23. Idiot

1.6K 253 461
                                    

2 0 1 2


Persigo a Grayson y a Damian, se dirigen a la dirección. Seguramente vienen a inscribirlo. AHHHH, QUE EMOCIÓN.

— Excelente.— murmuro para mí, francamente alegre de ver a Damian aquí.

El niño enojado se queda afuera y Grayson entra a hablar con el director.
Aprovecho para acercarme a hablar con Damian.

— ¿Tú otra vez?— se queja al ver que me he sentado junto a él.

— Es bueno volver a verte.— digo sarcástica.— No, pero de hecho si.

— ¿Qué quieres?

— Formar un equipo... De dos.— le respondo.— Tú...— lo señalo con mi mano.— y yo.— me apunto a mi misma, dibujando una sonrisita en mi rostro.

No sé porqué al decir eso me sentí como en el preescolar, cuando debíamos hacer equipos con un compañerito para formar figuras con plastilina entre ambos.

— No.— responde cortante.

— ¿Por qué?

— Eres odiosa y te gusta observarme, eso es raro.

— Eso es mentir...

— No tendré nada que ver contigo, niña. Nunca, jamás. Ya déjame en paz.

— ¡Esta bien!— gruño.— Lo haré yo misma.

— ¡Bien!— exclama molesto.

— ¡Bien!— replico usando su mismo tono de voz.

Y si quería irme pero no quería dejarlo solo allí, es decir, ¿Soy la única que piensa que ese niño tiene serios problemas de ira?
Si es siempre así va a quitarme mi puesto de los que más visitan la dirección o de niño problema, como todos dicen. Así que preferí esperar cerca de la dirección, algo así como vigilarlo... Aguardé sentada en una banca de espera.

Y fácilmente pasaron unos cinco minutos que estuve esperándolo allí.

— ¡Ya déjame en paz, Grayson, no necesito tu asistencia!— escucho la voz de Damian avecinarse.

Y después lo veo irse enojado, arrastrando la mochila con una sola mano, ni siquiera notó que lo observaba.

— ¿Hope?— me nombra Dick y dejo de mirar a Damian para verlo a él.— Me alegra verte. Justo pensaba en irte a buscar ahora mismo, ¿Cómo te encuentras? Nos diste un buen susto ayer.

— Bueno...— me rasco la nuca.— Todo esta bien, gracias.— respondí cabizbaja.— Dick, perdón por ser metiche pero, ¿Lo veniste a inscribir, verdad?— pregunto entusiasmada.

— No le agradó la idea.— responde.— Tampoco lo recibió bien.

— ¿Él siempre es así de enojón?

— Apenas estoy conociéndolo y parece ser que sí.— responde con una risa de agobio.

— Pobre de Alfred.

— ¿Te puedo pedir un favor?

— Lo que sea.— acepto encantada.

— ¿Podrías cuidarlo?

— ¿A él?— cuestiono con extrañeza.— No parece indefenso.

— No por él. Por los demás. Su temperamento es igual de explosivo que el de un volcán hawaiano. Si intenta fugarse de la escuela, detenlo.

— ¿Y como sabré si intenta fugarse si no sé dónde está? Ni siquiera quiere hablarme.

— Me aseguré de ponerlo en las mismas clases que tú.

𝐴𝑆𝑆𝐻𝑂𝐿𝐸; 𝖩𝖺𝗌𝗈𝗇 𝖳𝗈𝖽𝖽/𝖣𝖺𝗆𝗂𝖺𝗇 𝖶𝖺𝗒𝗇𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora