi don esta bajo control pero mi mayor temor es que en un futuro Calor arda en llamas bajo mi reinado.

- ahora entiendes la gran responsabilidad que tendras que asumir dentro de un par de años- dijo mi padre y yo asenti en respuesta, mi padre Caleb II era un hombre alto e imponente, con su lustroso cabello negro y su barba perfectamente recortada era la viva imagen del poder, tenia el porte de un rey- y hablando de eso ¿qué me dices de Armani? Un rey necesita una reina - esa era otra cuestión que a mi padre le gustaba discutir, él y mi madre se habian empeñado en estos últimos años en conseguirme pareja, me habian presentado a tantas chicas que habia perdido la cuenta, al principio fue divertido porque eran chicas realmente hermosas pero todas y cada una de ellas no estaban interesadas en mi, no en el Hotter que le gustaba cocinar y hacer labores de herrero, ellas preferian al atletico soldado <<cosa que no me molestaba>> pero lo que realmente querian era la corona, anhelan ser <<tal y como mi padre mencionaba>> la futura reina, yo no les interesaba en lo más minimo, si me sonreian y unas incluso eran capacez de mantener una conversacion por más de cinco minutos sin mencionar mi o su posición jerárquica pero aparte de eso no había tema de conversación, ni una sola se molesto en preguntarme cual era mi color favorito o que clase de comida me gustaba, sus conversaciones giraban entorno a ellas mismas y sus muchas cualidades, talentos y habilidades por eso terminaba viendome como un desgraciado rompecorazones cuando no las buscaba para una segunda cita pero, para escuchar hablar de talento y gracias preferia escuchar a alguna de las institutrizes de mi hermana o ir al reino de Frío dónde en cualquier lado escuchabas alagos hacia su futura reina. Ice se habia ganado por completo a su pueblo con aquella tradición que decidio cambiar tan drásticamente, ella me dio demasiado crédito para lo que hice que consistía en mantener las chimeneas apagadas para que ella entrara a dejar los regalos, igualmente mi participación me hizo resaltar y me coloco en la mira de todo mi reino, aparentemente ellos esperaban que hiciera algo asi por ellos << si lo hizo por los habiatantes de Frio lo hara por nosotros>> apagar chimeneas ¡con gusto! Pero cambiar tradiciones a beneficio del pueblo era muy difernete, quizas podía pedirle a Red que hiciera eso porque la organización de ese tipo de eventos no era mi fuerte- Armani es realmente hermosa, con un cuerpo muy agraciado y cara angelical, tendrian lindos herederos si me lo preguntas además tiene gracia y buena reputación es bastante reservada- contrario a la imagen perfecta que mi padre idealizo en su cabeza Armani es bastante "popular" entre los chicos además de ser bastante descarada, en nuestro primer encuntro mi padre nos reservo una sala, la sala de música, cuando entre la encontre sobre el piano en paños menores un par de amigos me advirtieron al respecto.

- No creo que sea mi tipo padre- replique provocando en mi padre una mueca de disgusto evidente

- Hotter dices eso de todas algun día deberas elegir a alguna eres consciente de eso ¿cierto?

- solo espero a que llegue la correcta - respondi en mi defensa

- ella esta aqui- anunció un soldado entrando en la oficina de mi padre dejandonos sorprendidos a ambos