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Finalmente había encontrado una de las muchas salas de entrenamiento y para mi desgracia Vincent estaba ahí, sentado en el centro rodeado de nueve bolas de pelo con colmillos y uno de ellos se acercó a mí.

-te recuerda - dijo él y yo lo mire sin entender- es capitán ¿no lo recuerdas? solías jugar con el todo el tiempo tu y Mal...- Vincet se detuvo a mitad de la frase , lo mire fijamente pero el no continuo 

-es el lobo de reina - dije finalmente ante el silencio- lo recuerdo, la seguía a todas partes ¿te lo devolvió junto con el anillo de diamante? creí que se lo había quedado para tener compañía

-ha estado sola todo este tiempo - dijo Vincent

-no es la única - respondí mientras acariciaba al lobo - la vida es solitaria para personas como nosotros

-¿nosotros?

-Iris y yo, tu tienes a tu familia y tus animales nosotras perdimos a las personas que nos importan, ella perdió algunas y a otras las alejo yo las perdí a todas

-aun se tienen la una a la otra y me tienes a mi, a Ansel a Austria y Ashton, a Arthur y todos los demás amigos que hiciste en las otras casas

-no hagas eso, no necesito tu lástima, todos los que nombraste son las personas de Reyna no mias, ella y yo no nos tenemos mutuamente corto toda relación conmigo, llevo años tratando de obtener su atención lo intente con logros en las casas pero no sirvió y cambie de estrategia a peleas y conflictos pero ni eso atrajo su atención es absurda que incluso ahora yo... - me detuve porque sentí una opresión en el pecho y con ello note mi arrebato de sinceridad, mire la entrada y encontré a Ansel en ella - te lo advertí maldito - grite dispuesta a derribarlo pero una niña pequeña de blanca cabellera se interpuso en mi camino

-detente - dijo ella - él no hizo nada...-pero la niña fue interrumpida por Ansel

-Astra - dijo Ansel - hazme un favor y ve a la sala de entrenamiento número dos y vigila que las gemelas no se estén matando - decía mientras empujaba a la niña a la salida

-pero...

-nada de peros, date prisa no queremos otro incidente

-habrá otro incidente - murmure en voz baja mirando a Ansel, le advertí que no usará su maldito don en mi de nuevo

-es lo que trato de decir - dijo la niña soltándose de Ansel y parándose frente a mi - Ansel no hizo nada malo yo fui quien te hizo decirle todo eso al señor Vincent, ese es mi don y aún estoy aprendiendo a controlarlo porfavor discúlpame.- dijo la niña sosteniéndome la mirada y fue entonces que note que sus ojos eran diferentes el izquierdo azul y el derecho violeta

-Astra es mi responsabilidad Gatita - dijo Ansel mientras sutilmente posicionaba a la niña detrás de él - que aún no controle bien su don es mi culpa así que lo que sea que estés pensando en hacer ten en mente que ese enojo va dirigido a mi deja a Astra fuera de esto

-¿harás algo malo? Pero me disculpe, enserio no quería hacerlo - dijo la niña nuevamente parándose al frente con la cabeza en alto, no era una mirada desafiante más bien era el tipo de mirada que podía desnudarte el alma, tanto que yo tuve que apartar la vista - porfavor se razonable, prometo que entrenare más y me mantendré muy lejos de ti para que mi don no vuelva a afectarte

-ocultarse es para ratas cobardes - declare y escuche a Vincent llamarme a mis espaldas pero lo ignore-¿Qué arma sabes usar?

-hablo enserio Daga no metas a Astra en esto - replicó Ansel poniendo a la niña nuevamente detrás de él

- estoy esperando una respuesta - replique

-ninguna - dijo la niña y vi sus mejillas teñirse de rojo, estaba avergonzada

-¿porque? Tienes cuantos ¿cinco? ¿Seis? A tu edad yo...

-las cosas se hacen diferentes aquí Davina - dijo Vincent llegando junto a nosotros con sus bolas de pelo siguiéndolo - aquí no se aprende armas hasta que tengas un control intermedio de tu don

- ¿y eso ocurre a la edad de?

-cada quien tiene diferentes edades para...

-entre seis y siete - dijo la niña - yo tengo seis pero no se controlar mi don así que aún no recibo clases de armas

-estoy muy molesta por lo que me hiciste decir mocosa y una disculpa no es suficiente así que mañana a primera hora tu y yo en el campo de tiro, te daré clases de arquería y más te vale aprovecharlas-dicho eso salí del lugar antes de escuchar las réplicas de Ansel y Vincent.

Pase el día entrenando en diferentes salas, sobre todo evitaba a Ansel y Vincent, no quería preguntas ni reclamos y aún que moría de hambre opte por no bajar a cenar, esperaría y más tarde me escabulliría a la cocina por algo de comer, pero mis planes se vieron frustrados cuando tocaron a mi puerta al inicio ignore los golpes pero estos no se detuvieron y eran jodidamente molestos

-Ansel eres jodidamente moles... - abrí gritando pero no era Ansel quien está en la entrada, era la niña de esta mañana

-¿Astral?

-es Astra pero estuviste cerca - dijo ella dedicándome una pequeña sonrisa- lamento ser ¿jodidamente molesta? Aún que no se que significa eso lo buscaré luego quizás... - inicio a pensar en voz alta por lo que la detuve

-¿qué quieres? Y cuando dije jodidamente molesto me refería a que es muy molestó enserio muy muy molesto

- ¿entonces jodidamente es "muy"?

-algo así-replique-¿Qué haces aquí?

-no estabas en la cena y las gemelas dijeron que estuviste entrenado todo el día y estaba muy... Estaba jodidamente preocupada de que estuvieras desmayada por el ejercicio y la falta de alimento así que te traje comida - dijo entregándome una bolsa de papel, la abrí y dentro había lo que supuse había sido la cena

-gracias mocosa - respondi

-el panque de chocolate es la mejor parte - dijo ella, yo revise la bolsa pero no había ningún panque

-pero no hay un panque aquí

-¿no? Debí dejarlo en el mesón de la cocina ya regresó

Astra volvió con el panque y con Ansel quien me dedico una sonrisa que no devolví

-Hola Gatita - saludo

-Ansel me ayudó a rescatar el último panque de las gemelas - dijo Astra entregándomelo

-no es por presumir pero la verdad me quedaron muy buenos - dijo Ansel

-jodidamente deliciosos - secundó Astra, la cara de Ansel ante lo dicho no tenía precio, fue tan épica que me hizo soltar una carcajada

-¿jodidamente? ¿Astra de donde? - el interrogatorio de Ansel se vio interrumpido por mi risa - tu - dijo molesto mirándome

-yo no tomaré responsabilidad de esto, mañana a primera hora niña no lo olvides y no llegues tarde - dicho eso cerré la puerta en sus caras

Cene con los reglamos de Ansel sobre enseñarle a una niña malas palabras y aún que no estaba del todo segura de la razón por la que me ofrecí a darle clases de arqueria a Astra haberlo hecho remobia algo dentro de mi pecho, se sentía bien.

La sensación de sentirse bien duro hasta la mañana siguiente cuando  descubrí que Astra era una pésima arquera y Ansel casi pierde un ojo por una de sus flechas.

Detrás De La CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora