43. Empathy

427 59 16
                                    

[ 2 0 1 2 ]



— Tonta, tonta, tonta.— me palmee la cabeza al encerrarme en casa.

¿Por qué abracé a Damian? No debía hacerlo... pero es que, se veía tan triste y... creo que él lo necesitaba.
Como sea, lo hice y hecho esta, no puedo hacer nada más o sólo hacerme la tonta.

— Hope, ¿Qué pasó? ¿Cómo te fue?— me pregunta Hayley al verme.— Ayyyy, mírate.— se ríe de mi.– estás tan roja, ¿Es por él, verdad?

— ¡Cállate!— gruño y subo a mi habitación marcando mis pasos cada vez más fuerte contra el suelo y mis puños bien cerrados.

Me molestaba oír a Hayley reírse porque me había descubierto, no me gusta eso.

Pase un par de horas pensando en cómo debía hacer para hablar con Margot, ¿Debería ir hoy a la mansión?
Tal vez si, debo cumplirle esa promesa a Damian y además quiero saber que le pasa a Margot, me preocupa ella y quiero saber cómo ha estado.

— Abuela.— bajé a la cocina para encontrarla, inconscientemente me rascaba los dedos de mi mano porque estaba muy nerviosa.— Abuela, debo ir a la mansión Wayne.— dije tratando de sonar segura y ella me miró inmediatamente.— Damian me pidió ayuda en algo especial y debo ir.

— ¿El niño bien vestido que vino hace rato?— preguntó con una expresión más atenta.

— Si, abuela.— respondí rodando los ojos cuando no me veía. No me gustaba esa forma en que lo mencionaba.

— Bueno, ve pero regresas temprano a casa.— aceptó y siguió en lo suyo como si nada.

Sonreí ampliamente y me alisté para irme a casa de Damian.
Tomé mi bicicleta y me dirigí allá. Estaba tranquila, tenía la mente llena de ideas para animar a Margot, quería que arreglara su relación con Damian pero creo que ningún Wayne masculino sabe cómo solucionar eso... Bueno, es mi punto de vista.

En poco tiempo llegué a la mansión. Seguía un poco nerviosa pero aún así toqué el timbre de la mansión más tenebrosa de la ciudad y esperé a que atendieran.

— Joven Hope, que alegría verla, adelante.— dijo Alfred mientras abrió más la puerta para que yo entrara.

— Hola, Alfred, me alegra verte también.— sonreí.

— ¿Cómo va su madre y el señor Dent?— pregunta Alfred mientras caminamos a la sala de estar.

— Es una respuesta incierta aún.— contesté.— Yo espero que pronto despierten.

— Esperemos que pronto.— secunda Alfred con más animo que yo.

Estar de nuevo aquí se sentía raro.

— Alfred, seré directa... Damian me contó sobre Margot, sé que esta aquí y quiero verla...

— Comprendo y agradezco su franqueza— dijo Alfred.— No creo que haya problemas con eso. Sígame.

El mayor se encaminó a la puerta que conduce al jardín, creí que me llevaría a su habitación pero pronto entendí que ahí se encontraba Margot, ella parecía una persona distinta a la que había conocido antes, estaba despeinada y ojerosa, como si no hubiera dormido en días, también la notaba más pálida y delgada, su aspecto me era casi irreconocible. Claro que no esta bien.
Justo ahora ella esta sentada sobre el césped, leyendo un libro que parece muy antiguo mientras a su alrededor marcaba distancia con unas largas barreras rojas mismas de su poder, estás danzaban a su alrededor como si se protegiera con ello. Ouh.

𝐴𝑆𝑆𝐻𝑂𝐿𝐸; 𝖩𝖺𝗌𝗈𝗇 𝖳𝗈𝖽𝖽/𝖣𝖺𝗆𝗂𝖺𝗇 𝖶𝖺𝗒𝗇𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora