Sick | 2Yeon.

5

–Hey– Dijo Nayeon al final empujando a Jeong contra la cama.

Jeongyeon lo tomó por sorpresa.

–¿Me dirás quién eres?¿Y de dónde me conoces o tendré que llamar a alguien?

...

–Nayeonnie, no seas tan dura con nuestra nueva amiga – Protestó Sana.

Jeongyeon estaba en Shock, No podía  sacar sus ojos de la contraria.

–Será mejor que nos dejes sola Sana.

Sana levantó sus dos cejas de manera pervertida y soltó una risita –Ten cuidado como me hablas Unnie– Y salió de la habitación.

–Yo...

–¿Tu qué? Habla de una vez– Dijo acercándose más.

–Oye, Calmate un poco ¿Quién te crees que eres?– Estalló Jeong empujando a Nayeon contra la otra cama de hospital tomando la del cuello.

Nayeon la empujó molesta, no iba a quedarse atrás, subió a la cama y le tiró con la almohada haciendo que Jeongyeon perdiera los estribos.

Mientras tanto, Sana caminaba por los pasillos, oyendo a su linda acompañante todo el tiempo.
Aquella voz interna en su cabeza.

Si, Esquizofrenia, eso tenía, pero para ella era un amigo.
Vivía en el otro departamento del hospital, el que trataba las enfermedades mentales/psicológicas.
Pero conocía a Nayeon, y era una de las pocas que podía entenderla.
Por supuesto, era la segunda estadía de Nayeon en el hospital.

Tenía mucho miedo de que volviera a irse, por eso si voz la ayudaba a hacer cosas para lograr que Nayeon se quedara junto a ella todo el tiempo.

Por el momento, escupía las pastillas son que nadie lo notara, era mucho más inteligente que los unicornios.

"Sana-Chan ¿Y si arrojas las sillas de ruedas por los pasillos y luego escapas?"

–Que buena idea, Stinkle.

Además de que Sana padecía ésta enfermedad era algo traviesa e ideosa.
No se sabía si eso era bueno o malo.

Justo cuando Sana iba por la tercer silla apareció Jihyo.

–¡Sana! ¿Qué crees que haces? ¿Buscas que tu padre decida que te encerremos de nuevo?

Sana quedó paralizada.
El tono de voz de Jihyo la enfadada a ella y a Stinkle.

Corrió hacia Jihyo y la tomó del cabello, comenzando a pegarle.

–Nayeon me echó de la maldita habitación por, por esa tonta chica–Gritaba.

Junto comenzó a pedir ayuda, y dos enfermeras tomaron a Sana bruscamente.

Pero en cuanto la dejaran, acabaría  con todo.

Dahyun presenció  la escena, era una de las nuevas enfermeras, pero estaba claro que las demás no hacían bien su trabajo.

–Oigan, Oigan, No deben tratar así  a un paciente.

Sana dejó de patalear y observó  a Dahyun.

Rápidamente Dahyun tomó a Sana y con su voz suave dijo  –¿Estas bien? He oído mucho de ti.

Sana le sacó la mano enojada.

–¿Y tu quién eres?