Pensaba que ser reina de un reino de soldados era difícil y durante una guerra aún más, pero criar a una niña con una puntería malditamente impecable y que es lo suficientemente lista para salirse con la suya siempre eso sí es difícil.
-¿cuando viene Mike? - pregunto Davina entrando en mi oficina por tercera vez en el día ¿Cómo es que lograba evitar a los guardias del pasillo? Es todo un misterio
-Mike está ocupado, tiene un puesto importante y no puede sólo dejarlo
-¿fui mala con él? - interrogó ella sentándose en una de las sillas frente al escritorio - ¿fui mala y por eso él me remplazo por esa princesita?
- Mike es el guardián de la princesa Hilary estar con ella es parte de su trabajo
-pero él ya no me quiere solo la quiere a ella
-el corazón de Mike es lo suficientemente grande como para querer a ambas
-dices eso para no sentirte mal ahora que él quiere a esa mujer Megan y ya no a ti -levante mi vista hacia ella
-eso fue grocero
-no - declaró la niña con mirada desafiante - eso dolió, la verdad duele Reyna
-deberías estar en tus clases ¿donde esta tu tutora?
-se fue corriendo después de que le lanzará una daga a la cabeza-suspiré para tener paciencia, era una niña de cinco años, era pequeña y sus padres estaban muertos ser agresiva era su manera de protegerse del mundo, Davina nunca fue dócil desde bebé era una pequeña fiera y cuando su compañera de cuna la princesa de Tormenta se fue las cosas solo empeoraron aún recuerdo los incesantes gritos y llanto de Davina cuando tomé a Malory para llevarla de regreso a su reino la princesa de Tormenta también lloro entonces como si ambas supieran lo que estaba pasando, como si supieran que las separaria para siempre lo cual era poco probable ya que tenían escasamente un año y meses.
-¿de donde sacaste una daga Davina?
-de tu habitación - respondió con calma - no te diste cuenta porque tomé tu juego de dagas el día en que vino Vincent de visita y te fuiste a la casa Cian
-ese día te deje con niñeras
-fue fácil convencerla de jugar al escondite - respondió con una sonrisa triunfante, me recordaba tanto a su madre cuando hacía ese tipo de expresiones, se parecía mucho a Vallolet en actitud eran idénticas en apariencia se parecía más a su padre aún que hubiera deseado que sacara el tranquilo y centrado comportamiento del buen David.
-quiero que devuelvas las dagas
-y yo quiero que Mike venga a jugar conmigo
-él está ocupado
-eres la reina tu lo enviaste ahí y puedes traerlo de regreso
-las cosas no funcionan así y ya te lo había explicado ahora deja las dagas donde las encontraste y has tus deberes- Davina me miro molesta y dio pisotones fuera de mi oficina
A la hora de la cena Davina y yo siempre cenabamos juntas, ocasionalmente se nos unía algún emisario de otro reino, Caspian o Vincent, Asthon y Austria estaban sanos y salvos en Naturaleza y yo prefería que continuarán así.
-¿donde está? - le interrogue a uno de los guardias que dispuse solo para ella mientras miraba el comedor vacío y el plato que debería estar comiendo enfriarse - ella nunca llega tarde a cenar, no debe hacerlo y lo sabe
-lo lamento su majestad, la deje con su tutora de tiro con arco y no la he visto desde entonces
-Davina tiene una puntería impecable le enseñe a usar un arco cuando tenía tres solo requirió dos clases para dominar el arma no tiene una tutora de tiro con arco - dije en voz alta y mi corazón inicio a acelerarse ¿y si escapó? ¿Y si la raptaron? ¿Si la tienen prisionera?
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Detrás De La Corona
FantasyUn amor fugaz -----> Cometa Real Una combinación mortal ----> Hielo Ardiente Una corona que ganar ---->El torneo de los colores Una herida que sanar ----> La hija de los colores Una despedida Historias no contadas de ¿Princesas? No lo creo (no e...