Una Nueva Vida [Re-Editando]

8. ¿¡Solo una calificación!?

Maya's POV

Ya han pasado unas cuantas semanas desde que me mudé aquí y podría decirse que todo va bien. Mis calificaciones son buenas, a pesar de que Cameron y yo nos seguimos odiando, cada vez soy más cercana a Elena y a Jake, a los cuales ya los considero mis mejores amigos. El único día ajetreado que tuve fue hace una semana cuando le hablé a mi abuela para poderle mandar una carta a mis amigos de California.

—Chase, ¿cuál es el número de la abuela? —le pregunto mientras el juega videojuegos con Tyler.

—Creo que lo anoté en el pizarrón de la cocina —me levanto del sillón para verificar ello y en efecto, ahí estaba el número de mi abuela.

Marco su número en mi teléfono y después de tres pitidos alguien contesta.

—¿Quién habla? —pregunta una señora que evidentemente no era mi abuela.

—Maya Anderson —digo— soy nieta de Meredith.

—Te comunico con ella.

—Gracias —le digo a la señora.

—¿Bueno? —dice mi abuela.

—Hola abue —saludo.

—¡Maya! Mi nieta favorita —sonrío— ¿que te motiva a llamarme?

—Quería saber si podías ayudarme a mandar una carta —me muerdo el labio.

—¿Una carta? ¿A quien? ¿A donde? —pregunta.

—A mis amigos en California —la escucho suspirar— antes de que me digas que no, solo quiero mandarla para que sepan que estoy bien y que algún día me volverán a ver. Por favor.

—No, ya olvida a California —dice ella con frustración.

—Olvidaré California cuando esté segura de que mis amigos saben que estoy bien —se me viene una idea— cada noche pienso en ellos, en como han de estar al no saber nada de mi. Me atormenta todo el tiempo esa idea. Pero si tú dices que no, está bien, supongo viviré con esa inquietud constante por el resto de mi vida.

—Bien —dice forzadamente— en unos días mandaré a alguien por tu carta y haré que la lleven personalmente a tus amigos —festejo en silencio— eres igual de manipuladora que tu mamá.

—Es un don —sonrío— adiós abuela.

—Adiós mi niña, cuídense, y me saludas a tu hermano.

De ahí en fuera, lo único que ha cambiado es la edad de Chase y Adam, ambos ya cumplieron dieciocho años. Y otra cosa es qué me llevo demasiado bien con Tyler, de vez en cuando el es mi cómplice al hacer bromas o es mi compañero cuando jugamos videojuegos.

Y claro, no podría ser todo tan bueno. Específicamente hoy no parece ser que sea el mejor. Me encuentro peinándome y cepillándome los dientes al mismo tiempo con rapidez ya que voy tarde a la escuela. Se me había olvidado poner mi maldito e irritante despertador.

Baje corriendo y lo único que hago es agarrar una manzana y salir corriendo de la casa rumbo a la escuela. No me fui con lo chicos por dos buenas razones: primera, ya se habían ido y segunda, desde aquel incidente con Cameron no me volví a subir a ningún medio de transporte con ruedas. Por el bien de mi y mi secreto.

Al cabo de unos quince minutos llegue a la escuela, cansada e hiperventilando. El timbre ya había sonado y como lo esperaba no logre llegar a tiempo. Recibí la orden de irme a la biblioteca en cuanto llegue al salón de biología, el profesor Gordon me prohibió la entrada a su clase por el retardo y no me quedo más que hacerle caso e irme a la biblioteca.