Estaría mintiendo si dijera que no estaba nervioso, habían pasado dieciséis años desde la muerte de Mike, desde que Iris había apartado de su lado a todos los campeones y nos exilio de Arcoíris, dieciséis años desde que evitando mi mirada me devolvió el anillo que le dí y destrozando mi corazón en el proceso, me dije a mi mismo que ella solo estaba herida por la muerte de nuestro amigo, todos lo estábamos pero sabía que su muerte afectaba más a Reyna Iris me dije que ella necesitaba tiempo que en unos meses levantaría nuestro exilio, esos meses se volvieron años y cuando finalmente las princesas regresaron ella levantó el exilió, nos dejó regresar a Arcoíris pero no al palacio y ella jamás salía de ahí, se sentía como que aún nos evitaba pero hoy era el día, hoy era la final del torneo de los colores y se nombraría a un nuevo rey o reina para Arcoíris, Iris dejaría el palacio esa noche según el espías de Ashton (también conocidos como Arthur) Iris ya tenía las maletas listas para mudarse a una propiedad cerca de la casa Violeta tan pronto como levantará la mano del ganador.
-aún me estoy debatiendo si lo que harás es estúpido o muy estúpido - dijo Davina ordenando sus dagas como de costumbre
-yo creo que es Valiente Vincent - dijo Malory dedicanme una sonrisa dulce, ella y Davina habían llegado a tocar las puertas de la casa Cian hace muchos años atrás cuando apenas eran un par de adolescentes yo las dejé entrar y han estado viviendo aquí desde entonces hacen viajes debes en cuando pero en su mayoría pasan el tiempo en la casa de diamante por lo que se les considera parte de la familia Cian.- todo ira bien te lo aseguro
-gracias Malory- dije devolviéndole la sonrisa, Davina solo rodó los ojos con fastidio
-prepárense su real majestad estará aquí en tres-inicio a decir Davina mientras se levantaba y sacudía su ropa -dos, uno- en ese momento su portal se abrió y de el salio un carruaje, mi corazón latía tan rápido que realmente temí que se me saliera del pecho. El primero en adelantarse al vehículo desconocido fue mi joven lobo cadete quien era hijo de mi otro lobo capitán, el lobo de Reyna el lobo que me regreso junto con el anillo de diamante aquel terrible día. Lo primero que se dejo ver fue la falda del largo y extravagante vestido que incluso le ocultaba los pies, parecía estar hecho de cientos de flores color violetas con pequeños detalles de hojas color verde, uso violeta ese ultimo día como reina en honor a su casa y el verde en honor a Mike aun que quien no sabia su historia solo deduciria que el verde era por las hojas de las flores, ella acarició al lobo el cual inclino la cabeza para recibir el cariño.
Camino al frente con la vista puesta en el lobo hasta llegar a nuestra altura, ya no llevaba corona pero si joyas, un par de aretes de esmeralda que hacían juego con el anillo en su mano derecha.
-planeaba salir huyendo cuando el carruaje entro en ese portal pero al ver al lobo creo saber donde estoy y confieso que una parte de mi aun quiere salir corriendo - dijo ella, su voz baja pero firme, el tono de una reina finalmente levanto la mirada y me vio con esos preciosos ojos arcoiris que me cautivaron desde el primer día, unos ojos únicos y hermosos como ella - pero he estado huyendo por demasiado tiempo y ya no quiero seguir haciéndolo, no si me quieren aquí
-Reyna Iris - dije sin apartar la mirada y ofreciéndole la mano, sentí a todos los presentes contener el aliento mientras la mirada de Iris se intercalaba entre mi y mi mano extendida
-no hay anillo- dijo ella haciéndome enarcar una ceja confundido - no hay anillo en tu dedo -aclaro ella - ¿no hay esposa?
-no, pero eso ya lo sabias - Iris negó con la cabeza
- pedía reportes de todos - dijo mientras posaba su mirada detrás de mi en donde nuestra familia esperaba, Asthon y Austria junto con sus tres hijos, Alexander y su esposa , Davina y Malory, Caspian y su familia - los reportes eran meticulosos pero de ti- dijo regresando su mirada a mi- de ti solo pedía que me dijeran si seguías vivo no necesitaba saber mas no quería saber mas
-en esta mano no hay anillo- dije aun con la mano extendida en su dirección, esperando que la tomará, levante mi otra mano y abrí la palma frente a ella dejándole ver lo que había en esa - pero en esta si, si es que aun lo quieres - declare, su mirada se posó en el anillo de diamante que reposaba tranquilamente en mi palma
-lo conservaste - susurro más para que ella que para los presentes
-yo sugeri que lo desarmara y vendiera las piezas - hablo Davina con la mirada puesta en Iris, una espina en su costado, un reto eso siempre había sido para Reyna - así que deja el drama ¿Quieres estar con él o no? Si no él prometió dejar que me quedara con las ganancias del anillo y tu aun tienes una linda y solitaria casa nueva esperándote
-tan linda como siempre - replicó Reyna dándole una sonrisa sin dientes antes de posar mi mirada en mi
-no te pedí que me esperara-dijo Reyna mientras tomaba el anillo con dedos temblorosos y jugueteaba con el en sus manos - pero agradezco a los colores que lo hicieras, que pensaras que yo valía la pena
-como no iba a esperar por ti - dije al tiempo que se colocaba el anillo en su dedo anular, ahí donde estuvo años antes, Reyna levantó la cabeza y me miró, tomó mi mano aun alzada en su dirección y la coloco en su cintura, la atraje hacia mí ella posó una de sus manos en mi mejilla su toque me hizo vibrar
-dilo - pidió a centímetros de mis labios
-bienvenida a casa amor - dije y ella me beso y en ese momento parecía que los años no habían pasado, nuestros labios se movían de manera coordinada, conocida Reyna enredó sus brazos en mi cuello y rodie su cintura acercándola más a mi
-te extrañe - dijo cuando el beso paro juntando nuestras frente luego miro detrás de mi -los extrañe a todos - dijo mas alto, Austria fue la primera en llegar a nuestro encuentro y nos estrujo a ambos en un abrazo apretado el resto no tardo en unirse inclusive Davina quien murmuro un "son muy cursis" antes de unirse al abrazo familiar, tenia a Iris pegada a mi pecho cuando sentí sus lagrimas mojar mi camisa , surcaban sus mejillas sin control. La había visto llorar antes, la vi mientras se rompía en cintos de pedazos y aun que intente mantenerla unida no lo logre, me aparto y ella se reconstruyo a si misma pieza por pieza porque era Reyna, era poderosa y valiente no indestructible pero tampoco era irreparable, a pesar de los años yo la conocía tanto para saber que esas lagrimas no eran de tristezas, eran de felicidad y su sonrisa de mejilla a mejilla me lo confirmaba yo también lo sentía , ahí rodeados de nuestra familia , la familia que elegimos, que formamos y protegimos con uñas y dientes , estando todos juntos finalmente se sentía como que la ultima pieza encajaba en su lugar.
Estábamos juntos , unidos como siempre debió ser, habíamos peleado por ello, sangrado algunos muerto incluso pero finalmente ahí estábamos y con Iris en mis brazos sonriendo me prometí a mi mismo nunca soltarla y hacer hasta lo imposible por mantener esa sonrisa en su rostro porque ella merecía ser feliz, todos lo merecíamos.
💜💜💜
Hola bellos lectores he aquí el epilogo de esta historia.El torneo de los colores es una historia que me sorprendió mas de una vez mientras la escribía, cuando inicie no tenia planeado a tantos personajes y mucho menos que llegara a encariñarme tanto con mi grupo de campeones, quiero agradecerles por leer esta historia y tener la paciencia de esperar las actualizaciones, espero que la disfrutaran tanto como yo disfrute escribirla y recuerden que "Detrás de la corona" es una antología de historias el torneo de los colores fue la tercera pero aun hay muchas mas por contar.
Casi lo olvido en mi tablero (en el perfil) deje un apartado en donde estaré respondiendo preguntas sobre mis historias, personajes , etc asi que los invito a dejar todas sus preguntas para pasar el rato
Cruz fuera, saludos y besos
ESTÁS LEYENDO
Detrás De La Corona
FantasyUn amor fugaz -----> Cometa Real Una combinación mortal ----> Hielo Ardiente Una corona que ganar ---->El torneo de los colores Una herida que sanar ----> La hija de los colores Una despedida Historias no contadas de ¿Princesas? No lo creo (no e...