𝐴𝑆𝑆𝐻𝑂𝐿𝐸; 𝖩𝖺𝗌𝗈𝗇 𝖳𝗈𝖽𝖽/𝖣𝖺𝗆𝗂𝖺𝗇 𝖶𝖺𝗒𝗇𝖾

31. A new adventure

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— ¿Y estás bien?— inspecciono su cuerpo inconscientemente buscando lesiones o algo.— ¿Te pasó algo, verdad? Ví unas luces por aquí y luego me asusté. Te ví y...

— Tranquila.— ríe tiernamente.— Estoy bien, lo prometo. Solo que yo lo causé.

— ¿Cómo?

Él iba explicármelo pero de pronto se movió a una velocidad imperceptible y me tomo para alejarme de lo que sería un disparo muy silencioso que impacto contra el suelo justo en el sitio en el que estaba yo. La velocidad con la que actuó fue tanta que incluso mi coleta se deshizo y con ello mi cabello se liberó.

— ¡Cielos!— exclama.— Estuvo cerca... lamento haberte tomado bruscamente...

— ¿Bromeas? Casi muero, te lo agradezco pero... ¿Cómo lograste moverte tan rápido?— pregunto y él aparta la mirada.

— Este...

— ¡Ay, no!— exclamo.— Una luz roja.— señalo su pecho que es dónde baila en movimientos aleatorios un punto rojo similar al un apuntador de... Arma.

Mierda.

Empujo a Jon y en seguida otro silencioso pero preciso disparo llega cerca de nosotros. Casi rozando mi mejilla.

— ¡CORRE!— el azabache toma mi mano y salimos despavoridos hacia lo más profundo del bosque.

— ¿Quién intenta asesinarte?— jadeo al perdernos entre algunos enormes árboles.

En breve dejábamos muy atrás la gala. De hecho demasiado lejos.

— No lo sé, yo solo venia a buscar a papá.— explica bajando la velocidad.— ¿Escuchas eso?

— No.— respondo asustada mirando hacia todos lados.

Hecho un vistazo por encima de mi hombro y a no menos de 8 metros de nosotros se avecinan cinco tipos armados y totalmente cubiertos con trajes azules y cascos que parecen uniformes pero no de policías sino de algún tipo de organización secreta.

— ¡JON!— grito asustada cuando estos levantan sus armas hacia nosotros.

Me di cuenta qué, Jon tenía otros individuos frente a él. Jon aprieta los puños y sus ojos se iluminan en un intenso rojo y no entiendo el porqué... Pero incluso antes de saber lo que pasaría, una repentina pero instantánea nebulosa roja se crea de la nada como una suave e inofensiva nube arrojando lejos a los hombres armados, algunos se estrellaron violentamente contra algún pino y otros simplemente cayeron en el suelo.

Seguido de ello del cielo aterriza, la niña que hablaba con Damian... ¿Cómo se llamaba? Ah, si, Margot.

Sus pupilas grises ahora son de un extraño color entre rojo, tan rojo como la sangre, casi del mismo color que un demonio tendría los ojos, la nebulosa roja desaparece.

Espera, ¿Qué?... Wow, wow, ella... ¿Qué es ella exactamente? No es una simple niña rica como creía hace unos minutos. Margot nos dedica una sonrisa débil y cae de rodillas frente a nosotros, apoyandose de sus manos mientras recupera el aplomo. Una ligera punzada de dolor me llega a la cabeza al verla, inclusive mis piernas perdieron fuerzas.

— Oye...— Jon me sostiene.— ¿Te sientes bien?

— Si...— respondo y me enderezo.

— ¿Y tú?— pregunta Jon acercándose a Margot para ayudarla.

— Lo estoy...— responde aún apoyada del suelo y neutralizando su respiración.— ¿Y ustedes?

– Oigan, los tipos malos...— digo al ver como algunos nuevamente están de pie y con intenciones de atacar.