𝐴𝑆𝑆𝐻𝑂𝐿𝐸; 𝖩𝖺𝗌𝗈𝗇 𝖳𝗈𝖽𝖽/𝖣𝖺𝗆𝗂𝖺𝗇 𝖶𝖺𝗒𝗇𝖾

2. Patience

⎣ P R E S E N T E ⎦

 
  
“ Tranquila, Hope” me dije mentalmente con una voz al estilo ASMR, “solo estás pasando un paquete ilegal a México, nada grave...”

¡No! Si es grave, gravísimo. Ouw, seguramente, voy a morir y aún George R. R. Martin no pública el sexto libro.

Mi auto está a un solo vehículo de pasar por la guardia fronteriza.
Clavo mis uñas en el volante, estoy tan nerviosa que no sé si pueda actuar con naturalidad... En verdad estoy metida en un gran lío.
Un oficial que camina raro, se acerca a mí. Trago en seco e intento despistar mi expresión y mirada nerviosa e intranquila.
Aquí el clima es cálido... Pero un aire frío recorre mi espalda.

— Buenos días.— saluda el oficial.

— Bonjour.— sonrío estúpidamente nerviosa, pinchando aún más el volante con mis uñas.

El oficial se percata de ello, frunció su entrecejo y me miro con más detenimiento.

— ¿Nerviosa?— comentó como si se tratase de lo más obvio.

— Es que usted es muy guapo.— miento pero de forma coqueta.

Este sujeto es feo y mayor. Guácala. Él frunce el entrecejo, claro, ni él se lo cree de lo feo que es... Además, apesto siento una coqueta.

— ¿Podría salir del auto?— me indica con seriedad y trago en seco.

— Claro.— me desabrocho el cinturón de seguridad.

Maldita sea.
Salgo del auto, pensando en cómo justificar el paquete de Black Mask, ¿Por qué justamente me pasa esto a mí en uno de los momentos más críticos de mi vida?

El oficial entra al auto, inspeccionandolo, me rasco la nuca, aún ni cumplo los 18 y ya estoy cerca de pisar una prisión.

— ¿Qué es esto?— pregunta molesto el oficial, tomando el paquete... Y honestamente no sé que sea, si sea droga o algo más.

Me quedo petrificada cuando él toma su radio mientras me toma del brazo.

— Tengo a la chica que buscan...

Estaba planeando algo para liberarme de esto cuando de la nada, una serie de disparos irrumpieron en la atmósfera, mi terror aumentó, me zafe como pude del fuerte agarre del oficial y me tiré al suelo protegiendo mi cabeza con las manos.

Mierda, mierda, mierda.

El oficial que me inspeccionaba es alcanzado por una bala, era un tiro preciso, impactó justo entre sus cejas grises, pude ver sus sesos dispersarse por el aire, su cuerpo naturalmente cae al suelo, cerca de mí.

¿Esto es una divina ventaja? A la mierda, yo me crearé mi propia ventaja. Robo su arma y el radio lo arrojo lejos para que no me intercepten, me resguardo tras el auto, rodeándolo como si fuese una fortaleza. Me asomo por debajo del auto, intuía que alguien se aproxima y efectivamente, un hombre armado viene hacia mi, tiene pinta de un narco latino, ¡Por supuesto! Es un criminal latino. Black Mask lo mencionó.

— ¡Sal, niñita!— grita el sujeto y dispara muy cerca de mí.— ¡SAL Y ENTRÉGAME EL PAQUETE!

Preparo la pistola y cuando siento que está cerca, salgo de un salto.

— ¡Bonjour!— exclamo antes de dispararle en el pecho.

Pero nada ocurrió, el hombre salió intacto. Oh, oh, no contaba con que tendría un chaleco antibalas bajo la camisa.

— Mi turno.— dijo levantando su arma a la altura de mi cabeza.

— ¡Cuidado!— exclama una extraña voz.