Me levanto y rengueando sigo detrás de esta para ver el motivo que la hizo salir así.
Salgo de la habitación y la mujer ya no está en el pasillo. Puedo escuchar sus pasos apurados bajar por las escaleras y rengueando apuro los míos para seguirla. Parada en el primer peldáneo de la escalera, alcanzo a ver su sombra que se aleja. Preparada para lo que pude suceder, lentamente, uno a uno voy bajando los escalones y de la misma forma va apareciendo ante mí el living en penumbras. El ventanal como una pantalla de cine, refleja los destellos de los relámpagos de la tormenta que retorna desde el este, iluminando vagamente la estancia dejando al descubierto la fisonomía de "Ella" que está sentada sobre un almohadón frente a la mesa ratona escribiendo en mi notebook. Ya no me asombra verla usarla pero muero por ver que está escribiendo... Sus dedos se mueven por el teclado compulsivamente. En la pantalla una a una las columnas van surgiendo de la base del texto como la lava de un volcán... Tengo la sensación de que si la interrumpo saltará sobre mí como una fiera.
Parada frente a " Ella " la observo sin interrumpir. Caminando lentamente paso a su lado rodeándola. Mesa ratona por medio, trato de llamar su atención tirando suavemente de la carpeta tejida debajo del centro de mesa. Una pequeña pelota de cascabeles de la pobre Fifi, sale rodando por la mesa cayendo ruidosamente al piso, siguiendo su estridente tintinear en un alocado recorrido hacia el comedor, chocando contra el cortinado del ventanal del comedor que está abierto
La luz de un rayo lo ilumina todo dejando ver una pequeña mano que sale por debajo de la cortina agarrando la pelota de cascabeles. Aterrorizada, con un sobresalto y un grito contenido, sofocado con mis manos en mi boca, me hace retroceder sobre mis pasos chocando con mi espalda la puerta de salida poniéndome a la defensiva.
-Por Dios.... Qué es eso...? - Me pregunto en estado de pánico.
En la penumbra busco con que defenderme y veo al lado de la puerta en el paragüero, el bastón que mi suegra dejó olvidado el fin de semana pasado al ayudarla a subir al auto. Lo tomo firmemente y quedo observando esperando que suceda algo...
Al parecer, por su actitud de juego con la pelota, lo que está tras la cortina no me teme.. Me dirijo nuevamente hacia el comedor empuñando fuertemente el bastón dispuesta a todo. El estruendo del rayo hace vibrar la casa y el cortinado se agita por el impulso del sobresalto de lo que está detrás, y en una actitud de defensa, levantó el bastón para darle un golpe seguro a lo que sea que esté ahí.
-NOOOO! QUE VAS A HACER??? -Grita la mujer pasando a mi lado golpeando mi hombro con el suyo.
Yo, paralizada por su nueva e intimidante aparición, quedo parada junto a la mesa del comedor. La mujer corre el cortinado y detrás, sentada en el piso una nena de unos 10 años con la esfera de cascabeles entre sus manos.
Una linda criatura de tez pálida y ojerosa, de largos y lacios cabellos de un castaño oscuro rojizo. Delgada, muy delgada.... Sus rodillas parecen enormes en comparación del largo de sus piernitas.
Confundida, me quedo mirando toda la secuencia atónita. La mujer le brinda su mano y esta la toma confiada.
- Vení Mari!! Estás bien? – Le pregunta la mujer extendiéndole su mano.
- Sí. Te acordás? Me dan miedo los rayos...
- Sí. Lo sé. Por eso vine por vos. Pero alguien, -Le dice la mujer a la nena mirándome. - Esta algo... Agresiva... Es mejor que tengamos cuidado...
la mujer acaricia la cabeza de la nena y frenan frente a mí, me miran y yo sin poder pronunciar palabra me corro dándoles el paso en dirección al living
-Que te pasó? – Pregunta la nena que deteniéndose mira el bastón que todavía sigo empuñando firmemente.
-A mi...? Nnnnada. .. ! - Respondo nerviosa.
- Y porque usas bastón ahora...?
- No! Yo no uso bastón! Lo agarre para.... - Sin poder concretar mi respuesta, horrorizada por lo que estuve a punto de hacer, escondo el bastón detrás de mí quedando en silencio.
- Y Fifi? Fifi!! - Llama la nena agitando la pelota...
-Donde está Fifi? -Pregunta mirándome.
-Eeeeeh.... Debe estar por ahí! -Respondo nerviosa.
- Sí. Debe estar por ahí. .. -Prosigue la mujer tomando la pelota y poniéndola en mi mano bruscamente, mirándome con esa mirada inquisitoria.
La mujer toma a la nena de una mano y siguen su camino hacia el living.
Desconcertada por lo sucedido y angustiada por la atrocidad que estuve a punto de hacer quedo sin poder reaccionar por unos minutos.
- Y esta otra...? Cuantas más van a aparecer. ..?
Me pregunto quedando parada en medio del comedor con el bastón en la mano.
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En Terapia
RastgeleEn terapia es un relato basado en una historia real. María, una mujer de 48 años, entra en una crisis depresiva, tras la grave enfermedad de su hermano y decide hacer terapia. Es en terapia que descubre que ah vivido en una mentira toda su vida... ...