Capítulo 29

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—Esto lo cambia todo ¿No te parece? Es decir, ¡ha sido él todo el tiempo! ¡Oh por Dios! ¿Te has dado cuenta que tienes una vida bastante interesante? —Audrey había dejado a un lado su almuerzo y estaba hablando sin parar al tiempo en que movía sus manos.

—Audrey, creo que estas exagerando. —le dijo Lauren desde el otro lado del sofá tratando de que un espagueti no se le cayera del tenedor.

— ¡Para nada! ¿Es que no te das cuenta que tus estornudos te dirigían a él?

—Ya hace rato paré el tema de los estornudos. Ahora, deja el drama y almuerza.

—Vamos Lauren, no me digas que no fue eso en lo primero que pensaste...

Si, luego de haberse enterado en que aquella mañana conoció a Tyler sin saber que era él, el corazón a Lauren le dio un vuelco. Él no sospechó nada y siguió ayudándola en su casa hasta qu debió regresar a la oficina. Los amigos de Josh terminaron de pintar el apartamento y ella se quedó el resto del día echada en la cama pensando si esta nueva revelación significaba algo. Pero luego de un rato trató de olvidarlo y archivarlo en el fondo de su mente, hasta que le había contado a Audrey. Lauren estaba dispuesta a no volver a creer en esas señales ridículas que solo se basaban en un deseo personal.

—Pero es que tu deseo más grande es encontrar a ese hombre perfecto —le dijo Audrey y Lauren se sintió estúpida.

—Mi deseo no puede ser ir por la vida buscando a un hombre, Audrey. No, mis deseos deben estar enfocados a ser una buena persona, tener un trabajo estable...

—Esos son deseos aburridos. Además todo el mundo los tiene.

—Así como encontrar el amor.

—Sí, pero tú crees en la magia de los estornudos y eso me hace creerlo a mí también. ¿Le contarás?

— ¿A quién? ¿A Tyler? ¡Estás loca! No, eso es algo que quedará entre las dos, ¡así que ojo con decirle! De todos modos es una estupidez, ya te lo dije. —Lauren había fruncido el ceño lo suficiente como para que Audrey supiera que estaba cansada del tema.

—Bueno, como quieras. El tema muere aquí.

—Gracias.

— ¿Vendrás a cenar hoy? Mac y Tyler vienen.

—Sí. Tyler ha dicho que nos tiene algo que contar... ¿Qué crees que sea?

Audrey levantó los hombros y le dedicó toda la atención al almuerzo.

Jake había decidido volver a preparar ricos manjares adicionando nuevos ingredientes con el fin de cuidar la alimentación de su novia. Esa noche, al menos los postres regresaron. Mac llegó justo en el momento en que afuera empezó a llover, Tyler no contó con la misma suerte y llegó con parte de su uniforme mojado.

—Vamos Tyler, quítatelo para echarlo a la lavadora enseguida —le había dicho Audrey— Jake, creo que Tyler necesita de nuevo aquella sudadera y un nuevo suéter.

—Estoy pensando en obsequiártela, ¿sabes?

Luego del cambio de prendas de Tyler, se sentaron a degustar una lasagna que Jake había preparado bastante saludable, pero que no sabía mal. Luego de un rato, Tyler dijo que debía anunciarles algo.

—Bueno, hoy he llegado al trabajo y sí, es mi tercer día apenas y me he encontrado con una grata sorpresa... —los demás lo miraban bastante emocionados, excepto Lauren que aquello no parecía gustarle del todo— el dueño de la empresa Velez le dijo a mi supervisor que están buscando a alguien que haga lo mismo que yo, pero en BlindStone y bueno, me han recomendado. —Lauren tuvo que echarse para adelante para no atragantarse con el vino.

Salud, dinero... ¡achís!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora