—Lo primero que haré apenas salga de aquí será ir a comprar un tiquete a Medy City.
—No lo pongo en duda. —respondió Audrey sin levantar la mirada de la revista que estaba leyendo en la sala de espera.
Era 28 de abril y Lauren había ido al ortopedista a cumplir su cita para que le quitaran el yeso. Audrey se ofreció a acompañarla para ver el momento triunfal en que podría volver a utilizar su mano derecha. Un mes con el yeso le bastó a Lauren para olvidar como usar de nuevo su mano para simples cosas, como agarrar los cubiertos cuando fueron a celebrar a un restaurante cercano.
Abril se estaba acabando con un radiante sol, aunque durante la tarde hubo unas nubes grises que se pasearon por el cielo de SynCin sin causar ningún daño. Después de comer, como lo había anunciado, Lauren le pidió a Audrey que la acompañara a comprar un tiquete para viajar a Medy el siguiente día que caía sábado.
— ¿Brandon estará libre?
—No lo sé. Iré de sorpresa.
—Vaya... ¿Qué te hizo este tipo?
Después de la última vez, Brandon había tomado como costumbre visitar a Lauren una vez por semana. Casi siempre llegaba los viernes y se quedaba hasta el sábado en la noche. Aquellos horarios fueron fluyendo de a poco, ninguno de los dos lo impuso, las mismas ganas de tenerse el uno al otro obligó a realizar aquellas visitas. Pero aquel fin de semana Brandon no iba a poder viajar a SynCin y Lauren estaba decidida a no romper la rutina.
Luego de comprar el tiquete, regresaron a la oficina y Lauren se sintió extraña al poder utilizar el mouse nuevamente y tocar su teclado con libertad.
—Extrañaba esto. —le dijo a Audrey mientras tecleaba la contraseña de su laptop.
—Pues al menos ya podrás descansar de las clases intensivas de edición a Tyler.
—Eso es lo mejor de todo.
Durante la semana en que Tyler se quedó en SynCin por sus vacaciones, se había ofrecido a ayudarle a editar a Lauren los últimos videos que le quedaban por enviar a ArrowXpress. Fueron días caóticos en los que ella trataba de explicarle a él de qué manera bajar el video al timeline o cómo recortar en el momento exacto.
—Esto parecía más fácil —expresó él perdiendo la paciencia.
Pudieron solo editar un video y del resto se encargó Audrey bajo las directrices de Lauren. La segunda semana de abril, ya Brandon tenía en su bandeja de entrada todos los videos.
—Te han quedado de maravilla —le dijo el fin de semana que la visitó— en realidad, todo lo tuyo es una maravilla.
***
Lauren se sintió afortunada por regresar a Medy en nada más y nada menos que uno de los servicios Premium. Cuando subió al bus se dio cuenta que conseguir aquel servicio no había sido fácil; los asientos eran más altos y parecían más cómodos, delante de cada uno había una pequeña pantalla táctil y a un lado estaban los cargadores para conectar el celular. Lauren tomó su lugar y vio además arribita de la pantalla la clave para conectarse al wifi. Aquel nuevo ambiente la tenía fascinada, pero aunque quiso encender la pantalla para ver los videos, el sueño pudo más y antes de que arrancara el bus, se subió la corredera de la chaqueta hasta arriba para cubrirse del frio y se quedó dormida.
— ¡Achis! —Ella se despertó de repente y estornudó fuertemente.
—Salud. ¿Sabías que es imposible estornudar con los ojos abiertos? —A su lado estaba Tyler con el celular en las manos siguiendo un juego de fútbol.
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Salud, dinero... ¡achís!
RomanceA Lauren nunca le salen los tres estornudos, excepto aquella mañana en el Terminal de Transporte. A Lauren no le gusta tomar autobuses para viajar. Es de las que prefiere quedarse en la oficina editando los videos de las campañas que al lado de sus...