Aquella mañana Lauren se despertó sabiendo algo que ya no le sorprendía. Tal vez los demás también lo sabían, pero nadie era lo suficientemente valiente como para decírselo. O a lo mejor la cobarde era ella, al no arriesgarse por miedo a que las cicatrices revivieran.
Miró el reloj y supo que iba bien de tiempo. Luego de ducharse, bajó y tomó un taxi al terminal. Era el día en que Tyler viajaría a su entrevista en BlindStone y ella quería despedirse. Él tenía primero que llegar a Medy a entregar un paquete de su empresa y luego iría hasta el aeropuerto para viajar a la capital.
Tyler ya estaba allí cuando Lauren llegó, y al ver que aún tenían tiempo para la salida del bus, se sentaron a desayunar en unas pequeñas mesitas instaladas recientemente delante de la cafetería.
— ¿Nervioso? —le preguntó ella.
—Un poco, sí... más que todo es ansiedad.
—Pues ve controlándola. ¿Tienes ya la dirección de Josh, cierto? ¿Hablaste con el amigo de él del taxi?
—Sí, y sí —le dijo él tomando jugo— siento que tu estas más preocupada por mí.
—Bueno, debo admitir que un poco.
— ¿Podrías venir conmigo, sabes?
—No, no podría. Aún hay cosas que hacer.
—Debí preguntarle a Mac si te daba permiso... ¡Agh! Perdí una buena oportunidad.
Ella soltó una carcajada leve.
—En todo caso Mac no es mi jefe, si yo quisiera ir, lo hubiese hecho, pero como te dije, hay cosas que hacer aquí.
— ¿Te imaginas que diría Josh si sabe que pudiste ir a visitarlo, pero simplemente no quisiste?
— ¡Ni se te ocurra decirle eso! ¡Sería mi fin!
—Un dato interesante... —le dijo él con maldad.
Ella sonrió.
— ¿Ya te había dicho que cuando sonríes te pareces a tu sobrina?
—Sí, Josh dice que... Espera ¿Qué? ¿Conoces a Sophia? Ah claro en las fotos, que tonta...
—No, yo la conocí en persona ¿no te lo había dicho? Fue la vez que te accidentaste en el taxi. Cuando llegué a preguntar por ti, los encontré a ellos en el pasillo, por cierto, fue Erick quien me trajo a SynCin a verte... claro, no me pude quedar porque tú sabes cómo se ponía Brandon si se enteraba que... ¿Lauren? ¿Estás bien? —Ella se levantó de repente con la mirada perdida.
—Tengo que ir al baño.
— ¿Por qué?
—Ya regreso.
—Pero... el bus sale en pocos minutos... —Ella le dio la espalda y corrió hacia el baño dejándolo a él sumido en una confusión total.
Lauren buscó rápidamente un cubículo vacío y marcó el número de Audrey.
— ¿Recuerdas aquella vez en que empezaste a enumerar una lista de cosas que Brandon había hecho y que lo convertían en el hombre ideal? —le preguntó tratando de no sonar tan ansiosa.
—Sí, eso era antes de convertirse en un idiota. ¿Qué pasa?
— ¿Podrías volver a enumerarla, por favor?
—Lauren, ¿estás bien? Me preocupas.
—Audrey, ¡Solo hazlo! —le suplicó a su amiga.
—Vale, está bien... a ver... Lo primero era, ¿Es lindo?
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Salud, dinero... ¡achís!
RomanceA Lauren nunca le salen los tres estornudos, excepto aquella mañana en el Terminal de Transporte. A Lauren no le gusta tomar autobuses para viajar. Es de las que prefiere quedarse en la oficina editando los videos de las campañas que al lado de sus...