Sick | 2Yeon.

20

Jinyoung estaba parado frente a ellas, Realmente no entendía demasiado.
Nayeon tampoco se gastó en dar explicaciones, Eligió correr tras su amiga.

Jeong se había quedado con Jinyoung.
La estadía más incómoda de su vida quizás.
Y lo peor, aún no sabía porque aquel extraño buscaba a Nayeon.

-¿Son buenas amigas?- Preguntó Jinyoung en aquél momento rompiendo el hielo.

-Oh si, Amigas, Seguro- Hizo una mueca, Aunque tenía más ganas de soltar una carcajada.

Se notaba que no conocía a Nayeon.
Y tampoco sabría lo «Suyo».

-¿Sabes qué piensa ella de mí?- Jinyoung preguntaba, serio y amable.
No parecía un mal tipo.

Jeongyeon no sabía que decir -Seguro que eres amable o algo así.

No estaba segura de porque decía tantas estupideces.

-¿Crees que nuestro matrimonio sea bueno en el futuro?

Si Jeong hubiera tenido alguna bebida en la boca en aquél momento, hubiera sido perfecto, Soltó una carcajada como si no entendiera.

Jinyoung rió también, para no quedar fuera de lugar quizá.

-¿Matrimonio?- Retomó Jeong más Seria.

Jinyoung se sorprendió -Seguro te guarda la sorpresa para que seas su dama de honor.

Jeong no sabía como reaccionar.
¿Enojarse o esperar a que ella lo aclare?
¿Confiaba en ella?

Suspiró, Aunque se sintiera una estúpida contestó -Seguro te guarda la sorpresa a ti, quedate tranquilo.

Le costó demasiado orgullo aquél comentario lleno de inseguridad, pero quería creer que ella estaba en lo cierto, que Nayeon no iba a comprometerse con alguien más y que la quería a ella.

-¿Sorpresa?- Y cuando Jinyoung preguntó, Rompió la fina capa emocional en la que se encontraba Jeong.

-Porque ella se quedará conmigo.

Jinyoung no parecía entender.

-Obvio son Amigas - Soltó una risa nerviosa.

-No, lamento haberte dicho que sí- Jeong con inercia y la mirada baja -Somos más que eso.

Jinyoung suspiró.

-Sabía que ella no lo aceptaría de todas formas.

-¿Hace cuánto la conoces?

-Nos conocemos desde niños, sabía que en un futuro sucedería, Nuestros padres son hombres de negocios, Para ellos negociar a una persona no es nada.

¿Era Jeong la que interfería en ése amor o era Jinyoung el que interfería?

-Pero a ella le gustas tu, y a mi, me gusta alguien más.

Jeong quedó sorprendida.

-Oh, ¿Entonces? Simplemente di que no.

-No es tan fácil - Negó Jinyoung -Y será menos fácil para ella, Conociendo al viejo Im.

-¿Por qué lo dices?

-Él es tan testarudo, terco, caprichoso, Jamás pierde.

-Eso es porque no conoces a su hija.

La conversación terminó siendo bastante buena, Simplemente acompañaría a Nayeon en esto, Sea lo que sea.

Mientras tanto Nayeon, corrió detrás de Sana.
Terminó llegando a una plaza, Sana se había escondido.

-Hey Sana, Soy Nayeon- gritaba la castaña, preocupada -Soy tu amiga, y sabes que puedes contarme lo que haya sucedido.

Nayeon seguía buscando.
La terminó encontrando, Detrás de uno de los tanto árboles, Se sentó en el mismo que Sana.

-¿Recuerdas cuando me desmayé jugando a las escondidas?- Preguntó Nayeon, aún se escuchaban unos pequeños llantitos -Tu no llevaste hacia el hospital nuevamente. Entonces, Si tu te caes, yo te levanto, Si tu lloras, Yo lloro contigo, Si tu ríes, yo igual, ahora Dime, ¿Por qué estás mal Ahora?

Sana se encontraba bien, No había desatado otro estallido de Ira. Eso la dejaba calmada, se largó a sus brazos en cuanto la vio.

-Lamento no estar para ti tanto como antes.

-Lamento ser tan demandante.

-Dime, ¿Qué sucedió?

-Me declaré a Dahyun.

Justo lo que Nayeon quería evitar.

-Pero, Momo me rechazó por ella, al parecer salen juntas.

Nayeon se sentía mal por no haberle dicho.

-Y, Tzuyu al rato, comenzó a pelear con Momo, No sé que sucedió y de la nada, Me dijo que le gusto.

Nayeon no esperaba eso.

-¿Tzuyu?

Sana asintió.

Se quedaron un rato más hablando, Saltaron rieron, Sana había sido rechazada, Pero no era su amada la que la había rechazado.
Aunque ahora, Tendría que asegurarse que no fuera otra trampa de Tzuyu.

Al final volvieron, Tarde.

Al llegar, Jeong dormía en una silla azulada, Tal como en el inicio, Cuando toco por primera vez el hospital, estaba en esa silla azulada.
Pero ésta vez, no buscaba irse.

Nayeon buscó una manta para las dos y se sentó a su lado.

-No sé que habrá sucedido, pero me alegra que estés aquí.

Jeong dormía, Y Nayeon se apoyó en ella tambien.

Quien sabe cuanto habrá estado así.
Quizás lo suficiente como para que Jeong se enfermara al día siguiente, Nayeon limpiaría los mocos de su resfriado en ése caso.