Las horas pasaban lentamente y esas horas se transformaban en días. Sin haberse dado cuenta, ya casi transcurrían cinco días desde el encuentro con la Reina Nejire en Svartalf.
Dejando solo nueve días para el Festival, donde se suponía tenían que recuperar el segundo objeto.
Aquello le causaba ansiedad a Shouto, aunque le costaba exteriorizarla. Los demás ya estaban cada vez más nerviosos —Iida se la pasaba dando órdenes, Ochako se ponía más torpe, Bakugo era más hostil, Kirishima más molesto, Tamaki temblaba a cada segundo y Midoriya Izuku murmuraba planes sin parar— por lo que no podía darse el lujo de quebrarse.
Él seguía siendo el príncipe. Y, no solo eso, sino quien más cosas tenía en juego. Si Todoroki enloquecía, los demás no tendrían motivos para mantenerse estables.
Tenía que seguir con su fachada, costase lo que costase.
Iida lo interrumpió durante el almuerzo del quinto día —que consistía en unas cuantas frutas que Tamaki consiguió y carne reseca que Kirishima robó en el último pueblo—, luciendo más nervioso que de costumbre.
—Alteza, ¿podemos hablar a solas?
—¿Es tan importante? —suspiró Shouto.
Las paletas de la nariz le temblaban al caballero. No estaba solo ansioso sino también molesto.
—Sí, Alteza. Muy importante.
Todoroki palmeó la espalda del medio elfo, que rara vez se le despegaba cuando paraban. No es que el muchacho le cayese mal —le caía neutral, como la mayoría de personas que no eran su padre— pero era gracias a él que ya no podía viajar a caballo con Midoriya.
Tamaki se negaba a surcar los cielos a lomos de Kirishima siendo dragón. Aunque Shouto sospechaba que era más por viajar junto a Bakugo —y lo entendía por eso.
Pero tampoco quería viajar con Iida en su caballo.
Así que era Todoroki quien tenía que llevarlo como si fuese un niño que necesita de protección, mientras que Midoriya montaba con el caballero. Ochako fue la única valiente a viajar con Bakugo. Probablemente porque si intentaba hacerle daño podría paralizarlo con un hechizo.
Sonaba como un acuerdo llegado a través de paz y armonía. Y lo era, pero Todoroki quería ir junto al cálido y suave Midoriya.
Pero era el príncipe. No quería darle más razones a Bakugo para insultarlo y menospreciarlo —y ser un berrinchudo y caprichoso lo hubiese hecho.
Shouto salió de sus pensamientos y siguió a Iida a través del bosque. Pudo atisbar a Midoriya observándolos con curiosidad, mientras fingía que escuchaba alguno de los parloteos de Kirishima.
Su mirada hacía que el calor recorriera por su cuerpo. Como si... como si se sintiera vivo. Como si su corazón no estuviese hecho de hielo luego de vivir tantos años en ese castillo y sin ningún rastro de amor.
ESTÁS LEYENDO
De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHA
FanfictionAU FANTASÍA. Existía una tierra mágica, llena de hechiceros y dragones, de reyes tiranos y príncipes rebeldes, de leyendas y aventuras heroicas. Un lugar tan hermoso como lo era aterrador, si sabías en donde entrometerte. Y luego estaba Midoriya, u...