—Espero que el hecho de que no me respondieras los mensajes anoche es porque conociste a un chico y estabas demasiado ocupada con él.
Lauren ya estaba de nuevo en el bus preparándose para regresar a Syncin City cuando contestó la llamada de Audrey.
—Si hay un chico, pero no hicimos nada de lo que te estás imaginando.
—Pero si hay un chico, empecemos por ahí. ¿Ya saliste?
—Ya estoy en el bus, esperando que arranque.
—Vale, tienes tiempo antes que la señal se pierda.
Lauren le relató paso a paso su visita en Medy City, lo entusiasta que era el señor Bernal y la actitud extraña de Brandon. Esa mañana después de desayunar cada uno por su parte, regresaron al terminal en donde ella tomó algunas fotos y dejó dicho con la secretaria del señor Bernal que ya estaría de regreso a Syncin.
— ¡Es una ridiculez! Me odia y yo ni siquiera sé por qué.
—No te odia Lau, solo... eres una extraña, hay gente así.
— ¿Cómo?
—Difícil de asumir los cambios.
—No lo creo Audrey. Él chico es un completo tonto, ¿crees que quiso acompañarme a tomar las fotografías? Dijo que estaba demasiado ocupado y que yo podría hacer el recorrido sola.
—Acúsalo con el gerente.
—No creo que funcione, es demasiado listo para inventar alguna excusa. Además, no me interesa caerle bien a ese tipo, me basta con realizar mi trabajo y ya, solo que con su presencia resulta algo difícil.
Lauren interrumpió su relato mientras quitaba el morral de al lado y le dejaba espacio a una señora que se sentaba, pero que al instante se ponía de pie porque se había equivocado de lugar.
—Vale, pero... ¿es lindo?
—Físicamente creo que es un 8, pero al conocerlo creo que todos esos puntos bajan a un 3.
— ¿Por qué no me has enviado foto para conocerlo?
—Porque no tengo.
—Mentirosa.
—Está bien, hubo una que le tomé sin que se diera cuenta.
— ¡Ya quiero que llegues!
—Ojala esa alegría fuera porque regreso y no para ver a Brandon.
—Si es por eso Lau, relájate. Por cierto, ¿Así se llama? Ese nombre no me gusta mucho, lo bautizaré; el chico del cabello largo —Lauren sonrió. A través de la ventana, del otro lado, Brandon se detuvo frente a un guardia a quien le daba unas indicaciones.
—Ahora mismo lo estoy viendo.
— ¿Está ahí contigo?
—No, lo veo desde la ventana. Está hablando con un guardia... me acaba de ver y disimular al tiempo que no ha pasado.
— ¿Y tú que estás haciendo?
—Lo miro descaradamente porque al parecer de alguna manera eso lo incomoda.
—Buena chica. Aunque digas que lo odias, presiento que de alguna manera te dejó flechada.
—No inventes.
— ¡No lo hago! Seguramente ahora...
—Audrey ya el bus va a arrancar, hablamos esta noche.
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Salud, dinero... ¡achís!
RomanceA Lauren nunca le salen los tres estornudos, excepto aquella mañana en el Terminal de Transporte. A Lauren no le gusta tomar autobuses para viajar. Es de las que prefiere quedarse en la oficina editando los videos de las campañas que al lado de sus...