Todoroki sintió como si acabase de despertar de un eterno sueño. Un eterno y muy doloroso sueño.
Su cuerpo entero dolía. Cada fibra, cada músculo, cada hueso parecía arder en llamas con la simple acción de respirar. Todoroki ni siquiera movió más que sus pestañas para acostumbrarse a la iluminada habitación en la que encontraba.
No pudo evitar gruñir como un suspiro.
—¡Todoroki!
Shouto no consiguió reconocer la voz al principio. Seguía demasiado enfocado en su cuerpo entero que dolía —especialmente su brazo y una pierna—, pero que parecía encontrar envuelto en suaves vendas que olían a desinfectante. Se removió sobre la almohada antes de que sus ojos se ajustasen finalmente a la luz.
—¡Despertaste! —volvió a exclamar la persona, entre alegre y aliviada—. Has estado inconsciente durante dos días... ¿necesitas algo? ¿Quieres más mentas? ¿Un té? ¿Algo frío para la cabeza?
—Dos... días... —musitó Todoroki. Dio una honda bocanada de aire—. ¿Momo?
La muchacha le sonrió. Todoroki no podía distinguir mucho de la habitación ya que tenía los párpados entrecerrados para no sentir que le estallaba la cabeza. Tan solo pudo distinguir el dulce rostro de Yaoyorozu, justo delante de la brillante ventana que permitía la entrada de la luz solar.
Las sábanas eran suaves y el colchón en el que descansaba, de primera calidad. No tenía idea en dónde se encontraba —pero no era una choza ni tampoco una cabaña maloliente. Casi le recordaba a su cuarto...
Shouto trató de incorporarse con horror. Su cuarto.
¿Era aquello el castillo? Su corazón se desbocó ante la posibilidad. Momo les había atrapado. Todo estaba terminado para ellos...
—¡Todoroki! ¡No puedes moverte!
Momo trató de empujarlo otra vez a la cama por los hombros, pero solo sirvió para que Todoroki se retorciera del dolor. Su vieja amiga se alejó, horrorizada y apenada, seguramente por estarle provocando malestar a Todoroki.
Su cuerpo entero hormigueaba. Si Momo no mentía, había pasado dos días en cama. Dos días con los huesos rotos. Dos días desde...
Se le hundió el alma a los pies.
¿En dónde estaba Midoriya...?
—¿Dónde...? —preguntó Todoroki con la voz pastosa y jadeante—. ¿Dónde estamos...?
—Estamos en la mansión de los Iida, Todoroki —respondió Momo—. Togata e Inasa te han cargado hasta aquí desde el bosque...
—¿Inasa? —inquirió Todoroki—. ¿Y ese quién es?
—Eh... ya lo conocerás —Momo carraspeó incómoda. Se obligó a sonreír hacia él—. ¡Lo bueno es que has despertado! ¡La magia de Uraraka funcionó!
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De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHA
FanficAU FANTASÍA. Existía una tierra mágica, llena de hechiceros y dragones, de reyes tiranos y príncipes rebeldes, de leyendas y aventuras heroicas. Un lugar tan hermoso como lo era aterrador, si sabías en donde entrometerte. Y luego estaba Midoriya, u...