7. Who are you?

1.9K 295 153
                                    

P R E S E N T E

  
 
— ¿Quién eres?— pregunto a la defensiva.

— ¿Qué? ¿En serio no me reconoces?— cuestiona indignado.

— No.— respondí tajante.

— Soy Jason, Jason Todd el hombre más hermoso que existe.— contesta sonriente, como si quisiera mostrarse amistoso.

Entrecierro los ojos luego de haber oído su nombre, no tarde en levantar una rama gruesa del suelo para darle un duro golpe en la cara.

— ¡Auch!— se queja.— Hopie. Auch, tranquila.

— ¡Eres un idiota, Todd! ¡Te odio! ¡Te odio!— espeto dejándole saber lo furiosa que estoy mientras continúo golpeándolo con la rama.

    

2 0 1 2

  

Pasó casi un mes desde que pisé por primera vez la mansión Wayne y ocurrieron demasiadas cosas.
A veces quería golpear a Todd en la cara y no volverlo a ver jamás y otras veces lo quería como al hermano que jamás tuve.
Todd era bueno apoyándome en cada tontería que se me ocurría y eso sin contar el buen maestro que era para mí y las cosas que me enseñaba eran útiles, cosas como a golpear en puntos del cuerpo que dejarían a una persona normal en cama por 3 semanas o a saltar a las azoteas o por las ventanas como ardilla, también me ha ayudado a tener razonamiento de detective, eran demasiadas cosas que aprendía con él y a veces estando con Todd sentía que comenzaba a cambiar y él también estaba cambiando de una rara forma inversa y bueno, los "entrenamientos" con Todd comenzaban a surtir efecto, moretones y moretones eran los resultados, él sí que tiene fuerza y precisión para patear el trasero y sobre el caso de las chicas pérdidas aún no tenemos mucho, básicamente lo mismo solo que estamos haciendo una base de datos con la información que ya tenía sobre las niñas desaparecidas.

— ¡Mamá, ya me voy!— grita Hayley y sale corriendo con su bolso en el hombro.

— ¿A dónde, jovencita?— interroga mamá abandonando su lectura.

— Saldré con Jason.— responde simple.

Y entonces Todd aparece con un gran ramo de flores, consejo que tomó de mi. Al verme me guiña y yo ruedo los ojos pero ensanchando una sonrisa.

— Vine por ella, señora. Iremos a un picnic, prometo traerla temprano.— dice Jason sincero.

Consejo número 2 que siguió de mí. Sinceramente le di consejos pedorros y cursis que ni siquiera sabia que servirían PERO, que sabia que le agradarían a Hayley, ya que ella es una persona romántica y demás.

— Claro pero me gustaría que Hayley me llamará cuando lleguen.

— Lo haré, mamá.— sonríe Hayley entusiasmada.

— Son para ti, Hayley.— Todd le entrega las rosas y ella sonrojada las toma.

— Las pondré en un florero antes de irnos.— mi hermana se perdió en la cocina dando saltos de felicidad.

— Cuídala, muchacho.— pide mamá.

— Siempre.— responde Jason con una sonrisa.

— Listo, vámonos.— se anuncia Hayley.

— Nos vemos, señora y pequeña Hope.— nos sonríe a ambas.

El par de tortolitos se fueron y yo seguí en lo mío. Todd se ve muy bien estando con mi hermana, quiero decir se ve muy relajado y feliz, cuando estamos entrenando el suele verse tenso, irritado y a veces de mal humor... en algunos entrenamientos yo pensaba que desquitaba alguna especie de furia... a lo que él terminaba disculpandose por excederse con la violencia... Pienso que, Todd tiene alguna especie de trauma que no me cuenta aún.
Mamá soltó un largo suspiro y yo enfoque mi atención en ella.

— Está creciendo tan rápido. Espero que cuando tú crezcas también tengas un novio como ese chico.— comenta mamá optimista.

— ¡No!— respondo rápido con una voz demasiado exclamante.— Es decir, qué tal si yo... No soy como Hayley.

— ¿De qué hablas?— pregunta mamá confundida.

— Emm... el otro día, en clase de biología, nos explicaron que... bueno, las personas del sexo opuesto se atraen y todo eso... pero qué, también hay princesas que a veces... Bueno, ellas no siempre prefieren elegir al príncipe azul sino a otra princesa, ¿Entiendes?— explique sonrojada y mirando mis pies.

— ¿Qué?— pregunta mamá sorprendida.

— Mamá, yo... Creo que yo soy...

— ¡No lo digas!— masculla mamá alterada.— No quiero tener una hija gay, una...

— ¿Qué?

— Debí haberme dado cuenta cuando te ví viendo esa películas de homosexuales que protagoniza Heath Ledger, ¿Ahora que haré con una hija... Gay?

Frunzo las cejas y me pongo de pie, no quería oír más ese tono tan despectivo en su voz al referirse a mi como su "hija gay".
Fuí a mi habitación para encerrarme en él y luego me volví a encerrar en el clóset, algo que me pareció irónico y depresivo. Tardé unos segundos en admitir mi llanto. Pegué con más fuerza mis rodillas a la cara, abrazando mis piernas.

No supe cuanto tiempo pasó, pero estuve llorando en la misma posición, sintiendo que cada segundo me aprisionaba más aquí... Hace unas semanas estaba planteándome esa pregunta, sobre, si me siento más cómoda con las niñas, pero... ninguna me habla y no lo tengo claro aún y creí que si se lo contaba a mi mamá ella... quizás ella me... ayudaría a entenderme.

— Hope.— habla mamá entrando a la habitación.

— ¡Vete!— grito desde el closet.— No quiero verte.

— Cariño, lo siento.— dijo sinceramente arrepentida.— No pensé lo que dije. Solo me asusté...

— ¡Los homosexuales no son monstruos para sentirse asustados de ellos, madre!— exclamo aún con mi cara pegada a mis rodillas.

Sentí como mamá se recargo en las puertas del closet y luego la oí suspirar.

— Tienes razón, mi niña. Perdón. No quise ofenderte es solo que aún eres muy pequeña para pensar en esto, yo... te veo como una bebé. No estaba preparada para algo así, francamente en algunas ocasiones los padres no siempre estamos listos para... muchas cosas.

— No quiero casarme con ningún hombre, mamá. Los hombres son repugnantes.— sollozo.

— No todos, mi niña.— dice mamá y yo ruedo los ojos.— Pero escúchame, Hopie. Si tú sientes que tu corazón pertenece a las niñas yo te apoyaré, no voy a juzgarte por eso, te lo juro. Si besar niñas y amarlas es lo que te gusta no soy nadie para juzgarte, ni para bloquear tu vida con amargura.

— Es que... no lo sé, mamá. Jamás he besado a nadie... Ni siquiera sé lo que es amar a alguien. Estoy confundida.— sollozo.— Son tantas ideas en mi cabeza y las quiero ordenar...

— Claro que si. Es difícil entenderlo a tu edad.

— Siento mucho asco.— susurro y mamá inhala profundamente.— De ellos.— añado.

— Cariño, es momento de hablar con sinceridad, últimamente haces cosas que me hacen pensar que estás cambiando, ¿Te han hecho daño?— cuestiona mamá.— ¿Te han lastimado?

Sollozo con más fuerza por su pregunta, no quería darle la respuesta, me negaba a hacerlo porque yo me encargaba de mentirme mentalmente.
  

P R E S E N T E

   

— Te odio, te odio, te odio.— seguía golpeándolo pero a medida que más lo golpeaba más débiles se volvían mis golpes y mi llanto se hacía más fuerte.

— Hope, ¡Hope!— Todd detiene mis manos en el aire.— ¡Está bien!— sin más me abrazo y aún entre sus brazos seguía forcejeando con él.— Está bien... Tranquila.

— ¡Te odio!

— Te quiero.— dijo en un murmullo muy suave, volviendo el abrazo más estrujante y cálido.— y te eche de menos...— añadió abatido, casi a punto de llorar.

𝐴𝑆𝑆𝐻𝑂𝐿𝐸; 𝖩𝖺𝗌𝗈𝗇 𝖳𝗈𝖽𝖽/𝖣𝖺𝗆𝗂𝖺𝗇 𝖶𝖺𝗒𝗇𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora