PARTE 34 "30 Minutos de paz"

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Mi cabeza va a mil y mi cuerpo está paralizado, un sudor intenso cubre mi cuerpo que hierve por dentro pero mi piel esta helada. Un movimiento compulsivo tratando de inspirar una bocanada de aire me saca del shock y caigo sentada pesadamente en una de las sillas junto a la mesa, apoyo mi cabeza en mi mano tratando de salir del ahogo que me provocó el espanto, y totalmente desconcertada mil preguntas sin una respuesta lógica chocan en mi cabeza. Ya comienzo a dudar de si todo esto es real o estoy enloqueciendo....

Hace 30 minutos que estoy sentada en el comedor. No me he movido de la silla y no estoy segura de que hacer. Eh quedado en este lugar esperando... Pero ninguna de las tres  siquiera me han prestado atención... Solo continúan con su presencia cada una en lo suyo, cada una en su mundo.

Las tres están en el living. La mujer y Mari (la nena) están sentadas en el sofá. En ocasiones la nena le habla y esta le responde. "Ella" ah dejado de escribir y parada junto al ventanal del living mira los relámpagos que iluminan las enormes y oscuras nubes que la tormenta a traído nuevamente en su circular trayectoria sobre la ciudad. La luz sigue en un hilo y las baterías de las luces de emergencia están casi sin carga. La línea de teléfono sigue cortada y me impide cualquier contacto con el exterior a mi casa, que se ah transformado en horas en el más desquiciado y bizarro de los escenarios.

En estas horas e pasado por todos los estados de ánimo y desequilibrios, sufrido ataques de pánico, asesinado a un gato y casi a una nena... Aunque esto último es cuestionable... Se puede asesinar a un fantasma...?

Mis piernas se están entumecidas.

- Bueno. .. Voy a poner la pava para unos mates. -Digo en vos alta tratando de provocar alguna reacción.

-Al parecer... vamos a tener tormenta algunas horas más. .. -Las tres permanecen sin prestarme la menor atención, nada de lo que diga al parecer lo hará.

- Alguna de ustedes sabe lo que está pasando...? -Hablo en vos alta preparando el mate en la cocina...

- Porque este chistecito de que se estén apareciendo así... Ya me está cansando... - Hago una pausa esperando una contestación.

-Y, cada vez son más! Lo que me pone un poco... MÁS, nerviosa... -Sigo hablando sola preparando una bandeja con el equipo de mate.

Pongo en la bandeja unos bizcochitos de grasa, y como cargando fuerzas para seguir adelante, doy un hondo suspiro para darme coraje, y dando media vuelta sobre mis pies con la bandeja en mis manos salgo en dirección al comedor. Camino unos pasos, y aminoro la marcha, puedo presentir que algo no anda bien...

El silencio es sepulcral, un escalofrío me eriza la piel, algo está por suceder... Lo presiento. El ambiente se ah puesto raro... Un chillido de una puerta en el piso superior corta el silencio y un golpe hace que casi tire la bandeja. Una corriente de aire frío anuncia que una puerta se ah abierto. Escucho el tintinear de caireles de la lámpara de mi habitación y un nuevo escalofrío corre por mi espalda.

Con la bandeja en mis manos lentamente camino por el comedor que está casi en penumbras, el viento y la lluvia golpean el ventanal. Me paro junto a la mesa, apoyo la bandeja  y lentamente voy hacia el living. No hay nadie.

Las baterías de luz de emergencia se están agotando y faltan algunas horas para que aclare. Estar en total oscuridad en la casa me hace estremecer de solo pensarlo.

Se escuchan pasos en el piso superior y lentamente voy caminando hacia la escalera. Todo está casi en penumbras. Puedo ver vagamente las siluetas de los muebles que proyectan caprichosas formas entre si, provocándome sobresaltos a mi paso por el living.

Solo las luces de los rayos intermitentes despejan mis temores de que otra de ellas esté en mi camino. Voy observando para todos lados temerosa de que aparezcan de la nada. Veo el cortinado moverse y mi corazón late fuertemente. Me acerco al ventanal y de un manotazo corro el cortinado comprobando que no hay nadie detrás, sólo es el viento que se cuela por la ventana mal cerrada que deja entrar el viento.

El croar de las ranas excitadas por el diluvio rompe el silencio de esta noche cerrada.

Llego hasta el pie de la escalera y aprieto firmemente con mi mano el pasamano de madera de la escalera. En silencio subo un escalón, uno más... Y puedo percibir por los ruidos que las tres están arriba. Mi primer impulso es subir y ver que hacen pero el parpadear de la luz de emergencia en la escalera anuncia que la carga ya está al límite. Entonces, volviendo mis pasos bajo las escaleras tratando de no hacer ruido.

Decido ir hasta el garaje y tratar de hacer funcionar el generador. Cruzo a paso ligero el living, el comedor y llego a la cocina. Busco en los cajones de la mesada algunas velas.

- Donde están. .? DONDE ESTÁN???? -Me pregunto abriendo y cerrando cajones.

-No puede ser... Ni una vela!!! DIOOOOOOSSSSS!!!

La desesperación se comienza apoderar de mi y comienzo a encender todas las hornallas de la cocina para no quedar a oscuras.

Sigo revisando todos los cajones con desesperación.

- Tiene que haber algo!!! -Sigo hablando sola y revolviendo.

-Que es esto? - Me pregunto tocando un cilindro metálico en el fondo del cajón.es una vieja linterna.

- SI!! UNA LINTERNA!! SI!!! - Festejo casi al borde de las lágrimas.

-Que tenga pilas... Que tenga pilas... Por favor!!! Por favor!!! SIIIIII! TIENE PILAS!!! - Compruebo encendiéndola.

-Gracias dios!!.

Linterna en mano abro la ventana al parque está en total oscuridad no se escucha bullicios humanos... Ni autos... Nada. Sólo el sonido del viento que sacude los árboles, y las ranas...

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