32. No estoy molesto.

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POV Maya.

Me despierto de repente sin saber donde estoy. Me encuentro en una linda habitación. Mis maletas están a un lado de la cama en la que estaba recostada e incluso tengo los regalos que me dio Cameron. ¿Qué hago aquí? Como si Dios me hubiese escuchado, los recuerdos del accidente llegan a mi mente hasta centrase en una sola persona: Michael.

Corro hacia la puerta y comienzo a pegar y a gritar fuertemente. Trato de abrirla pero no puedo. Pasos se empiezan a escuchar.

-¡Ayuda! ¡Por favor alguien ayúdeme!- grito y se escucha como meten la llave en la cerradura.

La puerta se abre y retrocedo al ver de quién se trataba.

-Hola Maya.- dice Michael para después cerrar la puerta con seguro.

-¿Por qué haces esto?- pregunto llorando.

-¿En serio preguntas?- se sienta en la cama.- Sufrí mucho en la cárcel. Sufrí en la escuela. Y sufrí emocionalmente. Gracias a ti, y ¿que hizo el karma? Hacer tu vida feliz.

-¿Crees que tengo una vida feliz?- pregunto irónica.- Mis padres murieron, quede traumada de por vida gracias a ti, también salí volando de un puente y me estrelle en un lago. No eres el único con una vida miserable. Y lamento si te hice sufrir en la escuela, fui una estupida insensible. Simplemente comencé a sentir cosas por ti y no quería arruinar nuestra amistad con mis tonterías de niña puberta. Así que me aleje de ti e hice lo imposible para que no te me acercaras.- Michael se paro y bruscamente me estampo contra la pared.

-Me estás confesando hasta ahora que ¿te gustaba?- dice Michael furioso y asiento.

-Pero me dejaste de gustar y seguí con mi vida hasta aquella noche, en esa fiesta en California. Arruinaste mi vida, bastardo y eso nunca te lo voy a perdonar.- Michael se enoja y me golpea.

-Te das cuenta que de haberme confesado tus sentimientos ¿no estarías metida en este lío?- pregunta Michael aun furioso.

-Si las cosas no se dieron, fue por una razón muy simple. Tú y yo no estamos destinados a estar juntos.- le digo enojada.

-Aprende a callarte, que estás bajo mi techo, ósea bajo mis reglas. Y aquí las consecuencias son muy malas.- me dice sonriente para después irse y dejarme ahí.

Me deslizo por la pared hasta caer en el suelo. Lágrimas comienzan a salir de mis ojos y con ellas sollozos. La última oportunidad de tener una vida normal se me escapó de las manos.

POV Cameron.

-Hable con mi abuela.- anuncia Chase.- Uno de los guardaespaldas confesó que vio cómo se llevaban a Maya, pero no pudo hacer nada porque tenía la pierna atrapada en el asiento de adelante. El resto estaba inconsciente.

-¿Para que diablos los contratan?- pregunto brusco.- Se supone que deberían de aguantar ese tipo de accidentes.

-Cameron, pudieron haber muerto.- dice Elena.- Entiendo que estes molesto, pero no es culpa de ellos.

-No estoy molesto.- se me cristalizan los ojos.- Estoy destrozado.

Elena se para y se sienta a mi lado para después abrazarme.

-La encontraremos.- una lágrima rueda por mi mejilla.- Estoy segura.

-Se que la encontraremos, pero me preocupa con quién está. Porque aquí todos sabemos que la persona que la secuestro es el bastardo de Michael. ¿O me equivoco?- les pregunto.

-Mi abuela ya fue al FBI y contrató un investigador privado.- anuncia Chase.- Le mencione sobre la posibilidad de que Michael sea el que esté detrás de todo esto.

-Cuando vea a ese maldito lo voy a matar.- dice Jake.

-Tan solo pensar en cómo se a de estar sintiendo Maya, me pone mal.- dice Kara para después comenzar a llorar.

-Necesito tomar aire.- me paro y salgo de la casa.

Comienzo a caminar sin rumbo alguno. No puedo dejar de pensar en lo que Michael podría estar haciéndole en estos momentos a Maya. Imágenes de Maya llorando invaden mi cabeza y no puedo sacarlas. De tanto pensar casi me atropellan ya que no me di cuenta de que estaba atravesando la calle.

-¡Ten más cuidado!- me grita el señor que casi me atropellaba.

Alzo la vista y al otro lado distingo un bar. Piensos dos veces antes de entrar al bar pero al final lo hago. El olor a tabaco y a alcohol no tardo en entrar por mis fosas nasales. Me acerco a la barra y un barman se acerca.

-¿Qué gusta que le sirva?- pregunta el barman mientras limpia unos vasos.

-¿Tiene tequila?- pregunto.

POV Maya.

Es el peor momento pero me muero de hambre. Sinceramente no creo que me den de comer en estar cárcel. Lo único que me queda es imaginarme comiendo algo decente. Estaba apunto de sacar un libro de mi maleta cuando el sonido de la puerta abrirse me espanta y decido correr a una esquina, tirarme en el piso y abrazar mis piernas. Creyendo que sería Michael una risa femenina llama mi atención.

-¿Ashley?- pregunto desconcertada.

-En vivo y a todo color.- ríe.- Vengo a traerte tu comida.

-¿Qué haces aquí?- rueda los ojos y tira la charola de comida al suelo sin importarle qué toda la comida se esparciera por todo el piso para después sentarse en mi cama.

-¿Recuerdas aquella vez en la que te dije que me vengaría?- asiento.- Pues una chica normal te hubiese arruinado tu vida quitándote a tu novio o puesto a tus amigos en tu contra pero yo no soy normal, si me voy a vengar lo voy a hacer bien. Michael se enteró de mi odio hacia ti y me ofreció la oportunidad de verte sufrir aunque tengo prohibido golpearte o si no me va mal a mi.- se para en frente de mi y me da una patada.- Pero claramente no me importa. Disfruta tu comida.

Sale de la habitación dando un portazo. Con lágrimas en mis mejillas recojo las zanahorias que Ashley había tirado al piso y las introduzco en mi boca lentamente mientras lucho por no dejar sollozos salir de mi boca.

POV Cameron.

No se cuanto tiempo llevo en este bar, perdí la noción del tiempo después del trago número quince. El barman tomó mi teléfono y le marcó a quien sabe quién para recogerme o eso escuche.

-Tráigame otro tequila.- digo con dificultad.

-Me temo que ya tomaste demasiado, hermano.- me dice el barman.

-Yo pagaré por todo esto así que deme lo que le pido.- digo enojado.

-Cómo ya le dije...- empezó a decir.

-¡Que me de otro!- grito furioso.

-No le de nada.- dice alguien a mi lado a quien volteo a ver.

-Hey, te pareces a mi mejor amigo.- le digo a aquel chico que se parecía a Tyler.

-Soy tu mejor amigo, Idiota.- me da una bofetada.- Vayámonos de aquí.

-Nunca.- me suelto de su agarre.- Quiero más tequila.

-En la casa hay, y gratis.- Tyler dejó un billete en la barra y me agarró del brazo.

-¡Genial!- exclamo saliendo del bar.

Tyler abre la puerta trasera del auto y me avienta al interior. Cierra la puerta y se sube.

-¿Si me darás tequila? Que hasta ahorita es la única cosa que me ha quitado la horrible sensación tenía hace rato.- digo sentándome correctamente.

-Al fin sentimos lo que Maya sintió cuando perdió a su padres.- dice Tyler.

-Lo que siento es peor. Maya supo que sus padres murieron y le dolió pero siguió adelante. Yo no se si en estos momentos ella está viva o si está muerta, y lo peor es que no puedo hacer nada al respecto.

-¿Cómo es que estando tan ebrio dices lo que piensas sin equivocarte?- pregunta Tyler sorprendido.

-Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

EDITADO.

Una Nueva Vida [Re-Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora