— ¿Esto en realidad está pasando?
—Completamente.
—Y eso que no crees en las casualidades, ¿Qué tienes que decir de eso?
—Que me están persiguiendo últimamente.
—Pero bueno ya, cuéntamelo todo.
Lauren se acostó en la cama y mirando el paisaje nocturno de Medy City, le relató su día a Audrey. Como había dicho su amiga, ella era una persona a la que le costaba creer en las casualidades, pero con todo lo que últimamente le estaba ocurrido, ya empezaba a tenerlas más en cuenta.
Después de sostener el trípode antes de que cayera al piso, pudo mantenerse en pie e intercambiar algunas palabras con Tyler.
—Eres tú. ¿Cómo estás? —le dijo él sonriéndole.
—Bien... ¿Eres modelo ahora? —bromeó en cuanto la sorpresa se lo permitía.
— ¿Qué? ¡Ah! No, para nada —le dijo él guardando las manos en los bolsillos. —Son órdenes de los jefes, intento cumplirlas en lo más que puedo.
—Pero te debe ir bien con las cámaras si no pusiste problemas en acceder.
—He ahí el asunto. No sabes si lo hice.
— ¿Lo hiciste?
—La verdad es que no.
Los dos compartieron una carcajada hasta que Tyler vio que a lo lejos se acercaba Brandon.
—No le digas a mi jefe que esta idea me encanta, él cree que me está obligando a hacerlo. ¿Puedes guardarme el secreto?
Lauren echó un vistazo y vio que efectivamente Brandon se acercaba a ellos con paso apresurado.
— ¿Le dices jefe a él?
—Sí, ¿por qué?
La pregunta de Tyler fue interrumpida por la intervención de Brandon.
—Bueno Lauren, él es nuestro héroe; Tyler.
Tyler le extendió la mano y ella le respondió el gesto. En su mirada había una picardía a la que Lauren no podía evitar sonreír.
— ¿Crees que funcione?
—Me sentiría más segura si le hacemos unas pruebas frente a la cámara.
—Sí, está bien. No hay problema.
—Pero mi turno empieza en veinte minutos —contestó Tyler simulando un tono de preocupación.
—Yo arreglo eso. Ahora importa el video. ¿Dónde harás las pruebas?
—Puede ser en el parqueadero. ¿Está bien?
Brandon le dio instrucciones a Tyler para que ayudara a Lauren en todo lo que ella pidiese y él aseguró encargarse de ello.
Caminaron hasta el parqueadero y se ubicaron a un lado donde no les estorbaban a los pasajeros y mucho menos a los buses.
—Vamos, ¿en serio esto de la prueba de cámara es necesario?
—Sí lo es. Además, no creas que me tragué esa preocupación tuya por dejar tu puesto de trabajo.
Tyler soltó una leve carcajada.
—En realidad si me preocupa un poco. Me gusta lo que hago. No es el trabajo mejor remunerado del mundo y tal vez haya cosas mejores, pero no sé, simplemente me gusta.
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Salud, dinero... ¡achís!
RomanceA Lauren nunca le salen los tres estornudos, excepto aquella mañana en el Terminal de Transporte. A Lauren no le gusta tomar autobuses para viajar. Es de las que prefiere quedarse en la oficina editando los videos de las campañas que al lado de sus...