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Jeongyeon llegaba a su hogar luego de aquel lapso de tiempo perdido en el hospital.
Realmente estaba molesta.

Vivía en un apartamento sola, Ya que su madre vivia sola con una de sus dos hermanas, y su padre los había abandonado hace mucho tiempo.

Jeong tenía una familia cálida (Su madre y sus dos hermanas) pero no se veían con mucha frecuencia.

Subió por el ascensor observándose en el espejo que éste tenia. Aún llevaba el brazalete costoso de la chica.

Si Jeong lo vendiera conseguiría mucho dinero por el, Y comería más que arroz por dos meses.

Pero ella no era así. No importa cual fuera la necesidad.

Por suerte hoy era su día libre, No había trabajo ni universidad.
Estudiando abogacía, la cual no era una carrera para nada fácil.

Llegó al piso 6, Dirigiéndose a la habitación 2.
No era un lujo, Ni muy grande, Era perfecta como para Jeong, hacia ya dos años que vivía allí.

Se tumbó sobre la cama admirando el brazalete.
Hasta se lo probó. Sabiendo que jamás en su vida ella tendría algo así.

Luego una llamada la sacó de sus pensamientos.

Momo.

–Hey Jeong ¿Por qué te fuiste tan de repente? Ni siquiera me esperaste, y yo quería salir a comer ramen– Dijo Momo en la llamada con un tono quejoso y agitado.

–Lo siento – Hizo una pausa poniéndose una mano en la cabeza –Pero no podía soportarlo ni un segundo más, ¿No escuchaste a la chica que gritaba?

Momo soltó una risa –Ah, Si ella– volvió a reír –No es la primera vez, Creo que se llama Nayoung.

–¿Nayoung? Que nombre más ridículo– Se la siguió Jeongyeon.

Momo reía –Pues, No sé bien que tendrá, Pero es algo ruidosa.

Al final las dos hablaron un par de segundos más.

Y al cortar Jeong observaba decidida por la ventana.

–Dejamelo a mi– Dijo al final, Aunque estaba realmente sola.

Sick | 2Yeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora