Capítulo 22

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— ¿Y bien? ¿Tan mal estuvo? —le preguntó Audrey mientras desayunaban. Lauren no entendió la pregunta de su amiga— El que Tyler se quedara... ¿Qué tal estuvo? Se tuvo que ir muy temprano si cuando llegué no estaba.

—Ah, sobre eso... todo ha ido bien y sí, me dejó un mensaje; debió salir temprano porque su madre tenía que ir a hacer unas compras y no había quien la llevara.

—Ya veo. Podríamos hacer algo esta tarde, ¿no te parece?

—Sí. Imagino que Jake y tú ya tienen planes... —Lauren levantó la mirada del plato de cereales, pero no le gustó la expresión de felicidad de su amiga.

— ¡Y te van a encantar! —Dijo Audrey dando una palmada— ¡Vamos al Karaoke!


Bueno, en parte sí. A Lauren le encantaba el Karaoke, pero más cuando estaba ebria que sobria. En su sano juicio le daba mucha vergüenza cantar delante de la gente, pero en cambio, en las fiestas privadas que hacía en su época de universidad con amigos cercanos, podía pasarse toda la noche bebiendo y cantando las baladas clásicas.

Tyler había aceptado sin chistar el plan del Karaoke. Se encontraron en el bar I-HA que quedaba en el centro de la ciudad, un lugar exclusivo para cantar siguiendo la pantalla.

— ¿Y bien? ¿Debo vencer a alguien? —Dijo Tyler tomando asiento— Déjame ayudarte, Lauren. —Él se acercó a ella y le ayudó a quitarse la chaqueta. Jake los miró gracioso.

—Ah, vaya... ¿tenemos un competidor? Pues la tienes difícil, Lauren es experta, ¿sabes?

—No le hagas caso a Jake... está exagerando —respondió Lauren nerviosa.

—No, no lo hace... ya te darás cuenta. ¿Qué tomamos?

Pidieron unas cervezas y durante un rato estuvieron los cuatro conversando de las ocupaciones de los últimos días. Lauren solo escuchaba, no podía aportar mucho.

— ¿Qué puedo decirles? Me la paso viendo televisión o espiando a la gente desde la ventana. Creo que hay una nueva familia en el vecindario... si, ese es el único dato importante.

Tyler miró preocupado a Audrey quien había notado el tono de desesperación de su amiga. Lauren quería deshacerse de ese yeso lo más rápido posible, pero la cuestión era de paciencia, y de esa no tenía mucha.

— ¿Qué tal si empezamos esto? —dijo Tyler levantándose— ¿Qué categoría? ¿Libre?

—A Lauren le gustan las baladas y el pop—Audrey miró a Lauren quien no había cambiado de semblante.

— ¡Perfecto! Aunque a mí me gustan los clásicas, así que aquí vamos...

Los tres se giraron hacia la tarima, allí Tyler habló con el encargado y subió hasta el centro, frente al micrófono.

—Vale, no me vayan a tratar muy mal... es lo que hago por los amigos —dijo guiñándole un ojo a Lauren y los demás. Ella le respondió con una sonrisa torcida. El golpe de sonido llegó de repente y Audrey miró a Lauren al reconocer la canción

—No puede ser posible... —dijo Jack entre risas mientras veía como Tyler movía la cabeza al son de la música.

De lunes a domingo voy desesperado, el corazón prendido allí en el calendario...—Tyler empezó a cantar sin siquiera mirar la pantalla. Lo hacía bastante bien y poco a poco empezó a tomar confianza hasta quitar el micrófono del paral y dar todo un concierto.

— ¡Olé! —Gritó Audrey. Lauren lo miraba desde su asiento con una sonrisa que ya no podía reprimir. Ese sujeto estaba verdaderamente loco, y aunque sabía que aquello podía hacerlo sin obligación, Lauren se dio cuenta que todo eso solo tenía un objetivo claro: hacerla sentir mejor.

Salud, dinero... ¡achís!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora