La tormenta sigue arreciando Bs.As. En el noticiero informan zonas anegadas. Yo sigo mirando "Sex and the city" (amo a Sarah Jessica Parker su papel de Carrie me encanta), un pestañeo de la luz indica problemas con la red y la transmisión de cable se corta, con un refunfuño apago la TV.
Tomó los trastos de la cena y los llevo a la cocina, y como todas las noches, luego de la cena caliento agua para un té digestivo mientras miro por la ventana de la cocina la lluvia que no amaina. Voy a la aparador por una taza, y veo el juego de té que herede de tía Divina, un hermoso juego de porcelana nacarada japonesa con dragones dorados, preciado tesoro que causó una terrible disputa familiar donde dos hermanas quedaron enfrentadas por siempre que (luego de un confuso episodio de apuestas y prestamos) acabaron disputándose la valiosa propiedad. Recordé el ritual de esta para preparar el té, y tomando una de las tazas la enjuagué con cuidado para quitarle el polvo. Y para brindarle honor a esta inigualable mujer, saque del mueble del living la colección de té "Mariage Frères" que mi hija trajo de su viaje a Francia el año pasado, 10 variedades de exquisito té, el que más me gusta es "Bel Ami". Coloque las hebras de té y vertí suavemente el agua caliente disfrutando el maravilloso aroma (una mezcla de té negro, rojo, granada y vainilla) tome la taza y me dirigí a la planta alta para disfrutarlo viendo llover.
Miro por el ventanal de la terraza la magnitud de la tormenta que sacude las palmeras de los fondos de la casa vecina. El cielo color plomo, cubierto por las enormes nubes grises iluminadas por el efecto de fantásticos rayos, dejan ver a cada destello de luz un cielo espectacular que parece ondular y revolverse como un mar enfurecido. Quedo por un largo instante contemplando ese hermoso espectáculo. De pronto la luz de un rayo que cae en él para rayos de una iglesia cercana, baña todo el vecindario con una magnífica e impactante luz blanca y el estruendo inmediato hace vibrar toda la casa. Me estremezco y mi cuerpo se eriza ante tamaño poder de la naturaleza. Las luces de todo el vecindario se bajan momentáneamente quedando las lámparas con un hilo de luz que irradia una luminosidad tenue y amarillenta, dejando mi rostro reflejado en él vidrio del ventanal.
Mi mirada se desvía fijamente hacia las pequeñas gotas que se deslizan consecutivamente sobre este formando una suerte de intrincados laberintos. Mi respiración tranquila empaña el vidrio, la luz de las lámparas sube nuevamente y con la oscuridad de la noche transforma a este en un espejo colosal que refleja mi rostro, y con profundo espanto veo también el rostro desdibujado de una mujer tras de mí. Como en cámara lenta la taza cae de mis manos estrellándose en el oscuro piso de madera, y dando un medio giro, golpeo con mi brazo fuertemente el picaporte de la puerta doble del ventanal que, con el fuerte impacto, se abren de par en par. Una ráfaga de agua y viento, entra y arrastra hacia mí el cortinado de gasa blanca que me envuelve como un capullo del que trato de salir aterrorizada intentando de ver quien es la mujer del reflejo. Espantada puedo ver que es "Ella", que sigue parada inmóvil frente a mí con esa misma expresión en su rostro. Despacio y descolocada puedo zafarme del cortinado, y comienzo a dar pequeños pasos hacia un lado tratando de abrirme paso hacia las escaleras, pero esta se acerca lentamente, y como la primera vez que la vi, sin mediar palabra, con la yema de los dedos acomoda mi cabello despejando mi cara empapada, yo inmóvil, presa del pánico la observo sin poder hablar, esta toma los picaportes de ambas puertas y las cierra. Se dirige hacia el baño (que está a pasos) y trae un trapo y esta con total naturalidades absorbe el agua que ha entrado, levanta los pedazos de la taza uno a uno colocándolos sobre el pequeño plato que se ha salvado del golpe, poniéndolo sobre la pequeña mesa de vidrio junto al ventanal. Yo inerte del espanto, esta me toma de la mano llevándome a mi habitación, y dirigiéndose al vestidor saca una salida de baño con la que me cubre dejándome parada en el medio de la habitación, y con un lento y tranquilo caminar sale de mi habitación y escucho sus pasos bajar por las escaleras.Presa del pánico corro hacia la puerta y la cierro de un golpe dando vuelta a la llave. Me cercioro de que la ventana al balcón (que se comunica con las demás habitaciones) esté cerrada y saltando sobre la cama agarro el tel. de línea de la mesa de luz para pedir auxilio pero compruebo con desesperación que no tiene tono, comienzo a desespérame y lloro aterrorizada, con muchísimo esfuerzo logro correr la cómoda bloqueando la puerta y busco algo con que defenderme. Solo encuentro un paraguas al que me aferro con firmeza llorando ahogadamente y caigo sentada con la espalda contra el mueble tratando de pensar como se ha metido esta mujer a mi casa y porque...?
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En Terapia
RandomEn terapia es un relato basado en una historia real. María, una mujer de 48 años, entra en una crisis depresiva, tras la grave enfermedad de su hermano y decide hacer terapia. Es en terapia que descubre que ah vivido en una mentira toda su vida... ...