𝐴𝑆𝑆𝐻𝑂𝐿𝐸; 𝖩𝖺𝗌𝗈𝗇 𝖳𝗈𝖽𝖽/𝖣𝖺𝗆𝗂𝖺𝗇 𝖶𝖺𝗒𝗇𝖾

22. And my friends?

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— Emm...— me quito muy rápido la peluca y el antifaz.— si, soy yo.— contesto agitada pues estoy quitándome el traje.

— ¿¡Qué demonios!? ¿Dónde estuviste toda la maldita tarde, Hope Wynter Osterman?— espeta totalmente molesta e intenta abrir la puerta.

Auch, el hecho de que mencionó mi nombre completo me da miedito.

— Estoy vistiéndome, no entres aún...— grito mientras intento quitarme la bota, voy hacía mi clóset brincando en un solo pie hasta conseguir quitarme la bota. Busco ropa y encuentro una bata de para dormir y me la pongo rápidamente.

— ¡Hope, abre la puerta ahora mismo!— grita mamá.— No estoy jugando, jovencita.

Tomo todo el traje y lo guardo debajo de mi cama, pateando lo sobresaliente hasta ocultarlo.

— Ahora si...— abro la puerta.— Pasa.— ella me observa molesta y con sus brazos cruzados sobre su pecho.

— Ya no habrá nada de mamá buena onda esta vez. Te dejé pasar muchas cosas, señorita pero esto ya es inaceptable. Te desapareciste todo el día, ¡Todo el día! ¿A quién le avisaste que salias, eh? No tienes la edad suficiente para estar en la calle como una niña vaga, no te mandas sola.

— Tranquila al menos regresé.— sonrío y ella frunce el ceño dejándome notar aún más su enojo.

— ¿Dónde estabas?— pregunta aún muy molesta.— ¿Qué cosas raras andas haciendo? ¿Consumes drogas?

— ¿Qué?— entrecierro un ojo incomoda.— No consumo drogas, mamá. Estaba con una amiga.— miento.

— Dijiste que no tenías amigos.— objeta.

— Conseguí amigos.— digo ruborizada.

— También dijiste que no se conseguían fácilmente.— vuelve a contratar.

— El sábado podré presentartela.— digo como una última jugada, recordando a Ruth.— Lo siento, mamá, ¿Si? No quería estar aquí. Me sentía asfixiada entre este tonto y dramático cambio y que obviamente no quiero. Necesitaba irme pasar tiempo lejos de aquí y no volver hasta sentirme mejor. Me da... Cierto gusto que hayas encontrado a alguien que te quiera con tu pasado y todo pero... No me obligues a aceptarlo, por favor.

Ella suspira intensamente, sobándose el puente de la nariz y se queda unos segundos callada.

— Dijiste que solo me preocuparía por el bebé.— dice ya menos enojada.— Me hiciste sentir como si tú no me importaras. También me importas mucho. La llegada del bebé no afectará nada el amor que siento por ti, Hope.

— ¿Y por qué me siento tan sola y abandonada?— hablo sin pensar pero me arrepiento al instante, eso sonó muy infantil.

— No estás sola, mi amor. Jamás pienses eso. Jamás.

— ¿Por qué no vuelve papá y somos los mismo de antes? Odio está desfigurada familia. No tiene pies ni cabeza. Ya no eres el mismo pilar que eras ant...— consigo callarme y controlar parte de mi respiración.

Odio cuando no puedo ocultar mis sentimientos, odio los sentimientos, los odio.

— Lo siento...— mamá me abraza fuertemente.— Te prometo que ya no te sentirás sola.

Inevitablemente le devuelvo el abrazo a mamá. Sintiendo su aroma y calidez, tan abrazadores y arrulladores como un precioso sueño.

— Lo siento, mamá.— digo sollozando desde lo más profundo de mi ser.