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Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
Se quiebran los vasos y el vidrio queda.
Eras tan frágil que no dejaste rastro de ti.
Lo sabías, y no lo evitaste.

Te extraño, te extraño.

Eran menos.
Ya no era igual.

Nayeon una vez más, Derramaba lágrimas frente al cajón que estaba siendo enterrado.
Sana ya no estaba.

Se la habían llevado a un lugar dónde pudiera estar más calmada, aunque era dudable que eso pudiera hacerse.

Quizás, ya no la volverían a ver.
Sana había entrado en un estado en el cuál, nadie la había visto así jamás.

Porque ella ya sufría antes, y ahora lo haría peor.

¿Por qué Tzuyu no se dejó conocer más?¿Por qué no probó un dulce bocado más?
¿Acaso era tan difícil?

Jihyo también, lloraba a más no poder.
Chaeyoung quizás, no había terminado de llorar.

Nayeon y Tzuyu luego de un montón de cosas, se habían hecho cómplices.
Y le dolía, no podía dejar de recordar aquellos momentos.

Pero Sana debía estar aún peor.
Ni siquiera la habían dejado ir al funeral.
La habían llevado a un lugar incógnito.
Probablemente la habían dormido, o encerrado en algún lado.

Momo y Dahyun no habían asistido.
Las cosas aún no estaban bien.

Las cuatro chicas y el hermano Mayor de Tzuyu se habían quedado allí.
Mirando la tierra fresca, sintiéndose desconsolados.

De nueve, habían pasado a ser un grupo de cuatro.

Realmente Chaeyoung se había vuelto una persona increíblemente fuerte.

–¿Acaso estoy maldita?– Soltó Chae.

Lo de Chaeyoung con Tzuyu, en el pasado, había sido sólo una aventura.
Pero aún así, la había abandonado.

–Claro que no– Nayeon la abrazó enseguida.

–Mina aseguró que no era tu culpa– Habló Jihyo.

Jihyo hasta el momento con las muertes se había vuelto distante.
Ella nunca decía nada, pero siempre estaba allí.

–¿Lo recuerdan? El sueño– Volvió a hablar –Es probable que esas dos se conozcan ahora– Jihyo se agachó, observando hacia el cielo.

Ninguna dijo nada.
Pero, ¿Cómo olvidarlo?

Jeongyeon no soltaba palabra.
Tan sólo seguía pensando en eso, y en la imágen que había quedado.

¿Verdaderamente había sido un sueño? O quizás, una ilusión.

–Ustedes eran amigas de Tzuyu ¿Cierto?– El hermano Mayor de Tzuyu habló.

Ellas asintieron.

–Cuentenme sobre ella– Su hermano parecía nostálgico.

Así fue, dejaron aquél lugar gris y visitaron el hogar de Tzuyu.

Era enorme, Y solitario.
El hermano les sirvió Café y hablaban, un poco apagadas.

Contaron las anectodas que habían vivido junto a ella, El tiempo pasaba realmente rápido.

–La que pasaba tiempo con ella era mi mejor amiga, Principalmente– Habló Nayeon.

–Eran novias ¿O me equivoco?– Habló el hermano.

Sick | 2Yeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora