Creado: 15/ 03/ 2018
Editado: 19/ 09/ 2020El pelirosa por fin había llegado al límite de la ciudad, ahí existia un mirador desde donde se podía observar toda la ciudad, pero casi no era conocido así que no tenía gente la mayoría de las veces; su hermano Will le consiguió aquella ubicación a cambio de algo que el peliazul necesitaba. Apenas salieron del auto se unió a Marco en la caminata notando como el frío se apoderaba de sus castaño debido a la altura de aquel lugar.
— ¿Quieres que te dé mi sudadera? —baja su cierre con prisa.
— ¿He? ¡No, claro que no! —le cierra la sudadera —tú eres mucho más sensible al frío que yo... ¿Que tal si mejor aparecer una manta?
Con un chasquido de sus dedos una manta termino en las manos de aquel castaño que enseguida de cubrió, al llegar al claro avanzaron hasta el barandal algo viejo y oxidado desde donde contemplaron que brillaba en artificiales luces nocturnas, Tom tomó la mano del castaño guiandoló a la banca de cerca que estaba mas o menos en buen estado. Ambos tomaron asiento cerca del otro.
— ¿Que te parece si la compartimos? —jala un poco la manta con una sonrisa.
—Bien por mí —sonrie entusiasta.
La mano de Tom fue debajo de aquella manta viajando al rededor de los hombros de aquel castaño hasta abrazarlo, Marco sonrío complacido recargandose del hombro de aquel chico. Las estrellas en el cielo eran hermosas y la luces de la ciudad lindas, la brisa fría que movía sus cabellos en tal silencio, Marco se acurrucó aún más a aquel cuerpo manteniendo la vista en el cielo.
—Me gustas mucho Tom, demasiado... Tal vez sea estúpido y posiblemente lo hagan más las mujeres, pero... Me gusta imaginarme un futuro a tu lado, en el cual tú y yo estemos juntos sin problemas, sin tener que escondernos, dónde... Pueda besarte a la hora que me plazca.
El brazo del pelirosa se tensaba sujetando con fuerza a aquel chico, él tambien lo había llegado a imaginar, un futuro con el castaño que aunque sonrojado se mantenía entre sus brazos.
—Desde el primer momento en que te ví aquella noche, hubo algo en tí que me había gustado —rie levemente ante el recuerdo —tal vez tu poco miedo, ¿Lo recuerdas?
Asientiendo ríe un poco — ¿Lo geniales que eran tus cuernos? Lo recuerdo.
—Eras tan raro, lindo... Complicado pero fácil, tal vez es porque venimos de mundos distintos que te veo de ese modo, pero simplemente me atrapante Marco Diaz.
—Y tú a mí Tom Lucitor.
Contestaba sinceramente admirando los ojos de su pareja como él lo observaba a él, era ese momento especial en el que sin decirse nada se lo decían todo, expresándose su amor solo con esa mirada, el cuánto querían seguir juntos. La mano de aquel pelirosa subió hasta la mejilla del castaño acariciando aquel lunar bajo su ojo con total cariño, Marco se acurrucaba en aquella mano disfrutando de tal atención sobre sí, el castaño respiraba lentamente manteniendo sus labios entre abiertos entre cada lento respiro, el castaño fue quien se decidió en dar el primer paso hacia los labios de aquel pelirosa que no se negaba a tal roce de labios, a tal unión, a un beso suave y profundo con el cual suspiraban sobre la boca contraria deseando no separarse por completo de aquella unión. Mientras las manos de Marco se aferraban a aquel suéter negro los fuegos artificiales brindaban un hermoso fondo frente a ellos iluminando todo el lugar. En la mesa del club para adolescentes los amigos ya tomaban asiento pidiendo con prisa una ronda de cervezas; chicos con Skates, patines, música estridente, y más chicos fumando y bebiendo... Algunos hasta bailaban, en definitiva era un paraíso adolescente.
— ¡Entonces! —informa la rubia —me tomo está y salgo a bailar, por si es que alguien se me quiere unir.
—Mas que claro que yo voy —expresa la castaña abrazando a Star.
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Cada quien con su demonio
FanfictionDicen que la curiosidad mató al gato, pero seguro que el gato emprendió una increíble caminata por descubrir tal secreto. Tras la curiosidad, un simple juego trae consigo 40 dólares y dos sexys demonios, que llevarán a nuestros amigos por un raro y...